Teletrabajar desde la cama, el último acto revolucionario según los expertos

Estas son las reflexiones de arquitectos, diseñadores y pensadores que han participado en el Vitra Summit, la primera cumbre mundial sobre el futuro en los espacios ‘poscovid’

Dormitorio de 'Animales Nocturnos' (Tom Ford, 2016), que Amy Adams alterna con la cocina como lugar de trabajo.

Nada será como antes. Ni la forma de relacionarnos ni el entorno en el que lo hagamos. La era postcovid rompe con la idea ancestral del espacio como punto de encuentro, bien programado o inesperado, en el que desarrollar gran parte de nuestra vida laboral y social. Y si el espacio público se desmorona, la invasión del privado parece ser la única alternativa. Con el llamamiento viral #yomequedoencasa que anticipó la decisión final de go...

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Nada será como antes. Ni la forma de relacionarnos ni el entorno en el que lo hagamos. La era postcovid rompe con la idea ancestral del espacio como punto de encuentro, bien programado o inesperado, en el que desarrollar gran parte de nuestra vida laboral y social. Y si el espacio público se desmorona, la invasión del privado parece ser la única alternativa. Con el llamamiento viral #yomequedoencasa que anticipó la decisión final de gobiernos de todo el mundo de confinar a los ciudadanos, los hogares cobraron un nuevo significado. Y, sobre todo, multitud de funciones añadidas a las de lugar de descanso y desconexión, encuentro familiar y de ocio. A partir de ahora, también se convertirían en nuestro puesto trabajo, en gimnasio y escuela virtual, o incluso en la consulta de médicos y terapeutas.

Un cambio drástico en el que el tiempo no juega precisamente a nuestra favor. ¿Cómo nos adaptaremos a una realidad que rompe con la organización global del espacio que teníamos hasta ahora? ¿Qué sucederá con los espacios públicos y las oficinas en la nueva normalidad? ¿Cómo debemos aclimatar nuestra casa para limitar el entorno profesional del personal? Todas estas cuestiones que siguen pendientes de un hilo y urgen resolverlas a la mayor brevedad formarán parte del temario de Vitra Summit 2020, la primera cumbre digital que nace para reflexionar sobre el futuro inmediato de los espacios colectivos y de los hogares. “Raras veces nos habíamos planteado colectivamente y de una manera tan profunda la función de estos espacios. Por eso hemos invitado a científicos, creativos, líderes empresariales, a un chef e incluso a varios deportistas para que compartan sus reflexiones con nosotros” declara Nora Fehlbaum, directora ejecutiva de Vitra.

Experience Centre de PwC en Zúrich.Vitra

ste encuentro, señala Fehlbaum, no girará en torno a los muebles sino que irá mucho más allá. La compañía suiza fundada en 1950 por Willi Fehlbaum y su elenco de colaboradores indagarán el valor casi terapéutico de los espacios interiores, y analizarán su capacidad para cambiar la cultura corporativa, levantar el ánimo o incluso influir en el ambiente vital de los habitantes. “Ha llegado el momento de reflexionar sobre lo que significará esta pandemia para el futuro de los grandes centro de trabajo y la función de nuestros hogares”, versa la nota de prensa del

De acceso gratuito para todo el mundo –previo registro en su web– la cita que tendrá lugar los días 22 y 23 de octubre se estructura en cuatro ejes. En primer lugar, y bajo el rótulo de The human and the office –"El hombre y la oficina"– el encuentro girará en torno a la nueva forma de relacionarnos tras la ‘invasión’ de Zoom, Skype y Teams, las plataformas online que han sustituido la forma convencional de reunión. La arquitectura de interiores Sevil Peach, consultora de Vitra y Deloitte que fue pionera en dar un rostro más humano a los oficinas; los diseñadores londinenses Barber & Osgerby, creadores de la antorcha olímpica de Londres 2012; Esther Perel, psicoterapeuta belga y toda una estrella en las Ted talks, serán algunos de los ponentes que abordarán el futuro y la satisfacción de estas interacciones. Además, arrojarán un poco de luz sobre la gran incógnita de si la oficina, tal y como la conocemos ahora, es una especie en peligro de extinción.

