Una rifa puede mandar a la quiebra a toda una ciudad en Argentina
La Corte Suprema obliga a Chascomús a saldar un premio de 6,6 millones de dólares de un sorteo realizado hace 20 años
Es el lugar donde nació el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) y fue alguna vez, con orgullo, la capital del miniturismo, un eufemismo por el que pelean los pueblos cercanos a Buenos Aires. Chascomús dista a 123 kilómetros de la capital del país, sin embargo, su presente es amenazante: una rifa pone en peligro de quiebra al municipio y su intendente está desesperado.
El hecho sucedió hace 21 años. Un oportunista de la zona organizó una rifa con 1.000 números, de los cuales vendió el doble. El premio era un campo de 327 hectáreas y los beneficiarios de la recaudación serían 3 escuelas rurales del municipio, que todavía estaba integrado por General Lezama (se separaron en 2009). Pero el donante del campo sólo tenía un boleto de compra venta y no la escritura del mismo. Un detalle que la comuna, por entonces a cargo del ingeniero Juan Carlos Salas, no reparó. Entonces, el Concejo Deliberante autorizó la tómbola y el estado quedó involucrado en la estafa.
La docente Sonia Della Vedova de Godoy y su amiga Clorinda del Camen Gallegos de Sandoni compraron el cartón con el número 2.300 a 700 pesos (por entonces 700 dólares) y ganaron el sorteo. En diciembre de 1995 accedieron al beneficio. “El campo lo tuvimos por un año y esperábamos ansiosos para ir los fines de semana”, recordó Daniel, el esposo de Sonia, quien hoy tiene 70 años y está jubilada. A fines de ese año, un fallo de la justicia civil les quitó el pequeño paraíso. Así, la propiedad tasada en 4.500.000 dólares fue a remate judicial para encontrar un nuevo dueño. Las mujeres apelaron esa decisión en la justicia y denunciaron ante el Juzgado Civil y Comercial N° 27 de La Plata a las cooperadoras, a la Provincia y a la empresa donante, la cual se declaró insolvente.
“La irresponsabilidad es del gobierno local que autorizó esto por medio de un boleto de compra venta, respondiendo a los usos y costumbres de la época, que indicaban que éramos todos amigos”. Esa es la argumentación que encontró ante EL PAIS Javier Gastón, intendente de Chascomús, para explicar semejante error. Lo cierto es que la denuncia avanzó en la Justicia hasta que llegó a la Corte Suprema, luego de que la gestión anterior presentara un recurso extraordinario para resolver la cuestión.
Pero el máximo tribunal convalidó la condena contra el municipio y el Estado bonaerense y les obligó a pagarle a las mujeres una indemnización de 6,6 millones de dólares. El dinero, en caso de poder cobrarlo, será disfrutado por Sonia pero no por Clorinda, quien falleció hace dos meses de una insuficiencia renal, por lo que quedaron como beneficiarias sus hijas. “Estuvieron esperando durante 20 años para que se haga justicia, incluso, Clorinda no tuvo dinero para hacerse los tratamientos correspondientes y luego de 5 años en diálisis, falleció”, explicó Daniel.
La respuesta del municipio, que tiene un pasivo que supera los 35.000.000 de pesos (2.300.000 de dólares) sin tener en cuenta los pasivos contingentes (juicios en contra), es concluyente: “No podemos pagarlo”. “No nos imaginamos esto, entendíamos que iba a haber otro tipo de solución. Hoy estuve hablando con (la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires) María Eugenia Vidal para generar un ámbito en donde discutir esto, porque nos afecta a nosotros pero también a la provincia”, refirió Gastón.
Cuando se separaron, la ley obligó la conformación de una mesa de negociación con los gobiernos de la Provincia, junto con los de Lezama y Chascomús y una comisión bicameral para el reparto de los bienes y las deudas. Pero esto nunca sucedió y en la actualidad, la mayor parte de las costas las asume Chascomús, con una población cercana a los 35.000 habitantes y no Lezama, que apenas cuenta con 8.000.
El intendente agregó que el 80% del presupuesto municipal está destinado a la paga de los salarios. “Pagar esto nos implica el 30% de nuestro presupuesto anual, con lo cual estarán no solo comprometidos los salarios sino también los servicios como la recolección de basura, la reparación y señalización de calles, la escuela, el hospital y el hogar de ancianos. Esto, indirectamente afecta a todos los chascomunenses”, concluyó.
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