Desastre para la derecha rusa a comienzos de la campaña electoral para las legislativas
El partido de Putin se reúne para aprobar su estrategia de cara a los comicios del próximo diciembre
El panorama político ruso al comienzo de la campaña electoral para las legislativas que deben celebrarse a principios de diciembre próximo es desolador. Los planes del Kremlin de obtener un Parlamento más representativo están sufriendo fracaso tras fracaso: primero fue la desbandada del partido Rusia Justa, ideado en su tiempo como contrapeso al gubernamental Rusia Unida, y ahora le ha seguido la división del partido derechista.
La derecha rusa no ha logrado entrar en el Parlamento en las últimas legislaturas, y esta aus...
El panorama político ruso al comienzo de la campaña electoral para las legislativas que deben celebrarse a principios de diciembre próximo es desolador. Los planes del Kremlin de obtener un Parlamento más representativo están sufriendo fracaso tras fracaso: primero fue la desbandada del partido Rusia Justa, ideado en su tiempo como contrapeso al gubernamental Rusia Unida, y ahora le ha seguido la división del partido derechista.
La derecha rusa no ha logrado entrar en el Parlamento en las últimas legislaturas, y esta ausencia era algo que preocupaba al Kremlin. El régimen actual deseaba tener una Cámara de Diputados más representativa de la sociedad, por lo menos mientras el Parlamento no se convirtiera en una amenaza para él.
Para ello montó un guión que parecía infalible: invitó al empresario Mijaíl Prójorov, uno de los hombres más ricos de Rusia, a que encabezara Právoye Delo (que en ruso significa tanto La Causa de la Derecha como Causa Justa), el partido derechista opositor al Gobierno, con la idea de que se librara de los intransigentes y de que pudiera participar en las legislativas de diciembre y formar parte del Parlamento.
Todo comenzó bien: Prójorov declaró que no quería ser oposición y aceptó encabezar el partido. Pero luego se rebeló, se negó a seguir las instrucciones del Kremlin y el congreso preelectoral celebrado la semana pasada terminó en una catástrofe: el oligarca abandonó Právoye Delo y se enfrentó a Vladislav Surkov, el ideólogo del Kremlin y el organizador del actual sistema político ruso.
"Tenemos un titiritero que hace mucho privatizó el sistema político y que por largo tiempo ha desinformado a los líderes del país sobre lo que sucede en política, que presiona a la prensa y que trata de manipular a la opinión pública", dijo Prójorov refiriéndose a Surkov.
El resultado ha sido desastroso. La derecha dividida tiene escasísimas posibilidades de obtener el número necesario de votos en las elecciones de diciembre próximo para poder formar parte de la cámara. Si a eso le agregamos la desbandada que se ha producido en el partido Rusia Justa después de que su líder, Serguéi Mirónov, fuera desbancado de su puesto de presidente del Senado en mayo pasado, tenemos un panorama político desolador. Todas las encuestas muestran que Rusia Justa quedará fuera del Parlamento en diciembre, con lo que este, en lugar de ampliar su representatividad como deseaba el Kremlin, probablemente la reducirá aún más.
Ahora el Consejo de la Federación o Senado ruso lo encabeza Valentina Matvienko, la exgobernadora de San Petersburgo, miembro de Rusia Unida, quien fue elegida esta semana al cargo.
En esta situación en la que, a pesar de su pérdida de popularidad, el papel de cuasimonopolio de Rusia Unida se está reforzando, este partido abre hoy el congreso en el que deberá aprobar su estrategia electoral. El plato fuerte será mañana sábado, cuando intervengan tanto el presidente ruso, Dmitri Medvédev, como el primer ministro y hombre fuerte del país, Vladímir Putin. Sin embargo, es poco probable que en él se dé respuesta a lo que más preocupa a analistas y políticos: quién será el candidato para las presidenciales del año próximo.