En Dymanic spaces – “Espacios dinámicos”– se debatirá un futuro más esperanzador para los entornos de oficina. El diseño flexible y la adaptación a las nuevas directrices sanitarias como elemento clave para su permanencia serán temas esenciales que debatirán invitados tan variopintos tan diversos como el dúo de arquitectos Johnston Markle; Asma Khan, chef y fundadora del restaurante Darjeeling Express de Londres; o Ilse Crawford, creadora del universo minimalista y cálido de Studioilse que todos querríamos para nuestra casa.

VITRA

Aprender del pasado para remediar el presente será el punto de partida de Design matters –"El diseño importa"–. Christian Grosen Rasmussen, director de diseño de Vitra, emprenderá un viaje junto a diseñadores industriales, periodistas y académicos por los efectos que tuvieron otras crisis en la configuración de los espacios interiores y la relevancia de los materiales.

En último lugar, el encuentro Remoted world –"Mundo remoto"– tratará las consecuencias de la implantación del teletrabajo, tales como el riesgo de convertir los hogares en oficinas las 24 horas del día o la pérdida del trabajo en equipo. La agenda comenzará con los consejos del mago y mentalista Rémi Larrousse para aumentar la productividad en la reuniones online y perfeccionar el arte de prestar atención a los demás.

Ambas jornadas finalizarán con una ronda de conclusiones sobre el futuro de la estética y el mejor ámbito de trabajo que contará con la participación estelar de Virgil Abloh, actual director creativo de Louis Vuitton y considerado como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Times en 2018.

Como adelanto de lo que acontecerá los próximos días, en ICON DESIGN hemos charlado con varios exponentes y estas son algunas de las conclusiones que podrán extraerse durante el primer encuentro de Vitra Summit 2020.

La cama como espacio 24/7 donde trabajar y vivir

En 2012, el Wall Street Journal reportó que el 80% de los jóvenes profesionales de Nueva York trabajaban regularmente desde la cama. Una anécdota entre los milenials de Manhattan que ocho años más tarde se convertiría en realidad para una gran mayoría con la llegada de la pandemia a nuestras vidas. Beatriz Colomina, arquitecta española y profesora de la Universidad de Princeton, ha convertido la evolución de la cama como futura zona de trabajo en objeto de estudio académico. “La tecnología y las reuniones digitales han eliminado cualquier límite a lo que puede hacerse en la cama. Si la industrialización trajo consigo el turno de ocho horas, la separación radical entre el hogar y la oficina o la fábrica, entre el descanso y el trabajo –la noche y el día–, la posindustrialización devuelve el trabajo al hogar, lo lleva al dormitorio y, en concreto, a la cama misma”.

Ante las interpretaciones de un posible ataque a la privacidad por parte del trabajo a un espacio tan privado como la cama, Colomina considera que “esos límites ya no existen. No veo ninguna razón por la que tengamos que sentir nostalgia hacia ellos. De hecho, la separación entre trabajo y hogar tiene una historia muy corta ligada a la industrialización, con su invención de la semana laboral, los horarios de trabajo (…)”. Ahora se trata más bien de vivir –expone– una nueva “ecología” con ciertos ecos del pasado preindustrial en el hogar, donde la gente trabajaba, vivía y comerciaba en el mismo espacio. “Restablecer las divisiones industriales de la ciudad ahora dentro de la casa no es algo progresista. Quizás lo que deberíamos hacer es inventar nuevos tipos de divisiones o nuevos tipos de vivienda”.

El futuro será sinónimo de espacios más humanos o no será

“Lo interesante del espacio público, ahora, es que ya no hay una multitud sin rostro sino individuos. Somos conscientes de ello y nos cuidamos unos a otros. Aunque tenemos que mantener la distancia, hay un reconocimiento y un respeto. Asentimos o sonreímos mientras negociamos nuestros espacios compartidos” declara Hella Jongerius, diseñadora y colaboradora de Vitra en la dirección de arte para colores, textiles y superficies.

