EE UU veta la resolución de la ONU contra la deportación de Arafat
EE UU justifica su voto en contra porque el texto no recoge la condena al terrorismo de Hamás
Estados Unidos ha cumplido esta noche su amenaza de votar en contra del proyecto de resolución que impulsaba la Liga Árabe en el que se rechazaba la decisión de Israel de deportar al líder palestino, Yasir Arafat. El embajador de EE UU ante la ONU, John Negroponte, ha justificado su voto en contra porque el texto no recoge la condena al terrorismo de grupos como Hamás.
El texto, que se ha votado esta noche en una reunión que comezó a las 22.00 (hora española), exigía a Israel que "abandone cualquier acto de deportación y deje de amenazar la seguridad del presidente electo de la Autorida...
Estados Unidos ha cumplido esta noche su amenaza de votar en contra del proyecto de resolución que impulsaba la Liga Árabe en el que se rechazaba la decisión de Israel de deportar al líder palestino, Yasir Arafat. El embajador de EE UU ante la ONU, John Negroponte, ha justificado su voto en contra porque el texto no recoge la condena al terrorismo de grupos como Hamás.
El texto, que se ha votado esta noche en una reunión que comezó a las 22.00 (hora española), exigía a Israel que "abandone cualquier acto de deportación y deje de amenazar la seguridad del presidente electo de la Autoridad Palestina".
El proyecto de resolución ha sido formalmente presentado en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU por los países de la Liga Árabe. La resolución contó con el apoyo de once de los quince miembros del Consejo de Seguridad, incluido España, mientras que votó en contra Estados Unidos y se abstuvieron el Reino Unido, Bulgaria y Alemania.
El borrador sometido a votación, "el más equilibrado presentado nunca sobre Oriente Medio", según el embajador sirio Faysal Mekdad, mostraba su "grave preocupación por el deterioro peligroso de la situación en los territorios palestinos y en Israel". Además, mencionaba tanto "los ataques con bombas suicidas" cometidos por radicales palestinos, como la "escalada de ejecuciones extrajudiciales" cometidas por el Ejercito israelí.
Sin embargo, la mención a las dos partes del conflicto no satisfizo a EE UU, según dijo tras el voto su embajador, John Negroponte, quien reiteró la intención de su país de seguir impulsando la solución del conflicto por vía diplomática.
El pasado jueves, un día después de que 14 israelíes muriesen en dos atentados suicidas cometidos por radicales palestinos, el Gabinete de Seguridad de Israel, presidido por el primer ministro Ariel Sharon, ordenó la expulsión de Arafat de los territorios palestinos, aunque cedía a las presiones de EE UU para no ejecutar la deportación de forma inmediata. En un escueto comunicado, el Gabinete declaraba a Arafat "obstáculo para la paz", por lo que se anunciaba la intención del Ejecutivo israelí de "deshacerse de este obstáculo". Inmediatamente, la comunidad internacional, con EE UU a la cabeza, reaccionó para evitar que la decisión se consumase. Así, ha llegado hasta la ONU.
Oferta de tregua
Por otra parte, el coronel Yibril Rayub, miembro del Consejo de Seguridad Nacional palestino, ha propuesto hoy a Israel "un alto el fuego general", esto es, recíproco, con el fin de impulsar el estancado proceso de paz basado en la llamada la Hoja de ruta. Las primeras reacciones del Gobierno de Ariel Sharon son de rechazo pues considera que "se trata de una trampa de miel" para salvar al presidente palestino, Yasir Arafat, y a los jefes de las "organizaciones terroristas".
"Estamos dispuestos a proclamar una tregua general pero debe ser recíproca, pues sin reciprocidad no se conseguirá nada", ha señalado Rayub en declaraciones a la radio de Israel. Así, el coronel ha declarado que la Autoridad Palestina (AP), que preside Arafat, está dispuesta a proclamar un alto el fuego inmediato, si también Israel se compromete a cesar sus operaciones en los territorios ocupados de Cisjordania y de Gaza.
Según ha informado Rayub, la tregua, de acordarse, será respetada por todas las facciones armadas de la resistencia contra la ocupación por un tiempo indefinido a fin de negociar la solución definitiva del conflicto entre los dos pueblos. Sin embargo, Israel ha rechazado la iniciativa asegurando que se trata de "una estafa y una trampa de miel para evitar el destierro de Arafat y la eliminación de los jefes de Hamás".