“Insinúa algo que imaginas”: por qué el chándal gris es el fetiche erótico masculino del otoño

Ocurre todos los otoños: cada vez que un hombre famoso o simplemente una figura de las redes sociales aparece con un pantalón de chándal gris haciendo ejercicio o paseando, los ojos se entornan y alguien piensa en sexo

Getty Images / Blanca López (Collage)

“Os recuerdo que es otoño y que los hombres andan con pantalones de chándal gris. Son como los shorts, pero más sutiles. Estos pantalones te dicen quién es un buen posible novio”, dice en sus redes sociales el comentarista de cultura pop en clave cómica y con una clara visión LGTBIQA+, Blakely Thornton, mientras en el fondo del vídeo se observa una imagen de Bradley Cooper enfundado en unos pantalones de chándal grises.

Si este fue el verano de las “bermudas de golfo” gracias a hombres como Manu Ríos y Paul Mescal, con la llegada de la nueva temporada es el chándal el que toma su relevo. El pantalón gris de chándal (tiene que ser gris, en concreto, gris claro) se ha convertido en uno de esos fetiches eróticos que operan más allá de la racionalidad. No hay una explicación sobre su efecto en la mirada ajena, solo probablemente los bajos impulsos en los que invita a pensar: ejercicio físico, sudor, ausencia de pretensiones, suavidad, intimidad y, sobre todo ello, o por todo ello, sexo. También, según esas mismas miradas, los pantalones de chándal gris son por su textura, color y situaciones en las que se utiliza (a menudo para hacer deporte en público) son los que mejor permiten intuir lo que hay debajo de ellos. Son, de ese modo, la prenda fetiche más extraña de todas las que hay: su presencia excita porque invita a pensar en su ausencia.

El futbolista Victor Cruz en Milán en 2017.WWD (Penske Media via Getty Images)
El actor Zachary Quinto en Nueva York en 2023.Ignat/Bauer-Griffin (GC Images)

Cuando en 2017 Jon Hamm fue inmortalizado haciendo footing durante la grabación de la serie Good Omens con unos pantalones que subrayaban su entrepierna, las redes sociales convirtieron esas imágenes en la diana de sus comentarios más subidos de tono. De repente, los pantalones de chándal gris hacían de alguna forma plausible decir sin sonrojo alguno en las redes todo tipo de comentarios ardientes. Y esto sucede especialmente en otoño, cuando termina la temporada de bermudas y pantalón corto y los pantalones de chándal vuelven a llenar calles y hogares. Ya se habla incluso del “efecto del chándal gris” (gray sweatpants effect en inglés): hay calendarios de hombres luciendo esta prenda que indican que el almanaque con la prenda deportiva es el nuevo calendario de bomberos, hay por supuesto subgéneros en el porno gay dedicados a ellos e incluso productoras que llevan su nombre y en la web que analiza la evolución del lenguaje contemporáneo, Urban Dictionary, existen cuatro entradas diferentes que aluden a esta prenda desde un prisma erótico. En redes sociales, los comentarios se disparan. Porque ningún fetiche del siglo XXI existe si no se puede expresar con un meme.

Del mismo modo que en el armario femenino los leggings abandonaron la exclusividad del gimnasio para adentrarse en cualquier momento y situación del día, los pantalones de chándal grises han dejado de ser material de entrenamiento para pasar a ser la prenda con la que, a ojos de algunos y algunas, más atractivo puede estar un hombre. Mucho tuvo que ver la pandemia, cuando el chándal se apoderó más que nunca de nuestro atuendo diario. Pero si bien los pantalones de chándal han sido una prenda presente desde los setenta en el imaginario popular, el fetichismo del chándal gris a nivel masivo tiene un santo patrón y una fecha de oro en el calendario: justo hace 10 años, en 2014.

El actor Justin Theroux en una escena de 'The Leftovers'.

Las imágenes de Justin Theroux corriendo en un episodio de la serie The Leftovers (2014-2017) se hicieron populares ya antes de que se iniciase la serie. En forma de gif, en forma de foto y en vídeos en Twitter, todo el mundo se fijó en lo mismo: el tipo de pantalón y la actividad que hacía su personaje dejaba intuir sus dotes, más allá de las interpretativas. El actor, avergonzado por la reacción que generó esa carrera, aclaró que los responsables de la serie le hicieron llevar dos calzoncillos cuando volvieron a grabar una escena en la que corría para evitar que internet volviera a hacer un zoom masivo sobre él. “No quiero decir que se me cosificó, pero fue algo vergonzoso. Es como si llevas shorts y alguien te los baja de golpe en público”, explicó a la revista Elle. Cuando en 2017 acabó la serie un reto en redes sociales, el #GreySweatpantsChallenge, en el que hombres de todo el mundo debían posar con sus pantalones de chándal de color gris, pareció una despedida a un símbolo. “¿Tienes un árbol de navidad en tu pantalón de chándal gris o te alegras de verme?”, se preguntaba en Bustle la periodista Lily Feinn en un artículo en el que intentaba comprender cómo había nacido este reto.

Justin Theroux recuperando un momento de gloria de pantalón gris en 2023 en Londres.Neil Mockford (GC Images)
Eric Dickerson durante un entrenamiento en California en 1984.Bob Riha Jr (Getty Images)

Pero, ¿por qué es tan sexy un pantalón de chándal gris? “Creo que es un símbolo de sensualidad porque insinúa algo que imaginas. No hay nada más sexy que la imaginación, es lo que te lleva a intuir qué habrá más allá. La imaginación es más poderosa que algo puramente gráfico”, asegura a ICON el fotógrafo Albert Mullor. “En mi opinión, lo que tienen es que bien podrían ser el reflejo de lo que pasa cuando una chica no lleva sujetador. Invita a imaginar algo muy tangible, eso que puedes ver pero en realidad no estás viendo. Aquí vuelve a entrar en juego la imaginación, una fuente inacabable de ideas carente de límites”, añade.

Por su parte, el escritor Evan Ross Katz daba a la revista GQ una respuesta mucho más directa: “Puedes intuir el pene cuando hay un chándal gris de por medio. Se trata de exhibicionismo y voyeurismo. El que lleva un pantalón de chándal no está alardeando, y el voyeur de los pantalones de chándal siente la emoción de presenciar algo, como un pene, que se supone que no debería ver”. Los hombres suben a sus redes fotos con pantalones de chándal grises para estar sexis sin que realmente parezca que intenten estarlo (que luego la ausencia de pose se convierta en la nueva pose es harina de otro costal). Se trata de atraer las miradas y resultar sensuales sin que sea excesivamente evidente, es decir: se trata de intentar conquistar.

El cantante Matty Healy en Los Ángeles en 2024.MEGA (GC Images)
David Letterman posa en chándal en su casa en 1984.Susan Wood/Getty Images (Getty Images)
El actor Jason Statham en Londres en 2024.Neil Mockford (GC Images)

Fue un artículo de 2015 de Buzzfeed uno de los primeros en subrayar este fenómeno, tras el JustinTherouxGate. Titulado “Los pantalones de chándal grises son lo más potente que un hombre puede llevar”, indica que esta prenda llevaba tiempo siendo el objeto de la sensualidad definitivo en el instante que llega el otoño. El otoño ha llegado y, con él, las fotografías de hombres enfundados en esta prenda, por lo que pronto veremos cómo esos perfiles que durante el verano se llenaron de fotos en moda de baño pasan ahora a subir imágenes en las que el chándal más revelador se convierte en el imán definitivo de la sensualidad. Si las bicicletas (y las bermudas) son para el verano, el chándal es para el otoño.





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