Cómo Martin Scorsese se convirtió en el rey de TikTok al cumplir 81 años
No es el único director que bordeando los 80 años se maneja en las redes sociales: Coppola da lecciones de cine en Instagram y Paul Schrader intenta que Facebook no caiga en el olvido
Joe Dante no pierde las buenas costumbres. El pasado 31 de octubre, el veterano director de Gremlins, Piraña y tantas otras se asomaba a la red social X para desear un feliz Halloween “a espectros y transeúntes” y anunciar, de paso, una nueva entrega de su podcast sobre cine, The Movies That Made Me. Pocos meses antes había recurrido a la red de Elon Musk para despedirse de un colega ilustre, ...
Joe Dante no pierde las buenas costumbres. El pasado 31 de octubre, el veterano director de Gremlins, Piraña y tantas otras se asomaba a la red social X para desear un feliz Halloween “a espectros y transeúntes” y anunciar, de paso, una nueva entrega de su podcast sobre cine, The Movies That Made Me. Pocos meses antes había recurrido a la red de Elon Musk para despedirse de un colega ilustre, William Friedkin, fallecido el 7 de agosto.
Dante, jubilado del cine desde que dirigió en 2018 un episodio de la (olvidable) antología de terror Nightmare Cinema, hace un uso de las redes sociales perfectamente compatible con los hábitos de los boomers más veteranos: solo se acuerda de ellas para publicar necrológicas y felicitar cumpleaños. Sigue así el ejemplo de otros cineastas de su generación, empezando por John Carpenter, que va al frenético ritmo de un tuit cada par de meses, Brian De Palma, que se bajó de Instagram hace ya un lustro, o de David Lynch, que pisó las redes por última vez cuando aún parecía posible que Bernie Sanders se convirtiese en presidente de los Estados Unidos.
Hay excepciones, por supuesto. La más llamativa es la de Martin Scorsese, que hoy cumple 81 años y es más activo que nunca en múltiples plataformas, de Instagram a TikTok pasando por X o Letterboxd. En opinión de Stuart Heritage, redactor de The Guardian, “cuando llegue el momento de hacerle justicia a su legado, Scorsese será recordado como un pionero”, el hombre que “asumió la tarea de explorar las posibilidades expresivas de una forma de arte” que languidecía “en la estupidez y el oprobio”. Esa forma de arte es, por supuesto, TikTok.
Scorsese es un narrador excepcional y un espíritu inquieto. De ahí que se haya lanzado a la aventura de producir contenido para la red social china con un entusiasmo y una creatividad poco menos que insólitos. Claro que ha contado en el empeño con una aliada magnífica: su hija menor Francesca, de 23 años, actriz de carrera aún incipiente y alumna de Cine y Arte Contemporáneo en una escuela filial de la Universidad de Nueva York, Tisch, la misma a la que acudió su padre. Ella es el cerebro tras la operación. La encargada de tender un puente intergeneracional entre los supervivientes del Nuevo Hollywood de la década de los setenta y los que nacieron entrado ya el siglo XXI.
Tal y como explica Heritage, la huelga de actores de Hollywood obligó al veterano cineasta “a asumir en solitario las tareas de promoción de su última película”, Los asesinos de la luna, estrenada en octubre. Francesca le sugirió que, en lugar de embarcarse en un extenuante tour por Estados Unidos, hiciese un uso “original y llamativo” de las redes. Primero, de su perfil de Instagram. Y, a continuación, de TikTok, la plataforma de ocio audiovisual interactivo que de verdad entusiasma a la generación Zeta.
El poder del perro
Echen un vistazo al siguiente vídeo. Se trata de una pieza de apenas cien segundos en el que Scorsese nos cuenta que ha visto la luz y encontrado a una nueva “musa”.