Espacios de coworking Wertheim diseñados por Vitra en Colonia, Alemania.Eduardo Perez (vitra)

Para la creadora de algunos de los bestseller de Vitra como el sofá Polder Compact urge inyectar más humanidad en los entornos, algo que afirma estar en la agenda global del diseño desde hace mucho tiempo pero que ahora se ha reforzado con los recientes acontecimientos. “El papel de los materiales será cada vez más relevante (…). Ya existía una importante evolución material, o incluso una revolución. Pero ahora el foco de atención será mayor en los materiales porque la higiene y la tactilidad está jugando un papel muy importante”. Trabajar en esa conexión humana y táctil, explica Jongerius, solo será posible si lo centramos “en los procesos artesanales y en la honestidad en la producción y el mantenimiento. Debemos trabajar en la longevidad del producto”.

La naturaleza como fuente de inspiración

En esta visión optimista del futuro colectivo, Jongerius otorga a la naturaleza y a los espacios al aire libre un papel fundamental aplicado no solo a viviendas, sino a todo tipo de edificios públicos. “Puede que necesitemos diseñar un tipo de muebles de exterior que permitan que solo una o dos personas se reúnan y que mantengan la distancia [de seguridad] con otras personas”, concreta Jongerius.

Para Raphael Gielgen, responsable de tendencias en el departamento de oficina en Vitra, la naturaleza es la clave de todo. Acatar sus reglas es la única vía para resolver el nuevo escenario social. “La naturaleza combina funcionalidad y belleza a la perfección, algo que los creadores y diseñadores deben asumir porque inspiran al mundo entero cuando toca abordar problemas que, en la superficie, parecen inextricables”. Eterno viajero que busca nuevas formas de trabajar por todo el mundo, Gielgen solo ve posible analizar la realidad actual como un conjunto de problemas globales en vez de centrarnos en tareas específicas: “Al aumentar la productividad, la creatividad y la conectividad humana, tenemos la capacidad de desarrollar soluciones sostenibles para los desafíos globales”.

Frente al exceso digital, es tiempo de tocar

La digitalización jugó un papel fundamental a la hora de hacer realidad el teletrabajo y la escuela virtual con el confinamiento. Incluso ha llegado a ‘canibalizar’ nuestra vida a pasos agigantados. Durante la pandemia, nos acostumbramos a cocinar en directo vía Instagram, a hacer yoga por Zoom o incluso a recibir terapia por Teams.

'Dancing office', la oficina modular del estudio Hürlemann.

Cada día pasamos más tiempo en el mundo digital, señala la diseñadora industrial Helly Jongerius, lo que genera una sobreexposición que debemos contrarrestar con el contacto físico. “Hoy en día cada vez es más importante tener un entorno háptico [referido a las sensaciones no visuales ni auditivas que experimenta el ser humano], como algo real que tocar o una piel agradable que disfrutar. Es fundamental recordarnos el mundo físico en casa, después de pasar la mayor parte de nuestro tiempo laboral y escolar en el digital”.

El diseño puede hacernos sentir bien (y hacer que trabajes mejor)

Que un entorno bonito y agradable contribuye al bienestar de ser humano quizás no sea algo nuevo pero sí más necesario cuando se acortan los espacios en los que vivir cada día. Un función casi terapéutica que los fundadores del estudio Barber & Osgerby valoran como esencial en los nuevos tiempos que corren. “El diseño es todo. Desde la luz y el color de los espacios que habitamos hasta la forma y estructura de los muebles con los que interactuamos. Todas estas premisas afectan a nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad para rendir bien o mal. Un diseño bien hecho y reflexivo es la clave para que un espacio sea feliz y resulte productivo”.

Para los creadores de la lámpara Bellhop de Flos y la Pacific Chair de Vitra que revolucionó el concepto de ‘silla oficinista’, vivir el confinamiento en primera persona fue crucial para determinar las necesidades que el diseño debe resolver en los hogares postcovid. “Tener un espacio privado, fuera de las distracciones y del ruido familiar es algo esencial [para trabajar]. Afortunadamente nosotros no vivimos en un gran espacio abierto, pero en esos casos veo necesario crear divisiones acústicas de forma semipermanente. Esto es algo que ya estamos trabajando en el estudio, en conreto, una idea de telón de fondo para las llamadas en Zoom que reduzca a su vez los ruidos”.



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