China condena a cadena perpetua a dos organizadores de una orgía para 200 japoneses

La fiesta, en la que participaron 300 prostitutas, duró tres días y coincidió con el aniversario de la invasión japonesa del país

Dos ciudadanos chinos han sido condenados a cadena perpetua por organizar una orgía en la que participaron durante tres días 200 japoneses y 300 prostitutas. Otras 12 personas han sido condenadas a penas que oscilan entre los dos y los quince años de cárcel.

Los condenados a cadena perpetua son el ayudante del director del Hotel Centro Internacional de Convenciones de Zhuahi, Ye Xiang, y el director de ventas del establecimiento, Ming Zhu. Otros dos responsables del hotel, que sirvió de escenario para la orgía, han sido condenados a 15 y 12 años de cárcel por "prostitución organizada", ...

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Dos ciudadanos chinos han sido condenados a cadena perpetua por organizar una orgía en la que participaron durante tres días 200 japoneses y 300 prostitutas. Otras 12 personas han sido condenadas a penas que oscilan entre los dos y los quince años de cárcel.

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Los condenados a cadena perpetua son el ayudante del director del Hotel Centro Internacional de Convenciones de Zhuahi, Ye Xiang, y el director de ventas del establecimiento, Ming Zhu. Otros dos responsables del hotel, que sirvió de escenario para la orgía, han sido condenados a 15 y 12 años de cárcel por "prostitución organizada", mientras que el resto de los condenados fueron acusados de "asistencia a la prostitución organizada".

Además, la Justicia china ha emitido una orden de detención para tres ciudadanos japoneses, Hirobe Isao, Takahashi Shunji y Fukunaga Koji, acusados también de organizar la orgía, para lo que han solicitado los servicios de la Interpol y la colaboración del Gobierno nipón.

Además de que la prostitución es ilegal, aunque muy extendida en el país, el Gobierno de Pekín calificó en su momento de "extremadamente odioso" el comportamiento de los turistas japoneses por coincidir con el aniversario de la invasión de China por el Ejército Imperial de Japón, el 18 de septiembre de 1931.

La mayoría de los japoneses implicados en la orgía eran empleados de una constructora nipona que reconoció haber financiado el viaje. A pesar de reconocer que pagó "señoritas de compañía", la constructora, ubicada en la ciudad japonesa de Osaka, negó haber financiado el resto de la orgía.

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