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Ana Obregón, sobre aparecer en ‘The New York Times’ por su antigua relación con Jeffrey Epstein: “Me da asco”

Después de que el medio estadounidense publicara una investigación vinculando al fallecido pedófilo y a la familia de la actriz, la también presentadora se ha desvinculado del tema y deseado que el periódico hablara de su labor filantrópica

Ana Obregón (Madrid, 70 años) sigue esquivando las preguntas de la prensa lo mejor que puede tras la publicación el pasado martes en el periódico The New York Times de una investigación que ha desempolvado sus lazos con el fallecido pedófilo Jeffrey Epstein. La última vez que la actriz y presentadora se ha enfrentado a los micrófonos, ansiosos de conocer sus reacciones ante la polémica que la relaciona a ella y a su familia con el magnate pederasta, ha sido este jueves, durante un evento de la Fundación Aless Lequio, institución que ella creó tras la muerte de su único hijo y que recauda fondos para la lucha contra el cáncer. Ante el interés de los periodistas congregados, que le preguntaban por Epstein, ha asegurado que no quería distraer la atención de lo que les había congregado a la cita: “Desviar el foco con esas cosas que salen de hace no sé cuántos mil años no creo que venga al caso. Porque salga en el New York Times... Ojalá saliera en el New York Times diciendo: ‘Ella y el padre de su hijo hacen una labor filantrópica de ayudar a los demás, de financiar esto importante", dijo Obregón refiriéndose a la labor que abanderan tanto ella como el padre de su hijo, Alessandro Lecquio.

A continuación, reacia a seguir hablando de sobre Epstein, Obregón ha añadido que su aparición en un tema así en la prensa le parece: “Una desgracia, salir en el New York Times ahí [por ese motivo] es que me da asco”. Anteriormente, la misma tarde en la que se reveló la investigación del periódico estadounidense, ya quiso dar carpetazo al tema —al menos, lo intentó— en el programa de televisión Y ahora Sonsoles, en el que es colaboradora. “Estoy flipando con todo esto porque no es plato de buen gusto. Me pone nerviosa unir mi nombre a un depravado así”, se lamentaba antes de recordar de nuevo los inicios de su amistad con Epstein —algo que, en realidad, ya había hecho en 2021, dos años después del suicidio en prisión del multimillonario— y recalcar solo se trató de una amistad y no de una relación amorosa: “Quién no va a cogerle cariño, estando sola en Nueva York, te aparece como un príncipe guapo y con dinero...”.

La actriz también quiso aprovechar su intervención en televisión para desmentir cualquier vínculo económico entre el pedófilo y su familia, lo que es en realidad la clave principal de la investigación de The New York Times, cómo empezó a hacer su fortuna el propio Epstein. “Mi padre empezó a trabajar con 11 años y trabajó como un animal toda su vida. No había ninguna relación económica de nada, no tiene nada que ver con mi familia”, dijo en plató.

En sus memorias publicadas en 2012 con el título Así soy yo, la actriz de Ana y los 7 ya se refería a un tal Jeff como su “ángel de la guarda en Nueva York” al que conoció a principios de los ochenta, cuando se instaló en la Gran Manzana. En el libro, le llegó a describir así: “Adiós a Jeff, el hombre perfecto del que nunca me enamoré”. Siete años después, en 2019, su idealizado Epstein se suicidó en una celda de una prisión de Nueva York a la espera de ser juzgado por tráfico sexual de menores.

Dos años después de esta muerte, en 2021, Obregón habló en una entrevista con Vanity Fair y se refirió así al difunto: “Era mi mejor amigo en Nueva York. Hace un par de años me llamó mi representante para contarme que había una periodista de The Wall Street Journal que quería hablar conmigo porque estaban preparando un documental sobre Epstein. Yo dije que no quería hablar de nada. Pensé: ‘A ver si ahora me vienen a matar a mí”.

Los papeles publicados esta semana por The New York Times van más allá en el vínculo de ambos, que se mueve difuso entre una amistad y una aventura amorosa —“ella quedó fascinada por su encanto y su belleza, pero al final solo quería ser su amiga”, se lee en el artículo—, y apuntan a una asesoría económica de Epstein a la familia de Obregón. Esto sucedió, según el periódico neoyorquino, cuando la firma de intermediación bursátil Drysdale Securities se desmoronó y los Obregón [los padres de Ana, que hicieron una gran fortuna principalmente a través de la construcción y el sector inmobiliario], junto con otras familias españolas adineradas, le contrataron para encontrar sus millones desaparecidos.

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