Casio, de un obrero japonés a las letras de Shakira: la verdadera historia del reloj del que habla todo el mundo
La polémica suscitada por la letra de BZRP Music Sessions #53 ha puesto en el punto de mira a la empresa liderada por cuatro hermanos tokiotas de clase humilde que revolucionaron el mundo de la relojería con el primer reloj digital y asequible
“Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio. Vas acelerao, dale despacio”. Esta estrofa es uno de los dardos que supuestamente Shakira lanza a su expareja Gerard Piqué en su última canción BZRP Music Sessions #53, y que ha convertido las letras de la barranquillera en un foco de debate mediático sobre sororidad, venganza femenina y monetización. Con más de 150 millones de visualiza...
“Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio. Vas acelerao, dale despacio”. Esta estrofa es uno de los dardos que supuestamente Shakira lanza a su expareja Gerard Piqué en su última canción BZRP Music Sessions #53, y que ha convertido las letras de la barranquillera en un foco de debate mediático sobre sororidad, venganza femenina y monetización. Con más de 150 millones de visualizaciones en YouTube, el sencillo ha convertido también en trending topic y estrellas a varios de los elementos que menciona. Y uno de ellos es un reloj que casi todos hemos tenido en casa. Se llama Casio.
Piqué ha parecido seguirle el juego a su ex, primero al llegar a su lugar de trabajo montado en un Renault Twingo y posteriormente afirmando medio en broma y con el puño en alza para enseñar su Casio, que la firma japonesa de relojes sería la patrocinadora de un próximo proyecto conjunto. La multinacional Casio lo ha desmentido, además de aclarar a través de redes sociales que muchos mensajes atribuidos a la marca son de cuentas falsas.
En todo caso, la marca sí ha hablado. “Nos encanta que esto nos salpique”, se podía leer en Instagram, referencia directa a la letra escrita por Shakira. Para Sergio Magán, consultor en Marketing digital y experto en Instagram, la polémica suscitada por Shakira con esta canción ha podido derivar en una campaña gratuita para Casio a nivel mundial, que difícilmente podríamos cuantificar económicamente. “En la actualidad, y con la llegada de las redes sociales, las marcas han dejado de ser propietarias absolutas de su forma de comunicar. Esta polémica es un claro ejemplo, y Casio ha estado hábil a la hora de subirse a la ola y aprovechar la repercusión mundial al que ha sido expuesta su marca”. “Me gustaría contrastar la manera de actuar de Casio con la que ha tenido Rolex”, prosigue el experto. “Al tratarse de una marca exclusiva y prestigiosa ha decidido mantenerse al margen de la polémica ya que la canción destaca precisamente ese valor de ella”.
Aunque hace unos días, a través de su única cuenta verificada de Twitter, la marca de relojes afirmó que todo es un bulo y esos comentarios proceden de cuentas falsas o parodias desvinculadas al organismo oficial. Un tuit de esta misma cuenta hizo alusión con emoticonos a la noticia: ”Hoy tenemos bastantes notificaciones por una mención a CASIO en una canción. Los (relojes y teclados) y las (calculadoras) CASIO son de y para toda la vida”.
Con la polémica servida que ha divido el mundo en dos equipos según un baremo de clase social, edad o género, su plena actualidad es un buen momento para repasar la longeva historia de una marca que digitalizó, en parte, la vida de sus clientes. Fundada en 1946 por Tadao Kashio, un modesto obrero japonés que empezó su carrera fabricando cacerolas y sartenes, fue concebida en sus inicios como una pequeña fábrica subcontratada que producía piezas y engranajes para microscopios. Con la posterior unión de sus tres hermanos Toshio, Kazuo y Yukio al negocio, cambió por completo el perfil de la empresa hacia el ámbito de los inventos.
El primero de ellos lo ideó Toshio, ingeniero de profesión, con una boquilla para cigarrillos montada sobre un anillo que permitiera fumar mientras la persona trabajaba, hobby favorito de la sociedad nipona durante la posguerra. Su primer impacto en la historia del diseño industrial vendría en 1957, con el lanzamiento de una calculadora compacta totalmente eléctrica, el modelo 14-A, ya bajo el nuevo nombre de la empresa Casio Computer Co. Este diseño fue la antesala de Casio Mini, fabricada en 1972, la calculadora de uso personal más pequeña del mundo (contenía un cuarto del tamaño de los modelos convencionales) que sería el primer gran superventas de la empresa, con un un millón de unidades vendidas en 10 meses.
