Blejer: “La gente quiere un cambio pero no drástico”

Mario Blejer presidió el Banco Central de Argentina en la salida de la crisis de 2002, después dirigió el centro de estudios del Banco de Inglaterra y hace dos años fue candidato a encabezar la autoridad monetaria de Israel. Ahora trabaja en el Banco Hipotecario y es un asesor económico clave del peronista Daniel Scioli, que apuesta por cambios de política económica pero poco a poco.

Pregunta. ¿La economía argentina está tan mal como dice la oposición?

Respuesta. Las variables fundamentales en Argentina no están en un desequilibrio terrible. La deuda pública externa está por debajo del 10% del PIB, casi ningún país tiene esas condiciones. La cuenta corriente tiene un pequeño déficit. ¿En cuántos países hay casi una certidumbre total de que el precio de sus activos estará en tres meses más arriba que hoy? Ha habido durante un período largo una demanda reprimida por activos argentinos. Eso traerá capital si se hace lo necesario para crear confianza.

P. Pero hay una inflación del 23%, pobreza del 21%, déficit público del 7%…

R. La inflación es alta, pero en caída. Hay un problema de estadísticas creíbles que hay que resolver, pero la inflación no ha erosionado el poder de compra. La clave está en buscar financiamiento para ese déficit mientras se lo va reduciendo.

P. ¿Cómo se reduce? Porque Scioli promete bajar impuestos, subir pensiones, mantener subvenciones…

R. Con crecimiento. El déficit fiscal no ha sido 7% en los últimos diez años, únicamente en el último año. Venía con 2% más o menos. No se puede corregir de un día para el otro, y esa es la gran diferencia con el otro partido. Lo que tenemos que buscar es financiamiento no inflacionario. Lo que causa la inflación es que se financia con el Banco Central creando dinero. Hay una recesión en los países que nos importan a nosotros: Brasil, China. Cualquier política contracíclica tendría que ser lo como la actual: un aumento en la demanda local para evitar que este efecto recesivo se contagie.

P. ¿La financiación se puede conseguir sin ajuste?

R. Sí, se está negociando con el Banco Mundial y la CAF (Corporación Andina de Fomento) una línea de crédito para aumentar la inversión pública. Porque acá hay un déficit de inversión importante: privada, pública, doméstica y externa.

P. El cepo (control) cambiario es un desincentivo a la inversión…

R. No es un incentivo. Hay que flexibilizarlo, pero en orden. La oposición dice que eliminará el cepo cambiarlo el primer día y a la vez que el Banco Central se quedó sin reservas. Eso implica que la tasa de cambio se va a ir a cualquier nivel, con efectos muy negativos sobre la distribución del ingreso.

P. ¿El cepo ha sido un error?

R. No importa si fue un error o no, lo importante es qué se hace ahora. Una vez que haya mayor cantidad de recursos es más fácil limitarlo.

P. Scioli prometió que el dólar, que está en 9,63 pesos, subirá solo a 10 en enero…

R. No sé el tema de los 10 pesos, no es conveniente apostar a números específicos. Lo que quiso decir es que la intención es no cambiar la tasa de cambio en forma drástica, como está proponiendo el otro partido.

P. La oposición dice que el Banco Central está pelado.

R. No es cierto. Tiene suficientes reservas como hacer frente a cualquier emergencia en condiciones normales.

P. ¿Si la economía está bien por qué se votó un cambio?

R. Hay un problema de medición con la pobreza, por ejemplo, pero este gobierno le mejoró la vida en forma importante a ciertos sectores. Hay desprolijidades, pero estuve en un seminario en las sesiones del Fondo Monetario y varios estudios llegaron a la conclusión de que el diseño de la asignación universal por hijo de Argentina fue el mejor del mundo porque la liga a la escolaridad, cosa que no hacen otros países. También se incorporaron dos millones de personas que no tenían jubilación y subió mucho el gasto público.

P. Y a pesar de todo, las encuestas dicen que pueden perder las elecciones. ¿Qué pasó?

R. Sí, hay una demanda de cambio, pero no estoy seguro de que haya una demanda de cambio drástico en todos los aspectos de la política económica. La economía no es la clave para lo que está pasando en las elecciones.

P. ¿La economía llega a las elecciones con la lengua fuera y viene el estallido?

R. El hecho de que no está creciendo en este momento no significa que no va a volver a crecer ni que si no hubiera elecciones el otro año estaría exhausta.

P. ¿Buscará un acuerdo con el FMI?

R. No hay ninguna posibilidad.

P. ¿Hay que acordar con los fondos buitre?

R. (El conflicto con los buitres) nos hizo perder la oportunidad de conseguir financiamiento barato, porque todavía existe en el mundo pero no sé hasta cuándo, probablemente pronto empezará a subir la tasa de interés en EE UU. Hay gente que ve en eso una virtud porque evitó el endeudamiento, pero si no hay acceso al mercado financiero internacional tampoco habrá capacidad de atraer demasiadas inversiones. Entonces hay que resolver ese tema.

P. ¿El primer día de gobierno?

R. No me sentaría a negociar el primer día de ninguna forma. Les va a ir sonando la campanita a ellos porque es la oportunidad que tienen de cobrar algo.

P. Pero los acreedores de la deuda reestructurada que no cobran desde 2014 por el bloqueo de los buitres también presionarán…

R. ¿Sabe a quién están presionando? A los buitres, cuyas pretensiones han caído porque están en una situación más acorralada que antes porque el tiempo ha pasado y esto les ha costado mucho desde el punto de vista legal. El valor presente de la deuda de los que aceptaron el canje se ha duplicado en términos nominales. Pero sobre todo políticamente están en una situación peor. En lugar de ver a Argentina como un estado paria que no paga sus deudas, lo que tenemos hoy en día es que los fondos buitres son los malos.

P. ¿Scioli buscaría acuerdos de libre comercio de Mercosur con otras regiones o países?

R. Scioli tiene la intención de ampliar lo más posible las relaciones internacionales de Argentina a todas las regiones, normalizar y ampliar las relaciones comerciales, financieras y políticas con Europa, EE UU, no solamente con los países con los que ahora hay relaciones.