EE UU retira de Irak a casi un tercio de los especialistas que buscan el arsenal de Sadam

De los 1.400 militares encargados de esta misión, 400 han dejado el país en los últimos días

El Gobierno estadounidense ha ordenado la retirada de algo menos de un tercio de los miembros del equipo militar que busca en Irak cualquier signo del supuesto arsenal de armas de destrucción masiva del depuesto presidente Sadam Husein. Cerca de 400 especialistas han abandonado de forma discreta el país, en lo que ha sido interpretado por fuentes oficiales del Pentágono como una muestra de que la Casa Blanca alberga ya pocas esperanzas de hallar muestras de su principal coartada para ir a la guerra.

El Grupo de Búsqueda en Irak estaba compuesto en un principio por 1.400 personas, que in...

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El Gobierno estadounidense ha ordenado la retirada de algo menos de un tercio de los miembros del equipo militar que busca en Irak cualquier signo del supuesto arsenal de armas de destrucción masiva del depuesto presidente Sadam Husein. Cerca de 400 especialistas han abandonado de forma discreta el país, en lo que ha sido interpretado por fuentes oficiales del Pentágono como una muestra de que la Casa Blanca alberga ya pocas esperanzas de hallar muestras de su principal coartada para ir a la guerra.

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El Grupo de Búsqueda en Irak estaba compuesto en un principio por 1.400 personas, que iniciaron su trabajo poco después de que el presidente norteamericano, George W. Bush, declarase el fin de los combates a gran escala el pasado 1 de mayo. Con un presupuesto de centenares de millones de dólares, esos siete meses de trabajo no han tenido fruto alguno, según informa el diario estadounidense The New York Times.

El Gobierno alberga ahora más esperanzas de encontrar rastros del supuesto arsenal en las toneladas de documentos oficiales iraquíes que guarda e inspecciona en un almacén secreto de Qatar, y de los que sólo una pequeña parte ha sido traducida. El periódico estadounidense The Washington Post informaba ayer de la existencia de un informe que sugiere que Sadam Husein destruyó su armas biológicas en 1991. De hecho, de este documento se desprende además la posibilidad de que los resultados logrados por los expertos militares iraquíes distaran bastante de lo que el ex presidente creía.

Ayer se conoció un informe de un centro de análisis estadounidense que denuncia la política "sistemática" del Gobierno de Bush para inflar el peligro del arsenal iraquí, que no suponía en ningún caso una amenaza a corto plazo ni para Estados Unidos ni para los países de la zona. Así lo sostiene al menos el centro Carnegie Endowment for International Peace, que avanza además que "no existe ninguna evidencia" de que Sadam Husein contara con armas nucleares, y sí bastantes, aportadas por los inspectores de la ONU, de que su arsenal ya apenas era inexistente en 1991.

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