Yung Prado: cuando la electrónica nos hizo bailar de nuevo

Si quiere echar un pulso rápido a su conocimiento de modernidad musical responda a las siguientes preguntas: ¿Le suena el estribillo de Ay K Emoción? ¿Qué ‘Yung’ es ahora coreado en las discotecas? ¿Sabe lo que es una sesión ‘Bedtime’? Todas las respuestas correctas conducen a un mismo personaje, el de Yung Prado, un joven inquieto con aires chimobayoleros que está rompiendo la escena electrónica de nuestro país. Con más de un millón de reproducciones acumuladas en Spotify –solo el sencillo ...

Si quiere echar un pulso rápido a su conocimiento de modernidad musical responda a las siguientes preguntas: ¿Le suena el estribillo de Ay K Emoción? ¿Qué ‘Yung’ es ahora coreado en las discotecas? ¿Sabe lo que es una sesión ‘Bedtime’? Todas las respuestas correctas conducen a un mismo personaje, el de Yung Prado, un joven inquieto con aires chimobayoleros que está rompiendo la escena electrónica de nuestro país. Con más de un millón de reproducciones acumuladas en Spotify –solo el sencillo Ay K Emocion (Chill Mafia Records, 2021) roza las 600.000 escuchas–, Nil Roig (Barcelona, 1995) ha conseguido que su alterno musical pegue con fuerza en los circuitos patrios de clubbing, y que nos devuelva con estrofas como “Este ritmo me sienta bien” las ganas de bailar. Bailar, por fin, de nuevo.

La letra de su hit Qué Pasa? entonada al más puro estilo de Locomía –”qué pasa, el mar está genial, hay pizza para desayunar, mi perro se lo pasa genial, hay cosas que no pueden cambiar”– reaviva la nostalgia por el electroclash de Miss Kittin y esos afters interminables que relatan las protagonistas de la serie Autodefensa (Filmin) tras una noche de rave en Montjuïc. Bien de parkineo, de gafas de sol y de juntarse la noche con el día mientras se graba a fuego sus estribillos pegadizos hasta que se desgasten en la memoria.

Un hedonista de la noche amante de las prendas de segunda mano y del upcycled –”estilo Barcelona”, describe– que consiguió transformar una afición en un modo de vida que no ha hecho más que despegar. “Empecé a hacer música por curiosidad y para cuando me quise dar cuenta ya estaba en contacto con gente clave del sector y terminó convirtiéndose en mi trabajo”, explica a ICON. De esos inicios surgió la idea de tomar su nombre artístico como un guiño irónico a la escena del momento: “Vi que había un montón de raperos que se llamaban “Yung esto, Yung lo otro…” y me lo puse un poco para hacer el meme”, confiesa.

Integrante del colectivo de música electrónica Mailine asentado en Barcelona, su sonido pegadizo que toma como referencia a los latinoamericanos DJs Pareja y Alejandro Paz (las comparaciones Joe Crepúsculo o Chimo Bayo tampoco son aisladas) ha calado en sellos internacionales como MMODEMM Frankfurt. “Mailine somos un grupo de amigos que nos hemos ido conociendo en Barcelona los últimos años y compartimos códigos, aficiones… De ahí hicimos una comunidad y así fue como surgió el colectivo, pero lo más importante es que somos todos amigos”. En poco tiempo su nombre resuena con fuerza en la agenda de clubbing nacional, dejando ver su rostro en la cabina del Brunch in The Park o las salas Club Malasaña (Madrid), Input y Apolo en Barcelona.

Con un álbum de debut, Yung Pradito (2022), que parece estar dedicado por completo a la fiesta y la post-fiesta –”me gustaría irme el primero a casa, la verdad, pero no sé por qué me quedo siempre el último…”, revela entre risas– el barcelonés se unió hace unos días a la cantante Amaia para el lanzamiento de ‘Bedtime’, un nuevo formato digital de actuaciones musicales en directo creado por Pull&Bear en el que la cama es el hilo conductor.

El proyecto comisariado por la startup española Gallery Studio, especializada desde 2020 en nuevos formatos audiovisuales, revelará su primera sesión el 25 de diciembre a través de las redes sociales de la marca de ropa. En ella, la cantante pamplonesa interpreta en directo la canción Yo Invito en la sala Manhattan Studio, seguida de las sesiones de Marcelo Pantani y el mismo Yung Prado. “Fue como estar en familia. Pantani es compi y Amalia la mejor’”, confiesa Roig un día después de la grabación.

Con la mente en un nuevo EP de cuatro temas que verá la luz en la próxima primavera, Yung Prado ha encontrado definitivamente su lugar en una escena electrónica que, como apunta, pasa por su mejor momento. “Creo que desde la pandemia se ha generado mucho movimiento, hay más diversidad y todo esto ha enriquecido la escena para hacerla mucho más fuerte”. Esta claro lo que toca: bailar, bailar y bailar.

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