Así es la empresa española que triunfa tuneando cocinas de Ikea
Cubro ha logrado en un tiempo récord que un mueble personalizado y de acabados artesanales deje de ser un privilegio al alcance de unos pocos
La reforma de una vivienda es un proceso demoledor –en muchos sentidos– donde el dinero y el tiempo suelen jugar en contra. Cuando Jaime Pont, exdirectivo de HBO en España, afrontó su reforma observó con frustración la escasez de opciones que había en el mercado para conseguir una cocina que aunara calidad y diseño a un precio asequible. Junto a Jorge Cienfuegos, exdirector de marketing de Habitissimo, la compañía online que ofrece servicios para el hogar, decidió trabajar en una solución: su arquitecto le sugirió que combinara las estructuras de Ikea con los acabados artesanales fabricados por un carpintero.
Aunque la idea era prometedora encontraron problemas en la medición, una selección limitada de materiales y plazos de entrega demasiado largos. “Esta experiencia inspiró a Jaime a digitalizar y aplicar tecnología al proceso de revestimiento aprovechando las estructuras de la marca sueca”, explica Cienfuegos. Así surgió el germen de Cubro, la empresa que desde 2019 ha dado un giro a la personalización de la carpintería interior para hacer realidad ese sueño casi siempre prohibitivo de tener un armario, un mueble de baño o una despensa con un diseño de autor. “El nombre se inspira en esa idea de cubrir y en cómo nuestras puertas y cajones se adaptan perfectamente a las estructuras de Ikea”, apunta el cofundador.
Con el tiempo, ambos descubrieron un interesante nicho por cubrir (nunca mejor dicho) en un mercado, el del mobiliario de cocina, que mueve en Europa 28 billones de euros anuales. Y en el que el gigante sueco acapara una cuota significativa con soluciones básicas a precios ultracompetitivos. Con esta premisa, Pont y Cienfuegos pusieron en marcha su catálogo de frentes fabricados con materiales premium, que van desde tableros lacados y mate a maderas nobles como el nogal para dos sistemas básicos de estructura en Ikea: Metod en cocinas y Pax en armarios. “Aunque en Europa existen diversas empresas que producen frentes para muebles de Ikea, Cubro destaca por ofrecer materiales de alta calidad a precios razonables, todo ello bajo un sólido compromiso con la sostenibilidad. No solo adoptamos prácticas sostenibles, sino que asumimos la responsabilidad de proveer muebles duraderos diseñados para perdurar en el tiempo”, explican.
Una cocina de diseño a tan solo un click
El proceso es rápido, sencillo y sin necesidad de perder la mañana del sábado en el intento. Después de tener clara la estructura de Ikea que pensamos cubrir, toca registrarse en su página web para solicitar un presupuesto en función de los materiales y módulos que elijamos. El asesoramiento se realizará por videollamada y solo necesitamos aportar los planos del espacio, ya sean de un arquitecto, un planner de Ikea o un croquis completo con las medidas principales. En esta cita virtual podremos elegir desde la distribución de los muebles a los tiradores, el tipo de encimera o incluso los electrodomésticos.
A partir de ese momento, el equipo de Cubro elabora un primer presupuesto y un diseño adaptado a las necesidades del cliente, seguido de un envío de muestras para que conozcamos de cerca el material antes de realizar una inversión tan significativa como amueblar por completo una cocina. “Nuestra propuesta es poder acompañarte en cada paso del proyecto. Esto refuerza la confianza en el proceso de compra en línea y mejora la experiencia del usuario”, concreta Cienfuegos.
Con un desembolso final que puede ir de los 8.000 a los 10.500 euros, según los acabados elegidos para una cocina de tamaño medio –sumando las estructuras interiores de Ikea, electrodomésticos de gama media, grifería y frentes–, tener una cocina de diseño puede convertirse en un sueño viable. “Además ofrecemos cinco años de garantía en nuestros frentes, y nuestros tiempos de producción son de seis semanas desde que se valida el proyecto. Producimos bajo demanda, es decir, no tenemos stock, lo que nos permite tener más control de los materiales”.
A pesar de su corta trayectoria cerraron 2023 con una facturación de cinco millones de euros y un crecimiento anual del 70%, con el objetivo de alcanzar la rentabilidad de cara a este año. En el plano creativo, Cubro ya ha creado sus propias microtendencias en el mercado, como el circulito del tirador Round, los colores neutros y crudos o el acabado mate, especialmente efectivo para minimizar la visibilidad de huellas y manchas de uso diario. “Nuestro mobiliario es una inversión de calidad que puede incrementar el valor de una casa a largo plazo”. Y aunque su fuerte sean las cocinas, cuentan con múltiples posibilidades para otras estancias como el dormitorio o el baño, con frentes diseñados para cubrir armarios, vestidores, muebles de lavabo o aparadores para el salón.
Con una producción en talleres de Bilbao y Madrid, inciden en su capacidad de ofrecer materiales de alta calidad a buen precio y siempre bajo un compromiso con la sostenibilidad. Una seña de identidad que no solo ha seducido a hogares sino también a organismos privados que han contado con Cubro para diseñar espacios comunes como las oficinas de Condé Nast en Madrid, el showroom de Camper en París, Three Marks Coffee en Barcelona o Casa Neutrale, en Madrid, este último proyecto dirigido por el Estudio DIIR.
Pero el fenómeno Cubro no ha hecho más que comenzar, y en un futuro no descartan desarrollar su propia línea de muebles. “Planeamos un evento especial donde presentaremos nuevas ideas e inspiración para 2025. Queremos seguir mejorando nuestro producto con más opciones de personalización y a medio o largo plazo desarrollar ideas muy potentes en cuestión de producto propio”.