LA POSGUERRA DE IRAK

El Gobierno turco solicita al Parlamento el envío de soldados a Irak

El Ejecutivo de Erdogan aprueba el despliegue de sus tropas, pero debe contar con el visto bueno de la Cámara

El Gobierno de Turquía está dispuesto a enviar soldados a su vecino, Irak, si el Parlamento lo permite. El Gobierno islamista moderado del Partido de la Justicia de Yayip Erdogan ha tomado hoy la decisión de enviar tropas turcas a Irak, como parte de la fuerza multinacional encargada de mantener la paz que EE UU ha solicitado en Naciones Unidas. Sin embargo, la decisión del Gabinete tendrá que ser aprobada por el Parlamento, al que se ha enviado la propuesta y que se pronunciará a partir de mañana.

"Hemos tomado nuestra decisión. Todos los ministros han firmado. Esperemos que sea bueno ...

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El Gobierno de Turquía está dispuesto a enviar soldados a su vecino, Irak, si el Parlamento lo permite. El Gobierno islamista moderado del Partido de la Justicia de Yayip Erdogan ha tomado hoy la decisión de enviar tropas turcas a Irak, como parte de la fuerza multinacional encargada de mantener la paz que EE UU ha solicitado en Naciones Unidas. Sin embargo, la decisión del Gabinete tendrá que ser aprobada por el Parlamento, al que se ha enviado la propuesta y que se pronunciará a partir de mañana.

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"Hemos tomado nuestra decisión. Todos los ministros han firmado. Esperemos que sea bueno tanto para el pueblo iraquí como para el pueblo turco", ha dicho el portavoz del Gobierno y ministro de Justicia, Cemil Cicek.

Turquía, miembro de la OTAN, tiene un difícil papel en la crisis de Irak. Antes del comienzo de la ofensiva anglo-estadounidense, el Gobierno turco aprobó el uso de su territorio para el paso de tropas americanas de cara a una doble invasión de Irak por el norte y por el sur. La posterior negativa del Parlamento, que siguió los dictados de una opinión pública mayoritariamente en contra de la guerra, dejó a los estadounidenses sin esa estrategia -sólo pudo invadir el país desde el sur- y a los turcos sin una importante ayuda económica de 30.000 millones de dólares que el Gobierno de Ankara había pactado con la Administración Bush. Además, dejó maltrechas las buenas relaciones entre Ankara y Washington.

Durante la ofensiva, Turquía siempre tuvo el ojo puesto en las acciones de los kurdos del norte de Irak, que reclamaban el Kurdistán liberado del régimen de Sadam como estado propio. La posibilidad de que los kurdos se hicieran con los pozos petrolíferos del norte de Irak y de que proclamaran un estado independiente era real, y Turquía se opuso tajantemente a ello, ante la posibilidad de que los miles de kurdos que viven en suelo turco siguieran en ejemplo. Así, una de las condiciones al apoyo de Turquía a la guerra fue que EE UU garantizara que no saldría de ella un Kurdistán independiente. De hecho, EE UU se cuidó de que los peshmergas (combatientes) kurdos no libraran la guerra por su cuenta por el norte mientras la Coalición ahora ocupante se hacía con el país desde el sur.

Ahora la situación es parecida, dado que el artículo 92 de la Constitución turca obliga a que, aparte de la decisión del Gobierno, exista una autorización del Parlamento para el envío de tropas turcas al exterior del país. Sin embargo, esta vez, Erdogan cuenta con que el Parlamento, cuyo Partido de la Justicia domina con comodidad, apruebe el envío de soldados. El Gobierno se ha decantado por el envío de soldados turcos debido a que el caos en Irak perjudica a los intereses de Turquía y que el restablecimiento de la paz en el país vecino beneficiará a su país.

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Oposición del país

"Queremos que el asunto sea discutido en el Parlamento mañana. Si concede el permiso, no significará que las tropas partan de manera inmediata. Seguiremos con la negociación" con Estados Unidos, ha puntualizado Cicek. "Una vez con la autorización en la mano, se decidirá cuántas unidades se desplegarán y dónde", ya que el plazo de un año de movilización parece lo único ya fijado. En todo caso, con ánimo de convencer al Parlamento, el portavoz ha precisado que "no enviamos soldados. Prestaremos servicios sanitarios en Irak, le ayudaremos con las fuentes de energía, el agua, el petróleo y la reconstrucción de infraestructuras".

No obstante, las posibilidades de convencer a la opinión pública o a la oposición, son escasas. Esta mañana, cuatro grupos contrarios a la guerra se han manifestado frente al palacio donde estaba reunido el Ejecutivo, contra el que han lanzado botes de pintura roja. Las plataformas contra la guerra, junto a varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG), han convocado para el miércoles una marcha frente al Parlamento para instar a los diputados que a que depositen el mismo voto que en marzo, aunque la Cámara podría decidirse mañana mismo.

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