Tras 50 años dirigiendo a intérpretes del calibre de Leonardo Di Caprio, Robert De Niro, Al Pacino, Ellen Burstyn, Margot Robbie, Michelle Pfeiffer, Willem Dafoe o Winona Ryder, se ha decidido a darle la alternativa a “nuevos talentos” que puedan llevar su obra cinematográfica “a una nueva dimensión”. De ahí que esté entrevistando a una estrella en ciernes, Oscar, el pequeño Schnauzer cejudo y mofletudo de Francesca.
El animal, plantado frente a él sin mover un músculo, es exhortado por el director de Taxi Driver a “mostrar miedo, mostrar amor, mostrar tristeza, mostrar trascendencia”. La nueva “musa”, el proyecto de actor del que todo el mundo, según Scorsese, tiene “grandes cosas que decir”, no hace nada. Se queda quieto, en un plano fijo de una deliciosa tensión dramática, hasta que, con indolencia canina, flexiona las patas y se acuesta sobre el sofá. “¡Eso ha sido brillante!”, proclama Scorsese, “¡Oscar, el papel es tuyo!”.
El guion lo escribió Francesca. La escena fue concebida, planificada, ejecutada y montada en apenas un cuarto de hora. Minutos después estaba colgada en el perfil de TikTok de la menor de los Scorsese. A Martin le sorprendió, según explica Maya Salam en The New York Times, lo “ágil y eficiente” que resultó todo el proceso. El único “efecto especial” al que recurrieron padre e hija fue ofrecerle al casi siempre impertérrito Oscar una golosina para conseguir que cambiase de postura.
No fue la primera aparición de Martin en el TikTok de Francesca, pero sí la de mayor éxito hasta la fecha, la que demostró al director que un gag visual así de sencillo podía suscitar más de 100.000 reacciones favorables y miles de comentarios en muy pocas horas. Existe un atajo para llegar al corazón de la Generación Z. Y está al alcance de cualquiera. Incluso de los directores octogenarios que hacen películas de más de tres horas.
Aprende, Marvel
El éxito viral del casting de Oscar incitó a la comunidad tiktoker a recuperar los anteriores cameos de Scorsese en la cuenta de su hija, que se remontan a mediados de 2021. Entre ellos, esta otra perla, en la que Francesca comprueba lo poco familiarizado que está Martin con el argot juvenil contemporáneo.
La pieza supera ya los dos millones de visionados y sigue suscitando comentarios entusiastas: “Todo lo que toca este hombre se convierte en cine”. “Aprende, Marvel”. “Imaginen lo lindo que deber ser tener como padre a Martin Scorsese”. “Qué buena época para estar viva”.
Aunque el origen de esta webserie improvisada habría que buscarlo en un primer vídeo de solo 22 segundos, subido a TikTok en julio (IX), en que Francesca certificaba lo mucho que disfruta su padre “haciendo el ganso”.
Al ver al director acunando a un cachorro o partiéndose de risa en compañía de compinches como Harvey Keitel o Robert De Niro, los seguidores de Francesca empezaron a mostrar interés por ese señor mayor de apariencia amable, divertida y cercana. Alguno incluso aseguró estar dispuesto a ver “alguna de sus películas”.
Lisa Respers France, redactora de la CNN, encuentra “conmovedor” que el hombre que “firmó clásicos de la envergadura de Toro salvaje, Taxi Driver o Uno de los nuestros se haya tomado la molestia de probar suerte en TikTok y acudir así al encuentro de un nuevo público”. Para Respers, “es la prueba de que el verdadero talento puede exportarse casi a cualquier formato” y de que las personas como Scorsese “nunca dejan de aprender y de descubrir cosas nuevas”.
También por influencia de su hija menor Martin se ha incorporado a Letterboxd, la aún bastante minoritaria plataforma para Android e iOs que pretende ser “punto de encuentro para amantes del cine y las películas”. Aunque el director de Queens no se ha decidido aún a publicar críticas, sí que ha elaborado listas de algunas de las películas que más le han hecho disfrutar últimamente. Entre ellas, Lourdes, de Jessica Hausner, La toma del poder por parte de Luis XIV, de Roberto Rosselini, o Chantaje en Broadway, de Alexander Mackendrick.
