Diez policías heridos en un enfrentamiento entre católicos y protestantes en Belfast
El vehículo en el que viajaban los agentes fue alcanzado por la explosión de un artefacto incendiario
Al menos diez agentes han resultaron heridos leves anoche al ser atacados durante un enfrentamiento entre católicos y protestantes en el este de Belfast, según ha confirmado el Servicio de Policía de Irlanda del Norte.
Nueve policías sufrieron heridas cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por la explosión de una bomba incendiaria en el barrio de Short Strand, donde un décimo agente recibió el impacto de un ladrillo, ha explicado un portavoz policial.
Las fuerzas de seguridad acudieron a la zona para poner paz entre dos grupos de católicos y protestantes, de unas c...
Al menos diez agentes han resultaron heridos leves anoche al ser atacados durante un enfrentamiento entre católicos y protestantes en el este de Belfast, según ha confirmado el Servicio de Policía de Irlanda del Norte.
Nueve policías sufrieron heridas cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por la explosión de una bomba incendiaria en el barrio de Short Strand, donde un décimo agente recibió el impacto de un ladrillo, ha explicado un portavoz policial.
Las fuerzas de seguridad acudieron a la zona para poner paz entre dos grupos de católicos y protestantes, de unas cincuenta personas cada uno, que se habían enzarzado en una refriega con el lanzamiento de piedras, ladrillos y otros objetos.
La situación se complicó cuando varios disparos fueron efectuados por las dos facciones rivales, al tiempo que los protestantes empezaron a arrojar cócteles molotov.
El inspector de la policía norirlandesa Kevin Smith ha condenado los ataques, particularmente la bomba incendiaria que hirió a nueve agentes, pues el artefacto -según ha dicho- podría haber sido "mortal".
"No ha habido policías heridos de gravedad porque Dios no ha querido", ha subrayado el inspector policial.
Al parecer, los disturbios estallaron cuando los protestantes desplegaron una serie de banderolas provocativas cerca de una Iglesia Católica en el citado barrio de Short Strand.
El alcalde de Belfast, Jim Rodgers, lamentó los altercados y pidió calma para lograr un mayor entendimiento entre las dos comunidades en el este de la capital.