De la política al Tinder: ¿por qué tantos hombres siguen mintiendo sobre su estatura?
Ya sean las alzas que un candidato muestra en un mitin a esos centímetros que un soltero añade a su altura en una aplicación de ligue, el tema de la talla masculina sigue obsesionando al mundo
“¿Cuándo terminará la obsesión por la altura de los hombres?”, se preguntaba justo hace un año The Guardian. Atendiendo a los comunicados de las aplicaciones de contactos, ha terminado ya: la aplicación de citas Bumble asegura que la altura ya no es un asunto importante para más del 30% de las personas solteras que emplean la aplicación. Atentiendo a los hechos, se diría que no termina nunca: el filtro de la estatura es uno de los más empleados en la aplicación...
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“¿Cuándo terminará la obsesión por la altura de los hombres?”, se preguntaba justo hace un año The Guardian. Atendiendo a los comunicados de las aplicaciones de contactos, ha terminado ya: la aplicación de citas Bumble asegura que la altura ya no es un asunto importante para más del 30% de las personas solteras que emplean la aplicación. Atentiendo a los hechos, se diría que no termina nunca: el filtro de la estatura es uno de los más empleados en la aplicación y muchos hombres añaden algunos centímetros a su altura y constatan aquella vieja frase hecha de que el tamaño importa. El maquillaje sobre la altura de un hombre ha entrado en la carrera presidencial estadounidense. Politico dedicó en octubre un largo reportaje a analizar si el (caído) candidato republicano Ron DeSantis ha mentido sobre su estatura y utiliza zapatos con alzas ocultas.
Más hechos: según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la media de altura de los hombres españoles es de 174 centímetros. Pero basta con echar un rápido vistazo a las aplicaciones de citas para descubrir que sus miembros no forman parte de los estudios, pues una gran mayoría sobrepasa (al menos, según dicen) esa estatura. ¿Podría la neurociencia explicar por qué tantos mienten respecto a su estatura? Louann Brizendine, autora de El cerebro masculino, un libro imprescindible para comprender la mente del hombre, cree que es muy sencillo. “Los hombres mienten sobre su altura en las redes sociales y en las aplicaciones de citas para aumentar su atractivo para las mujeres, ya que creen que las mujeres prefieren a hombres más altos y fuertes. Se considera que los hombres más fuertes pueden proteger más a las mujeres y darles un mejor nivel de vida, ya que tienen más poder y el estatus se suele asociar a los hombres más altos”, explica. “El rasgo masculino de la altura ha sido socialmente deseable desde que los científicos los han estado estudiando, y en las redes sociales los hombres intentan mostrarse a sí mismos de las formas más deseables posibles”, señala. Aclara que las mujeres pueden hacer algo similar cuando se refieren al tamaño de sus senos, y asegura que tampoco es extraño que, tanto hombres como mujeres, mientan acerca de su edad en las redes sociales.
Relacionar la estatura con la capacidad de protección puede resultar algo sorprendente (e incluso primitivo) para algunos, pero al consultar con diversas mujeres solteras, es habitual que muchas piensen así. Es el caso de Ariadna, una física de 29 años. “Me gusta sentirme pequeña y protegida. Reconozco que si el hombre es de mi altura, o más bajito, me falta esa protección. Sin duda, uso la estatura como una guía. Si en las aplicaciones de citas un hombre dice medir 175 cm ya me huelo que será más o menos de mi altura (mido 170), y confieso que ese dato ya me sirve para descartar a esa persona. Puede sonar frío, pero en realidad, en las aplicaciones estamos poniendo el filtro que nosotras queremos en la vida. Quizás en un encuentro en la vida real un hombre bajo podría conquistarme, pero en estas aplicaciones ni siquiera le daría una oportunidad. Por eso me he borrado estas apps, porque quiero empezar a conocer a la gente por dentro”.
Aplicaciones como Bumble, conscientes de que a veces sus usuarios establecen unos filtros que acaban siendo demasiado exigentes, optaron hace ya algunos meses por “suavizar los filtros” para que los usuarios se abriesen a pretendientes que saliesen de sus exigencias más inmediatas. “¿Estás viendo que aparecen usuarios en la lista de perfiles que no encajan con el criterio que has establecido? Probablemente sea porque hemos introducido una nueva funcionalidad para suavizar tus filtros para darte la oportunidad de ver usuarios fuera de tus preferencias”, indican.
Hasta ídolos incontestables como Miguel Herrán han sufrido los complejos de no medir lo suficiente. El actor lo recordaba en una entrevista con El País Semanal, en la que explicó que, de pequeño, sus compañeras de clase le decían que aunque era muy guapo, era demasiado bajito (mide alrededor de 170 cm). Por eso, no resulta tan extraño que, según un estudio estadístico de OkCupid, los hombres suelan añadir unos cinco centímetros más de altura a su perfil. Un popular vídeo de TikTok muestra a una mujer que acaricia la idea de medir a sus citas de la plataforma Hinge para asegurarse que si cumplen con la altura que aseguran tener en su perfil.