El padrino está en Instagram
Scorsese no es el único cineasta de su generación que se ha asomado en los últimos años, con renovado vigor, a las redes sociales. Francis Ford Coppola también ha encontrado en ellas una vía de acceso preferente a un nuevo público. El pasado mes de mayo, con toda la pompa y circunstancia que merecía la ocasión, el creador de Apocalypse Now, El padrino o La ley de la calle inauguraba su cuenta de Instagram: “Me incorporo oficialmente al mundo de las redes sociales”, contaba Coppola, “con la esperanza de compartir en ellas algunos de los momentos más interesantes de mi vida y mi carrera, en especial, los relacionados con la gestación de mis películas. Una de las sorpresas más grandes que te depara la vida es descubrir que te has hecho mayor. Sin embargo, encuentro un cierto consuelo en la idea de que a casi todo el mundo le gusta escuchar las historias que les cuentan sus abuelos”.
Desde entonces, el ilustre recién llegado ha venido publicando tanto informaciones relacionadas con su nuevo proyecto, Megalópolis, cuyo estreno está previsto para mediados de 2024, como las prometidas historias del abuelo. Aunque es probable que su mejor contribución a la cultura digital hasta la fecha sea el Ask Me Anything (pregúntame lo que sea) al que se sometió el pasado mes de junio. En él aseguró que la película por la que le gustaría ser recordado es La conversación, que piensa “muy a menudo” en el Imperio Romano, que aborrece los videojuegos o que no se arrepiente de haber contratado a Diane Keaton para el papel de Kay en El padrino.
Queda, por supuesto, mencionar a Paul Schrader, otro integrante de la generación de autores que irrumpió para transformar el cine estadounidense a finales de los sesenta. Para Stuart Heritage, hablamos del hombre que ha asumido en solitario “la tarea de que Facebook no caiga en la irrelevancia”. Jorge Cotte ha dedicado un hilarante artículo en Complex a los posts “salvajes e incendiarios” del hombre que filmó Mishima y American Gigolo. Su crítica de Avatar: El camino del agua le parece una obra maestra (“Empieza la película. Aparecen un montón de cosas chulas en pantalla. Y la película se acaba”). Sus experiencias como frecuentador de grandes superficies comerciales le entusiasman. Le suscita una cierta ternura que pida ayuda a la comunidad porque no sabe cómo reproducir sus listas de iTunes. Y se solidariza con él “cuando muestra su desdén por Elon Musk y su amor por Taylor Swift”.
Jo Light, de No Film School, también piensa que el Facebook de Schrader es “un artefacto cultural de primer orden”. Su autor lo ha utilizado como arma arrojadiza contra artistas de su generación a los que considera “acabados”, como Brian de Palma, cuya obra reciente desprecia sin apenas matices. También para discutir con el resto de usuarios sobre las virtudes de películas actuales como Us, de Jordan Peele.
Entre sus últimas aportaciones destaca un recuerdo póstumo a su “compadre”, el director de fotografía John Bailey, un poema de Michael Weston King, una encendida defensa de la ética empresarial de Robert de Niro después de que la compañía del actor recibiese una multa millonaria por discriminación de género en el despido de uno de sus asistentes o una foto de Margo Timmons, de la banda Cowboy Junkies, tocando una versión de Sweet Jane en la sala City Winery de Nueva York. No duden en pasarse por la cuenta de este hombre y, si les apetece, dejar caer algún comentario. Schrader contesta con frecuencia.
Puede que las cuentas en X de Joe Dante o George Lucas sean jardines descuidados. Pero el TikTok de Martin y Francesca Scorsese es un repositorio de arte audiovisual en miniatura, el Instagram de Coppola es un curso acelerado de cine y el Facebook de Schrader, el lugar al que se acude para cruzar mensajes con uno de los cascarrabias más lúcidos del planeta.
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