El Constitucional húngaro anula el registro obligatorio de los votantes
El Gobierno conservador de Viktor Orbán insiste en que reformará la Carta Magna para forzar el registro de electores.
El gobernante partido Fidesz ha anunciado este viernes que en las próximas elecciones legislativas húngaras, previstas para 2014, no habrá registro previo y obligatorio, después de que el Tribunal Constitucional formalizara la abolición de esa disposición. "La fuerza no es todo y la responsabilidad política nos exige otra cosa", dijo el jefe del grupo parlamentario del conservador Fidesz, Antal Rogán, tras recordar que su partido cuenta con la mayoría parlamentaria necesaria para modificar la Constitución y fijar en ella el polémico registro.
Con más de dos tercios de escaños en el Parl...
El gobernante partido Fidesz ha anunciado este viernes que en las próximas elecciones legislativas húngaras, previstas para 2014, no habrá registro previo y obligatorio, después de que el Tribunal Constitucional formalizara la abolición de esa disposición. "La fuerza no es todo y la responsabilidad política nos exige otra cosa", dijo el jefe del grupo parlamentario del conservador Fidesz, Antal Rogán, tras recordar que su partido cuenta con la mayoría parlamentaria necesaria para modificar la Constitución y fijar en ella el polémico registro.
Con más de dos tercios de escaños en el Parlamento, la obligatoriedad de registro previo dos semanas antes de los comicios había sido introducida este año por el Fidesz, del primer ministro, Viktor Orbán, en la Carta Magna vigente desde el 1 de enero de 2012, la que a su vez también fue elaborada por el partido gobernante.
El pasado 28 de diciembre, el Constitucional decidió sacar el polémico registro de la Constitución, y con ello lo anuló como norma integrante de esa legislación fundamental, un paso necesario para poder revisar su contenido, ya que la alta corte no puede cuestionar las leyes constitucionales.
El tribunal completó la decisión de abolir ésa y otras disposiciones relacionadas con las campañas electorales. La ley del registro obligatorio había sido criticada no solo por la oposición al Gobierno conservador de Orbán, sino también por la Comisión Europea, ya que limita el derecho al voto y fomenta la abstención, pues quedarían excluidos los votantes que deciden solo en el último momento acudir a las urnas.