“No veo posible ahora grandes avances en la relación con EE UU”

El viceministro de Exteriores de Irán y negociador nuclear explica los avances tras el pacto

Majid Takht-Ravanchi.B. Pérez

Majid Takht-Ravanchi (Teherán, 1958) es un destacado miembro del grupo de tecnócratas formados en Occidente que vertebra el actual Gobierno iraní. Viceministro de Exteriores para América y Europa y miembro del equipo negociador que selló el histórico pacto nuclear, Ravanchi estudió en EE UU y Suiza y es la encarnación prototípica del cambio entre el anterior Ejecutivo ultraconservador, liderado por Mahmud Ahmadineyad, y el actual más moderado, presidido por Hasan Rohaní. Algunos observadores han apuntado a que hay más doctores en universidades estadounidenses en el Gobierno de Rohaní que en la...

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Majid Takht-Ravanchi (Teherán, 1958) es un destacado miembro del grupo de tecnócratas formados en Occidente que vertebra el actual Gobierno iraní. Viceministro de Exteriores para América y Europa y miembro del equipo negociador que selló el histórico pacto nuclear, Ravanchi estudió en EE UU y Suiza y es la encarnación prototípica del cambio entre el anterior Ejecutivo ultraconservador, liderado por Mahmud Ahmadineyad, y el actual más moderado, presidido por Hasan Rohaní. Algunos observadores han apuntado a que hay más doctores en universidades estadounidenses en el Gobierno de Rohaní que en la Administración de Obama. Y es recurrente el lugar común que describe la dinámica política iraní como un pulso entre tecnócratas y teócratas.

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En una entrevista concedida en Madrid el viernes, Ravanchi rechaza esa visión. “Es una simplificación que no corresponde a la realidad iraní. Somos una sociedad compleja y dinámica, en la que no hay dos escuelas de pensamiento contrapuestas, sino una pluralidad de tendencias”.

—¿Están todas ellas adecuadamente representadas en las elecciones? Muchos candidatos reformistas han sido vetados.

—No creo que muchos reformistas hayan sido vetados. Al principio, algunos de ellos fueron bloqueados. Pero después han sido reintegrados. Ahora tenemos un buen número de candidatos de las diferentes tendencias.

El resultado de las elecciones naturalmente proyectará su influencia sobre un Gobierno muy activo en la escena internacional. Por un lado, Teherán intenta sacar provecho del levantamiento de las sanciones; por el otro, lidia en un tenso contexto regional, marcado por la guerra siria y la ruptura de relaciones con Arabia Saudí tras el ataque de una turba a la Embajada saudí en Irán.

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A la pregunta de si ese ataque en Teherán pudo ser perpetrado por elementos internos que quieren poner dificultades al Gobierno de Rohaní, Ravanchi no descarta la opción. “Habrá que esperar el resultado del juicio. Veremos qué dicen las sentencias sobre las motivaciones del ataque”.

En cuanto al conflicto sirio, Ravanchi sintetiza así la hoja de ruta propuesta por su Ejecutivo: “Alto el fuego entre Gobierno y oposición, no con los terroristas; Gobierno de unidad nacional; nueva Constitución; elecciones libres y justas sin vetos exteriores sobre quién puede o no presentarse. Son los sirios quienes deben elegir”.

Este dosier, obviamente, es un nuevo campo de pruebas en la relación con Estados Unidos.

—¿Tras el acuerdo nuclear, ve margen para nuevos avances en la relación con Washington?

—En las negociaciones nos hemos concentrado en el asunto nuclear. No hemos hablado de otras cosas. Ahora que está sellado el pacto, habrá que ver cómo se implementa. Si EE UU cumple sus obligaciones, veremos las posibilidades de nuevas áreas susceptibles de diálogo. El acuerdo ofrece margen para avances en la colaboración económica. Pero, por ahora, no veo ninguna posibilidad de que ocurra algo nuevo sustancial en las relaciones entre EE UU e Irán. En el conjunto, no creo que pase algo trascendental.

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