Un tribunal militar condena por malos tratos a civiles en Irak a dos soldados británicos

El encargado de una tienda de relevado denunció haber recibido un carrete con las imágenes de las torturas a las que se sometió a los iraquíes

Un tribunal militar ha declarado hoy a dos soldados británicos culpables de inflingir malos tratos a civiles iraquíes encarcelados bajo su supervisión. Los encausados podrían ser condenados a dos años de cárcel.

La corte marcial celebrada durante cinco semanas —y tras 20 meses de investigación— en la base militar británica de la ciudad alemana de Osnabrueck enjuiciaba a los cabos lanceros Darren Larkin y Mark Cooley, y al cabo Daniel Kenyon. Condenados por malos tratos han sido Cooley, de 25 años, y Kenyon, de 33. Darren Larkin se declaró culpable tras verse retratado en u...

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Un tribunal militar ha declarado hoy a dos soldados británicos culpables de inflingir malos tratos a civiles iraquíes encarcelados bajo su supervisión. Los encausados podrían ser condenados a dos años de cárcel.

La corte marcial celebrada durante cinco semanas —y tras 20 meses de investigación— en la base militar británica de la ciudad alemana de Osnabrueck enjuiciaba a los cabos lanceros Darren Larkin y Mark Cooley, y al cabo Daniel Kenyon. Condenados por malos tratos han sido Cooley, de 25 años, y Kenyon, de 33. Darren Larkin se declaró culpable tras verse retratado en una fotografía inflingiendo torturas a un civil.

En una sesión del juicio, el abogado defensor de Kenyon había atribuido a los superiores de su cliente la responsabilidad por los malos tratos inflingidos a varios civiles iraquíes detenidos por tropas británicas el 15 de mayo de 2003 cerca de Basora.

Se da la circunstancia que, durante el juicio, la radiotelevisión pública británica hizo públicas 22 imágenes espeluznantes sobre los abusos; el primer ministro, Tony Blair, dijo entonces sentir "asco", pero afirmó que se trataba de acciones de una minoría "que no mancha el buen nombre de la inmensa mayoría de los 65.000 soldados británicos que intervinieron en Irak". Las imágenes fueron descubiertas por el encargado de una casa de relevado, que había recibido el carrete de un soldado recién llegado de Irak; un soldado, el cabo Gary Bartlam, fue condenado por delitos conectados con esas fotografías.

Los tres soldados juzgados en Osnabrueck son los responsables identificados de esos desmanes. En una de las imágenes se aprecia como Larkin pisotea a un prisionero; en otra, Cooley simula arrearle un puñetazo a otro, o amenaza con pisarle la cabeza. En otra, un iraquí es obligado a colgarse de una grúa en marcha. En otras, dos presos desnudos saludan con el pulgar hacia arriba, obligados a mostrar su satisfacción por el coito anal que pretenden haber mantenido.

Kenyon no ha negado los hechos, sino que ha atribuido la responsabilidad a sus superiores. "Trabajadles duro", asegura que les pidió el mayor Dan Taylor, responsable de la Operación Alí Babá para acabar con el pillaje en las calles de Basora. Un centenar de soldados salieron a patrullar las calles de esa ciudad el 15 de mayo de 2003, dos semanas después de la caída de Sadam Husein, para frenar el pillaje. Una vez en la base británica, los detenidos fueron repartidos en grupos de tres o cuatro y distribuidos entre los soldados de servicio. La sección del cabo Kenyon recibió a tres detenidos. Poco después se tomaron las fotografías.

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