Wos, el rapero que convirtió su música en grito político: “Hay que entender por qué a los jóvenes les interpela lo que les interpela”
El artista argentino que vio cómo sus canciones acababan siendo parte del estallido social de Chile acaba de sacar nuevo disco y se encuentra inmerso en una gira por siete ciudades de España
No hay adolescente aficionado a la música que no fantasee con ser escuchado por miles de personas o, incluso, con que sus canciones cambien el mundo. El rapero argentino Wos, nombre artístico bajo el que se presenta Valentín Oliva (Buenos Aires, Argentina, 23 años), no solo convive con que sus grabaciones en Spotify o YouTube acumulen un mareante número de escuchas, varias por encima de los 1...
No hay adolescente aficionado a la música que no fantasee con ser escuchado por miles de personas o, incluso, con que sus canciones cambien el mundo. El rapero argentino Wos, nombre artístico bajo el que se presenta Valentín Oliva (Buenos Aires, Argentina, 23 años), no solo convive con que sus grabaciones en Spotify o YouTube acumulen un mareante número de escuchas, varias por encima de los 100 millones, sino también con que uno de sus temas, Canguro, adquiriese rango de himno político durante el estallido social de Chile en 2019.
“Fue algo impresionante. No puede haber nada más lindo que sentir que uno está acompañando a toda esa gente que lucha por lo suyo”, cuenta a ICON el rapero, en cuya letra denunciaba el conformismo y animaba a salir a la calle para combatir la precariedad. Surgida en los compases finales del Gobierno de Macri, en plena crisis económica, Wos justifica su alcance en el carácter universal de la canción: “Lo que dice es extensivo a toda Latinoamérica y a toda nuestra historia, donde las situaciones de desigualdad se repiten una y otra vez. Creo que por eso representó a tanta gente y saltó a Chile”.
Oliva se encuentra estos días en España para cerrar la gira internacional de su primer disco largo de estudio, Caravana (2019), que le está llevando por siete ciudades. En Barcelona, debido a la alta demanda de entradas, programó un segundo concierto. Tras la doble actuación en la capital catalana, Pamplona y Granada, recalará el martes 30 de noviembre en Madrid, para continuar en Alicante (3 de diciembre) y Tarragona (4 de diciembre). “Está siendo hermoso, estoy visitando lugares que no conocía y la gente me ha dado un recibimiento increíble, estoy muy agradecido”, afirma.
Su visita ha venido acompañada de la publicación, la semana pasada, de un nuevo álbum, Oscuro éxtasis, cuyo contraste de palabras sirve de reflejo a la propia estructura del disco, con una primera mitad dedicada a la introspección y una segunda mucho más festiva. “Tiene que ver con algo que yo estaba atravesando y con lo que convivo, muchas sensaciones que parecen una cosa pero luego tienen una dimensión de 360 grados. Por ejemplo, el vértigo que uno tiene a la altura y, a la vez, las ganas de saltar... o el calor que da el apoyo de las masas y la sensación de que esas masas te ahogan”, explica Wos, que ve el álbum como una continuación del camino que emprendió el pasado año en su EP Tres puntos suspensivos, compuesto y publicado durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus en Argentina.
Para el músico, la parte “luminosa” del disco también tiene que ver, de hecho, con la vuelta a la vieja normalidad y a las actuaciones en directo, un parón que Wos, en este sentido, cree que ha sido especialmente duro en su país por la pasión con la que la gente vive la música. “Para los argentinos, las bandas no son un simple entretenimiento, sino parte de su identidad. Es algo muy fuerte que está en la raíz de todos y que se puede ver en los recitales, por eso impregna todos los procesos”, reflexiona Wos, que el año pasado participó en la serie documental de Netflix Rompan todo: La historia del rock en América Latina, donde aparecía hablando de Babasónicos y de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota.
Pese a la aparente frontera que pudiera haber con el rap, no duda en señalar la importancia que ha tenido el rock en su música, como puede apreciarse de forma clara en las guitarras de canciones como Que se mejoren, de su último disco, o 40: “Es la música de mi país, es inevitable. Está en el ADN nuestro, está en mi infancia, en mi familia, en mis amigos… Nuestros directos [Wos actúa con banda instrumental] también tienen más que ver con el rock”.
Preguntado por la reciente polémica en España a raíz de las críticas en televisión del pianista James Rhodes a Bad Bunny, Valentín Oliva considera que las nuevas generaciones están dejando atrás “las limitaciones del purismo, una imposición que no anima a profundizar ni a progresar”. “Lo que importa no son las formas, sino lo que está sucediendo. Hay que saber investigar por qué a los jóvenes les interpela lo que les interpela, ver qué hay ahí y perder el miedo a lo desconocido”, opina. En su música, esta idea de mestizaje está muy presente: además de la fusión de géneros, en uno de los cortes de su nuevo disco, Cambiando la piel, colabora con la cantante Nicki Nicole, dueto que, a simple vista, podría resultar inusual. “Nicki tiene una gran versatilidad, mi productor y yo sabíamos que encajaría muy bien en ese ritmo, rapear, cantar y jugar a su estilo”, argumenta Wos.
Tras debutar con solo 14 años en el ya desaparecido torneo El Quinto Escalón, que entre 2012 y 2017 representó un importante movimiento dentro de la cultura urbana argentina y sirvió como pistoletazo de salida a una nueva generación de artistas, Wos continuó creciendo en el panorama del rap y el freestyle en castellano, hasta su victoria en el torneo internacional Red Bull Batalla de los Gallos de 2018. Su enfrentamiento con el español Arkano en el Ego Fest de Buenos Aires del año anterior es considerado por muchos aficionados como el mejor duelo que ha habido entre los dos países. “La rivalidad queda en los escenarios, es como el boxeo. Al contrario de lo que parece, crea mucha unión y amistad, por más que el ritmo sea intenso y haya algunos piques”, expresa el rapero, que en estos momentos se encuentra retirado de las competiciones.
Valentín Oliva llegó al hip hop en plena preadolescencia a través de la cultura del grafiti. “Tenía unos amigos que pintaban y ese fue el primer acercamiento. Después conocí a gente que hacía freestyle, nos enteramos de que había competiciones en las plazas y un día decidimos ir, después de llevar un tiempo tirándonos rimas”, rememora. En Animal, canción que interpreta con el rapero Acru, Wos rinde tributo a los españoles Kase.O y Sho-Hai, miembros de Violadores del Verso: “Kase fue un referente superimportante para mí. He zampado mucho rap español, en cuanto a la lírica me abrió un mundo nuevo”.
Para el músico argentino, el género también ha ido creciendo en inclusividad a lo largo de los últimos años, y vincula el machismo y la homofobia de algunas letras a la sociedad de cada época. “Todo va de acuerdo siempre al contexto, los artistas absorben de lo que hay alrededor y las letras siempre van a ser un reflejo de cómo es la gente en general, con algunas excepciones. Cuando ese contexto evoluciona y cambia, ese cambio afecta a todo”, cree Wos. Lo que no cambia, como demuestra el éxito del rapero de 23 años, es la capacidad de la música urbana y popular a la hora de apelar de manera profunda a la gente humilde, en Argentina y en todas partes: “Puede haber quien se aleje de ti al hablar de ciertos temas, pero es muy gratificante cuando las personas conectan con lo que haces, lo toman como propio y se sienten representadas”.
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