Trump condena la violencia de “muchas partes”

El presidente no menciona el racismo, ni condena el supremacismo agitado por los grupos de odio

Donald Trump, este sábado, desde su club e golf en Bedminster, en Nueva Jersey.JONATHAN ERNST (REUTERS)

Donald Trump condenó ayer “el despliegue de odio y la violencia de las diversas partes” en los disturbios registrados en Charlottesville (Virginia), a raíz de las marchas de los supremacistas blancos, un tipo de declaración que evidenciaba la incómoda situación del presidente de EE UU: muchos de los que han organizando esas protestas le apoyan y se han volcado con él en las urnas.

Trump no mencionó explícitamente el racismo, ni condenó el supremacismo agitado por los centenares de grupos de odio que hay en Estados Unidos, el Ku Kux Klan o el Partido Nazi, sino que habló de la violencia ...

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Donald Trump condenó ayer “el despliegue de odio y la violencia de las diversas partes” en los disturbios registrados en Charlottesville (Virginia), a raíz de las marchas de los supremacistas blancos, un tipo de declaración que evidenciaba la incómoda situación del presidente de EE UU: muchos de los que han organizando esas protestas le apoyan y se han volcado con él en las urnas.

Trump no mencionó explícitamente el racismo, ni condenó el supremacismo agitado por los centenares de grupos de odio que hay en Estados Unidos, el Ku Kux Klan o el Partido Nazi, sino que habló de la violencia de forma genérica. “Tenemos que curar las heridas de nuestro país. Las curaremos y haremos todos los esfuerzos posibles para que eso ocurra lo antes posible”, dijo en rueda de prensa desde su club de golf en Bedminster, donde está pasando unas agitadas vacaciones.

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Este incidente tuvo lugar en medio de una escalada de tensión con Corea del Norte. Y al día siguiente de unas palabras incendiarias sobre Venezuela, cuando advirtió de una posible intervención militar. Mientras, en Estados Unidos persisten viejas tensiones.

La herida racial es aún el verdadero trauma nacional de Estados Unidos, el que persiguió la presidencia de Barack Obama y el que persigue a la de Trump. Cuando habló, pasadas las tres de la tarde en horario de la costa este, al menos una persona había muerto en los enfrentamientos entre los nacionalistas blancos y los contramanifestantes, según confirmó el alcalde de la ciudad.

“Por encima de todo, debemos recordar esta verdad: no importa nuestro color, nuestro credo, religión o partido político, todos somos americanos en primer lugar”, dijo Trump. Esta tensión, dijo el presidente, “lleva ocurriendo durante mucho, mucho tiempo en nuestro país. Antes que Donald Trump, antes que Barack Obama”, recalcó ante la prensa.

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Esta no ha sido la primera manifestación supremacista en los últimos tiempos. En mayo, en la misma ciudad, la extrema derecha ya protestó con antorchas, una imagen que evocaba los días oscuros del KKK. Lo sucedido este fin de semana en Virginia llevó a Trump a incorporar una adversativa en su famoso lema: “Vamos a hacer a América grande de nuevo… pero vamos a hacerla grande para toda la gente de Estados Unidos”.

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