“No existe la posibilidad de fraude”

El expresidente del Instituto Federal Electoral de México hace un llamamiento a la reconciliación nacional en sus respuestas al cuestionario de EL PAÍS

José Wondelberg.

El político y académico José Woldenberg (Monterrey, 1952) fue un hombre clave en la transición democrática mexicana. Presidió el Instituto Federal Electoral (IFE) en las elecciones del año 2000 que ganó el presidente Vicente Fox y pusieron fin a más de 70 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pregunta: ¿Qué le ha parecido lo mejor y lo peor de la campaña?

Respuesta: Lo mejor, la propia campaña. El hecho relativamente nuevo entre nosotros de tener auténticas elecciones. Lo peor, la incapacidad o la indolencia de los med...

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El político y académico José Woldenberg (Monterrey, 1952) fue un hombre clave en la transición democrática mexicana. Presidió el Instituto Federal Electoral (IFE) en las elecciones del año 2000 que ganó el presidente Vicente Fox y pusieron fin a más de 70 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pregunta: ¿Qué le ha parecido lo mejor y lo peor de la campaña?

Respuesta: Lo mejor, la propia campaña. El hecho relativamente nuevo entre nosotros de tener auténticas elecciones. Lo peor, la incapacidad o la indolencia de los medios para reproducir lo fundamental del debate.

P. ¿Cuál es la primera medida que le pediría adoptar al nuevo presidente?

Más información

R. Una toma de posesión sobria, un llamado a la reconciliación, y el anuncio de un combate frontal a la desigualdad que modela al país.

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P. ¿A quién va a votar?

R. El voto es secreto.

P. ¿Quién cree que va a ganar?

R. El oráculo moderno son las encuestas.

P. ¿Usted también es del movimiento Yo Soy 132?

R. Soy demasiado viejo.

P. ¿Con qué candidato saldría a cenar?

R. Con cualquiera de los tres. Seguramente tienen mucho que contar.

P. ¿Le quita el sueño la posibilidad de un fraude en las urnas?

R. Duermo plácidamente, porque esa posibilidad no existe. Lo que me irrita es que a estas alturas no falten quienes sigan explotando ese espantajo.

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