El ministro de Cultura británico admite su relación con una prostituta
Debate en Reino Unido porque la prensa no publicó una historia que afecta al encargado de regular los medios
El ministro de Cultura de Reino Unido, John Whittingdale, reconoció el martes por la noche que mantuvo una relación sentimental de seis meses con una prostituta, según informan The Guardian y la BBC. Whittingdale, soltero, ha tenido que explicar esta historia privada debido a que cuatro periódicos decidieron no publicar nada sobre este asunto, del que tuvieron conocimiento, y a que el afectado es el regulador de l...
El ministro de Cultura de Reino Unido, John Whittingdale, reconoció el martes por la noche que mantuvo una relación sentimental de seis meses con una prostituta, según informan The Guardian y la BBC. Whittingdale, soltero, ha tenido que explicar esta historia privada debido a que cuatro periódicos decidieron no publicar nada sobre este asunto, del que tuvieron conocimiento, y a que el afectado es el regulador de los medios de comunicación.
Así, Whittingdale ha recalcado que puso fin a la relación "en cuanto se enteró". "Los eventos tuvieron lugar mucho antes de que asumiera mi actual puesto, y nunca ha tenido una influencia en las decisiones que tomé como secretario de Cultura", ha remachado. "Entre agosto de 2013 y febrero de 2014 tuve una relación con alguien que conocí a través de Match.com", ha indicado en un comunicado, según The Guardian. Whittingdale es responsable de Cultura, Medios y Deportes desde mayo de 2015.
"Era de una edad similar y vivía cerca de mí. En ningún momento me dio indicaciones sobre su ocupación real y solo me enteré cuando me comunicaron que alguien quería vender la historia a los tabloides", ha apuntado.
La admisión del ministro de su relación y el hecho de que varios periódicos tuvieran noticias sobre la misma pero decidieran no publicar nada ha provocado preguntas sobre su independencia al supervisar la regulación de los medios.
En este sentido, la cadena británica BBC ha indicado que varios periódicos nacionales investigaron el asunto y decidieron no publicar nada tras considerar que no era del interés público, al tratarse de la vida privada del ministro.