Miles de electores peruanos se quedan sin votar por la falta de organización en España

Los votantes forman colas kilométricas ante las urnas en Madrid y Barcelona

La gran mayoría de los 70.000 peruanos empadronados en España formaron ayer largas colas ante las urnas instaladas en las principales ciudades del país, muchos de ellos para evitar la multa de 45 euros y las sanciones administrativas impuestas en caso de abstención. En Madrid como en Barcelona, las dos ciudades españolas con más población de inmigrantes peruanos, hubo filas que superaban un kilómetro. No hubo incidentes graves, pero sí imprevisión por parte de las autoridades consulares peruanas. En Madrid, buena parte de los electores no pudo votar por falta de tiempo.

La ecuación en M...

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La gran mayoría de los 70.000 peruanos empadronados en España formaron ayer largas colas ante las urnas instaladas en las principales ciudades del país, muchos de ellos para evitar la multa de 45 euros y las sanciones administrativas impuestas en caso de abstención. En Madrid como en Barcelona, las dos ciudades españolas con más población de inmigrantes peruanos, hubo filas que superaban un kilómetro. No hubo incidentes graves, pero sí imprevisión por parte de las autoridades consulares peruanas. En Madrid, buena parte de los electores no pudo votar por falta de tiempo.

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La ecuación en Madrid era insoluble: cuatro funcionarios del consulado tuvieron que atender a unos 40.000 electores que tenían siete horas para votar en el pabellón de la Pipa de la Casa de Campo, entre las 9.30 y las 16.30 de ayer. Para ayudar a los funcionarios, unos 40 voluntarios habían aceptado orientar a los votantes para evitar que las colas se convirtieran en un caos total. Lucían una camiseta verde con la palabra "organización" y repetían a través de megáfonos: "No se preocupen por la hora. Todos los que están en la cola van a votar".

Pero no fue así. A las 16.30, los votantes que habían esperado durante horas vieron como se cerraban las puertas del recinto. Quienes estaban dentro y aún no habían votado tampoco pudieron depositar su papeleta en la urna. "¡Queremos votar!", corearon en el pabellón. Lo único que consiguieron fueron certificados, para atestar su presencia en el colegio y protegerles de las sanciones legales. Los que se quedaron fuera no tuvieron tanta suerte y empezaron a recoger firmas para quejarse a la embajada y al consulado.

Entre los electores, varios ya habían acudido a las urnas en España y comparaban los comicios de 2006 con los de 2001, en los que Alejandro Toledo salió elegido presidente. Ruben Hernández, su esposa Elena Flores y su hijo Javier acudieron juntos a votar. Explican que hace cinco años, las condiciones eran mucho mejores. Se votaba en colegios públicos, no en una gran sala única como este año. También reconocen que esta vez ha venido mucha más gente. Ellos no aceptaron esperar durante dos horas y vinieron directamente al pabellón sin pasar por la fila, para reclamar, por lo menos, un certificado de presencia que les evite pagar la multa.

Las hermanas de la Santísima Trinidad usan palabras menos duras, pero lamentan también las condiciones del proceso electoral. "Es la primera vez que venimos, pero es verdad que hay mucha desorganización", afirma Nora Cosenza.

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Falta de personal

El cónsul de Perú en Madrid, Diego Alvarado, lamenta la falta de medios y de personal, pero rechaza la acusación de improvisación: "Desde el consulado hemos enviado miles de correos a los peruanos que viven en Madrid para solicitar su ayuda. Sólo 100 nos han propuesto su ayuda, y sólo 40 de ellos se han presentado". Añade que en las últimas elecciones sólo había 8.000 peruanos en Madrid, y que ahora son más de 40.000.

Los votantes que esperaban en la cola no entendían que las elecciones más importantes de su país pudieran desarrollarse en tales condiciones. Cuatro personas se acercaron al cónsul para expresarle directamente su disgusto. "Es indignante. Nos tratan como animales. Pedimos que nos respeten. ¡Son condiciones tercermundistas!". Una llegó a llamar "cónsul Pilata" al diplomático para caracterizar su "incompetencia".

Alvarado confiesa en privado que "en parte tienen razón", aunque considera que los propios electores hubieran podido organizarse mejor e implicarse más en el proceso. Lamenta que por el retraso de los coordinadores de los partidos, las mesas sólo estuvieran dispuestas a las 9.30, en vez de las 8.00 como era previsto.

Con todo, también se pudo observar cierto optimismo entre algunos electores, sobre todo los más jóvenes. William Medina Toledo tiene 27 años y doble nacionalidad, peruana y española. Ayer era la primera vez que votaba en unas elecciones peruanas. No confesó por quién pensaba votar, pero descartó cualquier opción conservadora. Explicó sonriendo la importancia que tenía para él participar en la vida política de su país de origen.

En la capital española, los que no dejaron nada a la improvisación fueron los vendedores ambulantes. A la salida de la estación de metro más cercana del pabellón, se podía comprar una bolsita de mango por un euro, refrescos variados o elegir lo mejor de la piratería musical y cinematográfica.

En Barcelona también hubo colas de varios kilómetros para acudir a votar en las urnas instaladas en el Complejo Deportivo de la Mar Bella de la capital catalana. Prácticamente todos los peruanos que viven en la capital catalana se concentraron durante horas para poder entregar su papeleta, informa Europa Press.

Miles de peruanos acuden a votar para las elecciones presidenciales de su país, ayer en Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

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