“Mido 172 cm y reconozco que en las aplicaciones pongo que mido 176 cm. Aunque en más de una ocasión mis citas, al verme cara a cara, me han dicho que soy más bajito de lo que esperaban, creo que cuatro centímetros de más no es algo exagerado. Encontré a mi expareja en una aplicación de dating, y con el tiempo, reconoció que si hubiera puesto mi altura real, jamás habríamos hecho match, por lo que no me arrepiento”, reconoce Javier G, account manager de 33 años. “Teniendo en cuenta que, en promedio, los hombres más altos tienen más estatus y poder, la tentación de mentir o exagerar la altura en el perfil de las redes sociales de un hombre lleva a que más mientan sobre la altura”, explica Brizendine.
Sin embargo, es innegable que la altura es algo que se tiene muy en mente, en especial cuando quien busca pareja tiene una estatura que se aleja de los cánones más habituales. Así lo asegura Sara García, consultora de comunicación de 41 años, que mide 1,82 cm. “Creo que es algo que se tiene en cuenta cuando eres más alto, pero porque desde que eres niño, te ponen en la fila de atrás para las fotos, en tu comunión te ponen sola, que parece que te estás casando, y todo el mundo se asegura de recordarte constantemente lo alta que eres. Entonces, si no tienes un entorno que lo normaliza, como en mi caso, que mis amigas eran altas, entiendo que piensas que la altura es algo que importa. Sin embargo, en Alemania o EE UU nunca he visto este tema como una barrera, aunque quizás sea porque de por sí, la gente de media ya es más alta”, explica. “Aunque nunca he sentido que ligar con chicos que no tuvieran mi estatura fuera una barrera, sí es cierto que siempre he buscado una compensación en estructura física, porque en el caso de que ellos fueran algo más bajos que yo, me sentía atraída por chicos más fuertes. Pero reconozco que cuando ligaba online, la estatura sí era algo que me inquietaba, y por eso siempre lo ponía en mi perfil. Lo curioso es que me daba mucha pereza pensar en llegar y que me dijeran ‘¡Qué alta eres!’ Por cierto: siempre lo hacían”, añade.
El triunfo del hombre de 1,70
Al hablar de parejas en las que el hombre es más bajo que la mujer, es bastante complicado no mencionar el caso de Tom Cruise (que ronda, o eso dice, los 170 cm) y Nicole Kidman, que mide 1,80. Lo cierto es que el actor, pese a que siempre ha asegurado estar muy orgulloso de su altura, llevaba en la alfombra roja alzas para que, visualmente, la diferencia de estatura entre ambos no fuera muy visible. Nicolas Sarkozy mide 160 y Carla Bruni,177. Cuando posaron juntos en la portada de Paris Match, a nadie le pasó inadvertido el hecho de que la modelo y cantante le llegara al expresidente por la barbilla. Se generaron tantos memes que la propia publicación se vio obligada a aclarar que en la fotografía seleccionada como portada, Sarkozy se encontraba “casualmente” en un escalón superior al haber sido tomada la imagen ante una escalera frente a la casa de la pareja.
La diferencia de altura fue también muy comentada, en mejores términos, gracias a la pareja que forman Tom Holland y Zendaya, a los que separan 10 centímetros de altura (a los que hay que sumar los que añaden los tacones que ella ha lucido en algunos estrenos en los que posó con él, como el de Spider-Man: No Way Home, en la que trabajaban juntos y cuyo tour promocional se convirtió en un improvisado homenaje a las diferencias de estatura. Una diferencia que también mostraron sin complejos la actriz Sophie Turner y el cantante Joe Jonas. Daniel Radcliffe, Bruno Mars, Jeremy Allen White o el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski son otros ejemplos de hombres que son menudos y a la vez sexis, exitosos o deseables.
En la gran pantalla, rara vez observamos llamativas diferencias de estatura. Sin embargo, la directora de casting Marta Noguera niega que la altura de los actores se tenga en cuenta a la hora de un reparto. “Nunca me he encontrado en un proceso de casting en el que tuviéramos que tener en cuenta la altura de los actores y las actrices, incluso a la hora de crear parejas. No creo que sea importante. De hecho, muchas veces no sabemos ni cuánto miden, especialmente si es un proceso en el que pedimos grabaciones amateur de los intérpretes”, explica. “Como anécdota personal, en un proyecto que hice durante la pandemia, hicimos todo el casting a través de ese tipo de grabaciones y al llegar al momento del visionado, conocí a todos los actores y actrices y me quedé sorprendida de lo altísimos que eran todos. ¡Nunca lo hubiera dicho, ni por las self-tapes ni por la película!”, asegura. En el cine se tolera el engaño. En Tinder no deberíamos.
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