En esa misma década, la empresa de los hermanos Kashio se adentró en un nicho apenas explorado dentro del campo comercial en la relojería, un movimiento muy oportuno por la crisis del cuarzo que comenzaba a palparse: la fabricación de relojes digitales con la tecnología que Casio había desarrollado para sus calculadoras. Además de mostrar las horas, minutos y segundos en su esfera, el Casiotron lanzado 1974 se convertiría en el primer reloj con calendario automático del mundo, además de presentar funciones avanzadas para el momento, como el cronómetro o la hora mundial.
Desde entonces, y hasta los años noventa, Casio se trasformó en una factoría de relojes icónicos que definieron el imaginario de una generación preinternet, con famosos referentes como el modelo futurista que luce Michael J. Fox en Regreso al Futuro (un Casio CA53W , el mítico reloj con calculadora digital que todos los niños querían tener y que la marca tuvo que reeditar hace unos años bajo una fuerte demanda) o el que adorna la muñeca de Sting en la portada del sencillo Wrapped around your finger (1983) de The Police, el modelo Casio J100, convertido en toda una rareza entre coleccionistas de la marca.
La fiebre por Casio (y no solo hacia sus relojes, no olvidemos los sintetizadores Casiotone) es avivada cada cierto tiempo por nostálgicos de la cultura boomer y defensores de la nostalgia fabricada en cadena, que ficciones como Stranger Things han sabido monetizar. Uno pierde la cuenta de los relojes Casio que se suceden por las muñecas de los habitantes de Hawkins, como el Casio B640WD-1AV que lleva Jim Hopper, reeditado por la marca en la actualidad por menos de 40 euros. Pero es difícil rebatir su pertinencia. En un mercado cuyo imaginario está dominado por las marcas de lujo, Casio es un reloj asequible capaz de presumir de estatus de icono sin necesidad de complicaciones ni ediciones limitadas, un equivalente a lo que las zapatillas Converse o los vaqueros Levi’s significan en el mundo de la moda: iconos por derecho propio con una legitimidad a prueba de bombas.
Su asociación a nuestra propia juventud se ha convertido en una lucrativa vía de negocio para la marca japonesa. Prueba de ello fue el lanzamiento de su línea vintage, que apela al nostálgico con la versión en acero inoxidable del Casio F91, conocido como el reloj de los taxistas y que fue el reloj digital más vendido de la historia. O los nuevos acabados del LA670WEGA-9D, el mini reloj con correa de metal que todo geek debía llevar a principios de los 2000.
Pero esa atracción por sus carcasas juguetonas y correas de plástico, esa aparente simpleza tecnológica a un precio asequible, no es solo cosa de nostálgicos. La línea G-Shock, nacida en 1983 como un diseño irrompible para deportes de exterior y favorita entre los bomberos estadounidenses durante mucho tiempo, ha sido el gran revival de los 2000 que consiguió poner de acuerdo a personajes tan variopintos como Spike Lee (que lo llevaba en naranja fosforito), Enrique de Gales, Justin Bieber, Benicio del Toro o John Mayer.
En concreto, la serie DW-6900, más compleja, con una esfera de mayor tamaño y carcasas compactas de colores, podría bautizarse como el reloj de los raperos, ya que Eminem, Kid Cudi, Snoop Dogg, Kanye West o Pharrell Williams (estos dos últimos compartieron la misma versión en blanco del modelo BAPE X G-Shock en colaboración con New A Bathing Ape) lo lucieron a menudo sobre sus muñecas.
Pero si existe un rapero capaz de transformar a una marca low cost como Casio en sinónimo de nueva elegancia masculina, ese ha sido Tyler, The Creator. El artista y productor californiano, conocido por su peculiar estilo a caballo entre un personaje de Wes Anderson y universitario rebelde, ha sido imagen de Gucci, colabora con Lacoste y posee una de las marcas de culto más deseadas, Golf Le Fleur, que aglutina además de ropa y zapatillas diseñadas junto a Converse, lacas de uñas, perfumes y maletines de viaje. Y se ha dejado ver en varias giras y entregas de premios con el modelo analógico Casio MQ24- 9B, disponible por unos 22 euros en la web oficial de la marca. Uno idéntico con la esfera blanca es el reloj con el que el Papa Francisco ha sido retratado en repetidas ocasiones desde hace años. El Papa Juan Pablo II siempre fue fiel, al igual que muchos líderes políticos y artistas, a su Rolex Datejust dorado. Pero eso ya es la letra de otra canción.
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