El presidente de Israel pide perdón a los 8.500 colonos que van a ser evacuados de Gaza

Unos 50.000 judíos rezan a su Dios en el Muro para evitar la expulsión

El presidente de Israel, Moshé Katzav, se ha dirigido esta tarde a la nación en un mensaje televisado por primera vez en la historia del país para pedir "perdón" a los 8.500 colonos que tendrán que dejar sus casas en Gaza y Cisjordania a partir del 17 de agosto, cuando entre en vigor el llamado Plan de Desconexión, que implica el desalojo de 21 asentamientos en Gaza y de otros cuatro en Cisjordania. Ante el temor de que se produzcan incidentes violentos, Katzav ha instado a los colonos no resistirse a la evacuación. A la misma hora, unos 50.000 judíos pedían a su Dios en el Muro de las ...

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El presidente de Israel, Moshé Katzav, se ha dirigido esta tarde a la nación en un mensaje televisado por primera vez en la historia del país para pedir "perdón" a los 8.500 colonos que tendrán que dejar sus casas en Gaza y Cisjordania a partir del 17 de agosto, cuando entre en vigor el llamado Plan de Desconexión, que implica el desalojo de 21 asentamientos en Gaza y de otros cuatro en Cisjordania. Ante el temor de que se produzcan incidentes violentos, Katzav ha instado a los colonos no resistirse a la evacuación. A la misma hora, unos 50.000 judíos pedían a su Dios en el Muro de las Lamentaciones que impida el desmantelamiento de las colonias.

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En su discurso, en directo desde su residencia oficial en Jerusalén, Katsav se ha dirigido a los colonos: "Ha llegado el momento. Debéis respetar las decisiones del Gabinete y del Parlamento, también respaldadas por el Tribunal Supremo. La ley de la tierra es la ley (en referencia a un precepto talmúdico que dice que los judíos deben obedecer la legislación aunque piensen que contradice la ley judía)". El presidente, que tiene una función simbólica y pertenece al Likud, al igual que el primer ministro, Ariel Sharon, ha exhortado a los colonos a no enfrentarse a los soldados por el bien de la unidad de Israel. El presidente ha alertado contra posibles casos de desobediencia en el seno del Ejército: "Los que creen que aportan valor desobedeciendo las órdenes están cometiendo un grave error. Pueden traer el desastre a este país. Todo soldado puede tener su opinión, pero deben obedecer las órdenes".

En la compleja operación, sin precedentes en la historia israelí, participarán alrededor de 55.000 efectivos de todas las fuerzas de seguridad del país. El jefe de las Fuerzas Armadas, general Dan Haluz, ya vaticinó hace días que se producirán incidentes violentos. La Autoridad Nacional Palestina (ANP), de su parte, intervendrá con una fuerza de 5.000 soldados de la Fuerza de Seguridad Nacional con el fin de impedir que los grupos armados palestinos ataquen a los colonos y los soldados durante el desalojo.

Rezo en el Muro

A la misma hora en la que Katzav se dirigía a la nación, las 18.00 (una hora más en la España peninsular), miles de judíos, 50.000 según la Policía y 100.000 según los organizadores, pedían a Yaveh que evite la expulsión de los colonos en el lugar más santo del judaísmo, el Muro de las Lamentaciones, único vestigio del segundo Monte del Templo que fue destruido por el emperador Tito en el año 70 d.C.. Entre la multitud se encontraban rabinos de todo Israel y de todas las corrientes espirituales como Avraham Shapira, Mordechai Eliyahu y Ovadia Yosef, este último líder del partido ortodoxo Shas, han participado en la oración y han aparcado sus diferencias. Uno de los líderes de los religiosos askenazíes, el anciano rabino Menajem Porush, ha declarado: "Tenemos pueblos llenos de Torás y de yeshivas (escuelas religiosas), con rectos judíos. Estamos obligados a rezar por ellos para que los decretos queden anulados".

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Decenas de autobuses repletos de fieles, la mayoría de ellos parejas jóvenes con niños, no cesaban de llegar a los aledaños de la ciudad vieja de Jerusalén y muy pronto, las carreteras que la rodean quedaron atascadas. Ante la dificultad de alcanzar la plaza del Muro, muchos grupos de judíos ortodoxos han optado por orar en los muros del paseo que conduce a la monumental puerta de Yafa. El color naranja, que simboliza el desacuerdo con el plan, ha vuelto a ser el protagonista. Cintas, camisetas o pulseras como las que promovió Lance Armstrong para la lucha contra el cáncer, pero con el eslogan "un judío no expulsa a otro judío", se vendían en cada esquina.

Los congregados han rezado durante varias horas y luego se han disuelto pacíficamente. Agentes de policía han vigilado en todo momento el acto y, sobre todo, la Explanada de las Mezquitas, para evitar cualquier incursión de algún radical israelí que profanara el lugar santo musulmán o ataques de extremistas palestinos. La policía se prepara para la manifestación convocada para mañana en la Plaza Issac Rabin de Tel Aviv en protesta por la evacuación. Fuentes de la seguridad israelí se han mostrado preocupadas por los actos masivos que se celebran estos días en Israel dado "el gran número de alertas de ataques terroristas", según la radio de Israel.

Nacionalistas y ortodoxos realizan una última oración masiva contra el plan en el Muro de las Lamentaciones.REUTERS

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