El casco azul muerto en Líbano estaba en una garita del destacamento

Israel no avisó a la ONU de su ataque en represalia por la emboscada de Hezbolá

En la imagen, el convoy israelí atacado por Hezbolá.REUTERS

El cabo español Francisco Javier Soria Toledo, muerto este miércoles por un proyectil del Ejército israelí, se encontraba en una garita de centinela de la posición 4-28, junto a la aldea de Ghajar, parcialmente ocupada por Israel. Fuentes militares consultadas por EL PAÍS indicaron que el casco azul estaba en el destacamento y no realizando ninguna patrulla. Precisamente uno de los punto...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El cabo español Francisco Javier Soria Toledo, muerto este miércoles por un proyectil del Ejército israelí, se encontraba en una garita de centinela de la posición 4-28, junto a la aldea de Ghajar, parcialmente ocupada por Israel. Fuentes militares consultadas por EL PAÍS indicaron que el casco azul estaba en el destacamento y no realizando ninguna patrulla. Precisamente uno de los puntos más controvertidos del ataque es que el Ejército israelí conoce perfectamente las coordenadas de los puestos de la FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano).

Las fuentes consultadas indicaron que Israel lanzó una primera andanada de 30 proyectiles antipersona, de artillería o mortero, que explotan antes de llegar al suelo y amplían el radio de acción de la metralla. El cabo, que se encontraba solo, fue mortalmente herido. Ningún otro de los militares que se encuentran en la posición (casi un centenar) resultó alcanzado.

Más información

El Ejército israelí suele avisar a la FINUL cuando va a lanzar un ataque pero en esta ocasión no lo hizo, ya que se trató de una respuesta inmediataa la emboscada que sufrió un convoy israelí por parte del grupo chií Hezbolá y que dejó dos militares muertos, entre ellos un teniente coronel. A través de la FINUL se pidió un alto el fuego a Israel para poder enviar un equipo médico, pero cuando éste llegó el cabo ya había fallecido. La evacuación del cadáver, para la que se preparó un helicóptero en la base de Naqura, también se vio entorpecida por la reanudación de los disparos del lado israelí. Hasta que no se ha confirmado el cese de los combates, ya a media tarde, no ha podido trasladarse cuerpo hasta la base del contingente español en Marjayún, a unos 20 kilómetros, para preparar su evacuación.

Un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha declinado contestar, a preguntas de EL PAÍS, si se había avisado del ataque en el que perdió la vida el casco azul español y se remitió al comunicado oficial, en el que el Ejército israelí “trasmite sus condolencias” por la muerte y asegura que investiga lo sucedido.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Sobre la firma

Archivado En