Berlusconi cree que la Constitución europea tiene futuro pese al fracaso de la cumbre de Bruselas
El primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, asegura que "Francia y Alemania" van a avanzar juntos
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha analizado en el Parlamento Europeo el fracaso de la Cumbre de Bruselas, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE fueron incapaces de alcanzar un acuerdo sobre la futura Constitución europea. Berlusconi ha asegurado que todos los países defendieron sus "intereses legítimos, con argumentos respetables", pero ninguno negó "la existencia de un interés europeo común". "Es normal que haya una pausa de reflexión para profundizar el debate en nuestros países y en nuestras opiniones públicas, pero estamos seguros de que la reanudación de l...
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha analizado en el Parlamento Europeo el fracaso de la Cumbre de Bruselas, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE fueron incapaces de alcanzar un acuerdo sobre la futura Constitución europea. Berlusconi ha asegurado que todos los países defendieron sus "intereses legítimos, con argumentos respetables", pero ninguno negó "la existencia de un interés europeo común". "Es normal que haya una pausa de reflexión para profundizar el debate en nuestros países y en nuestras opiniones públicas, pero estamos seguros de que la reanudación de la negociación se producirá sobre la base de los resultados de la Convención", ha añadido el primer ministro italiano.
Berlusconi ha explicado que en el transcurso de los contactos bilaterales que mantuvo el jueves, viernes y sábado "parecía posible encontrar una solución" al futuro reparto de poder en la UE. Todos los jefes de Estados querían un "acuerdo general y global" pero, respecto al sistema de voto por mayoría cualificada ,el pacto "no fue posible". "Después de consultar a todas las partes vimos que la discusión corría el riesgo de convertirse en la exposición de posiciones antagonistas, lo que hubiera llevado a un compromiso a la baja que después hubiésemos rechazado", ha asegurado.
El primer ministro italiano ha afirmado además que los líderes europeos estuvieron "muy, muy cerca de la conclusión del acuerdo, del viernes al sábado había una apertura muy clara, pero a la mañana siguiente volvimos atrás". "De común acuerdo todos necesitaban más tiempo. Algunos incluso dijeron que debían preguntar a sus parlamentos", ha explicado.
Francia y Alemania avanzarán juntos
En todo caso, el desencuentro entre los socios europeos es evidente y se afianza conforme pasan los días. En una entrevista al diario Le Parisien, el primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, ha asegurado hoy que "Francia y Alemania van a avanzar juntos, tanto en la vía de las reformas, como en el acercamiento político dentro de la Unión Europea". "Estamos abiertos al resto", ha asegurado Raffarin en nombre de ambos países, "simplemente, sean cuales sean sus deseos, queremos continuar avanzando".
A esta iniciativa de los dos países con más peso en Europa se ha referido el presidente de la Comisión, Romano Prodi, al asegurar que "algunos piensan en una vanguardia de Estados pioneros que abran la vía a una cooperación más sólida como punto de partida de una Unión más fuerte y más integrada. Esas soluciones se inscriben en la tradición de la integración europea y, si analizamos nuestra historia, esto sucede siempre en los momentos más complejos y más difíciles". Prodi ha arremetido además contra aquellos países que quieren definir las instituciones europeas respecto a la posibilidad de "bloquear" la toma de decisiones que no les convienen. "El derecho de veto no es una expresión de la voluntad democrática y nuestras instituciones mismas no pueden sustraerse a las reglas de juego democrático", ha afirmado.
La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha asegurado hoy que no le preocupa la amenaza de que surja una Europa "a dos velocidades". "No me preocupa porque de cualquier cooperación reforzada España será miembro", ha declarado. El enfrentamiento entre los dos grandes motores de la UE, Francia y Alemania, y otros países como España y Polonia sobre el reparto de poder en la Unión tuvo ayer sus primeras consecuencias. Los seis contribuyentes netos al presupuesto comunitario, Francia, Alemania, Reino Unido, Suecia, Holanda y Austria, propusieron reducir su contribución del 1,27% al 1% del PIB, lo que supondría un fuerte recorte en los Fondos de Cohesión que reciben países como España.