Ropa de trabajo y las sandalias de su infancia: así es la primera colección para Zara del artesano Javier S. Medina
El creador que ha convertido la cestería en objeto de deseo ha colaborado con la línea masculina de la firma de Inditex en una selección de prendas que mezcla las raíces y lo mejor de la moda de ahora, y que sale a la venta el 2 de junio
A Javier S. Medina (Badajoz, 44 años), la idea de cambiar el taller por el ordenador en un despacho no le sienta nada bien. Criado en la trastienda de su padre, zapatero de profesión y siempre con el recuerdo de un abuelo que se ganaba la vida restaurando muebles y persianas, tocar la materia prima y trabajarla de cerca le viene de familia. “Lo mío es estar en el taller, creando y poniendo mi mente en eso. Pero ...
A Javier S. Medina (Badajoz, 44 años), la idea de cambiar el taller por el ordenador en un despacho no le sienta nada bien. Criado en la trastienda de su padre, zapatero de profesión y siempre con el recuerdo de un abuelo que se ganaba la vida restaurando muebles y persianas, tocar la materia prima y trabajarla de cerca le viene de familia. “Lo mío es estar en el taller, creando y poniendo mi mente en eso. Pero ahora, con tantos nuevos proyectos, es lo que hay”, responde vía telefónica a ICON, en uno de los pocos minutos que puede disfrutar de su renovado espacio de la calle Escorial 28, en el barrio madrileño de Malasaña. En esta tienda taller su equipo sigue elaborando a mano y con materiales naturales como el mimbre o el ratán las cabezas de animales —bautizadas por el mismo como ‘trofeos ecológicos’— que hicieron enloquecer a Sarah Jessica Parker durante su visita relámpago a nuestro país hace unos años, y que han dado la vuelta al mundo en los escaparates de Loewe.
Esa manera artesanal de recuperar oficios tan antiguos como la cestería o las labores en esparto que le valió el premio Madrid Craft Week en 2021, cambia ahora de registro al frente de una colección de moda de hombre para Zara, su debut en el diseño de moda y la primera de la división masculina de Inditex en contar con un diseñador de nuestro país. La cápsula, a la venta a partir del 2 de junio en zara.com y en tiendas seleccionadas con precios que van desde 7,95 a 59 euros, es un retrato fiel del universo de Medina, inspirado en la ropa de trabajo que llevaba su padre y las prendas de los hombres en el campo. Ese estilo worker y pausado que representa a tres generaciones de artesanos se mezclan con las prendas que el propio Medina utiliza en su taller, como la chaqueta de patrón afrancesado, los pantalones de pernera ancha o las sobrecamisas holgadas, que viajan directamente a su infancia. “Hoy en día sigo usando muchas de las camisas antiguas que llevaba de mi padre. Antes veías a a un señor en el taller o labrando y pensabas: ‘¡Qué gustazo, cómo viste!’. He querido transmitir un poco de eso”, confiesa.
Su vínculo estrecho con la artesanía haría pensar como paso lógico una primera colaboración con Zara Home (la línea de decoración del grupo) en vez de moda, pero Medina ya había experimentado con este ámbito en el pasado para el desfile de Carlota Barrera de primavera-verano 2019. “Cuando me llegó la propuesta al principio sentí un poco de miedo, pero Inditex ahora está viviendo un gran cambio y quiere vincularse a artesanos”. Crear un proyecto en el que pudiera contar su historia, acorde a su discurso y producirlo íntegramente en España y Portugal, fue decisivo para que Medina se implicara en todo el proceso. “Me gustan los retos, emprender algo nuevo que resulte creativo. Para mí lo importante es hacer un producto que cuente quién soy y de dónde vengo. Así es como trabajaba mi familia y eso quedó en el inconsciente hasta que vio la luz en mi trabajo”, revela.
Aunque carecía de conocimientos sobre patronaje, Medina se encargó de diseñar los bocetos de cada prenda en la colección y ha participado de forma activa en la elección de los tejidos y colores, basados en tintes naturales y con una paleta muy suya de tonos neutros como beis, azul oscuro o blanco junto a notas más vibrantes. “Al ser una colección de primavera-verano quería romper con lo de siempre y añadir tonos intensos como naranja butano o azulón, además de rayas de colores”. Incluso se atreve con un estampado óptico en blanco y negro para una chaqueta de caja cuadrada, una de las prendas más potentes de la colección. La tela es un recuerdo de las mantas antiguas que se elaboraban en los pueblos a partir de retales. “Me centré en representar lo que soy yo”, explica.
Como prenda favorita, Medina cita una camisa de rayas amarillas con una bermuda a juego para llevarla a medio abrochar, como volada por el viento de los campos extremeños. “Mi padre las llevaba así, y creo que no me la voy a quitar en todo el verano”. La colección, que desprende cierto carácter unisex en el tiro alto de los pantalones o el patrón de las camisas, se amplía con todo tipo de complementos como bandoleras de asa larga para llevarlas sobre un solo hombro, bandanas, cinturones, calcetines y tres modelos de sandalias. “Este calzado es un guiño a las que llevaba de pequeño. Las fabricaba mi padre y solía ponérmelas con calcetines”.
El aire contemporáneo de la colección habla de relajación, artesanía y texturas vividas, valores muy actuales y compartidos por enseñas como Bode, la firma neoyorquina conocida por sus piezas acolchadas en tejidos de patchwork; Peek Sou, la marca comisariada por el fotógrafo chino Owen Wong, o el universo de Simon Porte Jacquemus: “Todos reivindicamos la artesanía y el Mediterráneo, al fin y al cabo”, apunta S. Medina. De hecho, la campaña está fotografiada por David Luraschi, —un artista franco-estadounidense afincado en París y conocido por sus disparos melancólicos para revistas como American Vogue, M Le Monde y Apartamento—, que publicó el pasado verano el libro de fotografías Ensemble (editado por Loose Joints), que evoca los paisajes azotados por el viento de la Camarga en un proyecto encargado por Jacquemus desde 2017. En esta ocasión son los campos de encinas de Extremadura la inspiración de toda la campaña protagonizada por el modelo Duncan Yair, que ha desfilado para Versace y Jacquemus, además de posar para un editorial de moda en el pasado número de abril de la revista ICON. “Extremadura es la tierra donde me crie pero también pasé mucho tiempo en un pueblo portugués llamado Elvas, patrimonio de la humanidad, en la frontera con España. Las imágenes representan ambos lugares que inspiran mi trabajo cada día”.
La campaña se completa con un vídeo que muestra a Javier S. Medina en la cotidianidad de su taller de Malasaña, ahora ampliado con el nuevo bar cafetería Pan y Pepinillos. “Para mí lo importante es que se identifique la colección conmigo, que la ropa transmita mi visión de la moda”. El resultado parece cumplir las expectativas. Inmerso en el proyecto de varias piezas exclusivas para la cadena de hoteles Edition y con una exposición en Nueva York en camino, Medina no descarta en un futuro crear su propia línea de ropa. “Me gustaría diseñar algo más pequeño e íntimo. Esta colección ha abierto la caja de Pandora, es una manera creativa de expresar muchas cosas que aún me quedan por contar”.
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