Tate McRae o la combinación de talento, sueños y disciplina para hacerse un nombre en el pop
La artista, que se ha llevado dos de los cuatro premios a los que estaba nominada en los recientes premios VMA, a sus 22 años ya se describe como una persona muy trabajadora, ambiciosa y “un poco clarividente”
Cuando la cantante canadiense Tate McRae (Calgary, 22 años) se mira al espejo posiblemente vea reflejada en él a Britney Spears, su principal referente. La canadiense, que también saltó a la fama de niña cuando con 13 años quedó en tercera posición en el programa estadounidense So You Think You Can Dance (Así que crees que sabes bailar, en español), no ha parado de mejorarse a sí misma y de llevar su espectáculo hasta el límite, con el baile por bandera: “Creo que, como bailarina, soy adicta al trabajo por naturaleza, así que el tiempo libre no me sienta muy bien”, explicaba en una entrevista el pasado febrero con Vogue.
El trabajo diario y empezar a tener un nombre en la industria del pop le han llevado a conseguir dos de los cuatro premios a los que estaba nominada en los recientes VMA —los premios de vídeos musicales de la MTV—, celebrados el 7 de septiembre en el UBS Arena de Nueva York. Aquella noche, McRae se alzó con los reconocimientos a mejor edición y canción del verano para Just Keep Watching, un tema de la banda sonora de la película de F1. Tatiana —como le gusta llamarse cuando se “transforma” al subirse a los escenarios—, ya reveló el año pasado su intención de ser una de las artistas en la gala: “Soy una persona muy centrada en mis objetivos. A veces, creo que soy un poco clarividente. ¡Se me da muy bien manifestar! Me encantaría actuar en los VMA. Es algo que he visto hacer a mis ídolos durante muchos años. Por alguna razón, esa actuación en particular es algo que siempre he deseado. Mi actuación ideal es un equilibrio perfecto entre baile, vestuario, canto y arreglos musicales”, vaticinó para PRIDE. Y lo logró: las redes sociales quedaron rendidas ante la actuación que preparó para su gran noche.
2016 fue un año importante para ella. Además del citado concurso, fue bailarina de Justin Bieber en Calgary durante la gira Purpose World Tour, aunque, como aclaró en una entrevista para E! News en 2024, solo fue en un concierto. Ambos compatriotas mantienen una buena relación, y la artista incluso acudió a la release party de la nueva canción de Bieber, Swag II, a principios de septiembre.
McRae ya contaba entonces con una trayectoria de premios de danza menores gracias a su formación, que desarrolló entre Omán —donde vivió de los dos a los cinco años— y su ciudad natal, en la que su madre ejercía como instructora de baile. “Ha crecido a ráfagas desde los 13 años. Me cuesta comprender cuánta gente me escucha. No logro procesar por qué asisten a mis conciertos. Mi cerebro todavía no logra comprender la magnitud de todo. No me centro en números ni en reproducciones. Mido mi éxito por mi propio crecimiento”, zanjó la artista en una entrevista a VMagazine en febrero de este año.
Ella quizá no las tiene en cuenta, pero las cifras respaldan su éxito: en Spotify acumula 53 millones de oyentes mensuales; en Instagram, casi ocho millones de seguidores; su última canción, Just Keep Watching, tiene ya más de 250 millones de reproducciones en plataformas; y está en el top 50 de los artistas más escuchados del mundo. Fue en 2023 cuando su nombre y su música empezaron a sonar con fuerza. A finales de año, su tema Greedy estuvo en lo más alto de la lista Billboard Global 200 y, casi dos años después, ese tema acumula casi 2.000 millones de reproducciones. Pero su carrera musical comenzó de forma autónoma cuando firmó con RCA Record en 2019 y lanzó dos EP: All the Things I’ve Never Said (2020) y Too Young to Be Sad (2021).
Este 2025, año de empezar a recoger los primeros frutos en forma de nominaciones a premios, lanzó en febrero el álbum So Close To What. “Me gustó que tuviera un significado un tanto ambiguo. Me sentía adulta por primera vez, pero todavía tengo 21 años [en julio cumplió 22], lo cual era confuso. Me sentía mujer por primera vez, segura de mi sexualidad y empoderada, pero luego había días que me despertaba y me sentía sexualizada de una manera que no disfrutaba. Estaba en conflicto, como una contradicción andante, y So Close to What lo resumió a la perfección”, explicó en Vogue.
Se define como una persona reservada y honesta: “Me enorgullezco de la honestidad con la que compongo. Tengo un círculo pequeño y no comparto mucho. Lo bueno de componer es que nadie tiene por qué saber de quién o de qué trata una canción. Es un sentimiento, una pequeña idea que puede convertirse en algo enorme. El misterio me emociona. Son solo historias, solo canciones. No tengo que explicarlas porque a veces no son tan sencillas”, defendió en una entrevista para VMagazine.
El círculo musical donde se encuentra tiene otros grandes nombres con los que se le ha relacionado: Olivia Rodrigo, Billie Eilish o SZA: “Mi sueño es escribir con SZA. ¡Es una de las mejores y más geniales escritoras de la historia! Solo quiero seguir desafiando mi zona de confort. Nunca quiero reciclar y hacer lo mismo”, alegó para PRIDE.
McRae no sería la misma sin todo el trabajo físico que hay detrás y que, además, se lleva, desde hace muchos años, gran parte de su día a día, a lo que suma además su condición de asmática. De pequeña llegó a trabajar 40 horas semanales solo bailando. Además, hacía gimnasia rítmica y los fines de semana bailaba más y asistía a convenciones, según admitió en una entrevista para Paper. “Bailar es agotador. Ayer grabé un vídeo musical y ¡tengo moretones por todo el cuerpo! Solo tengo que seguir entrenando y comer sano. Crecí haciendo ballet, y era igual de exigente o incluso más, así que siento que eso me preparó para este mundo”, defendió en Vogue.
Aunque la relación entre los VMA y la cantante comenzó en 2020, cuando fue nominada para el premio como mejor artista nuevo push, fue en 2024 cuando contó con más protagonismo, al quedarse como nominada a mejor coreografía —que finalmente se llevó Dua Lipa por Houdini— y mejor vídeo pop —que obtuvo Taylor Swift—. McRae sorprendió a los presentes con un conjunto negro de encaje de Roberto Cavalli que guardaba muchas semejanzas con el vestido que llevó Spears en 2001, cortesía de Dolce & Gabbana: “Sin duda, el look fue un homenaje a Britney, un millón por ciento. Pensé que estaba impresionante con ese vestido”, afirmó a Harper’s Bazaar.
Tras haberse llevado casi la mitad de los premios a los que estaba nominada del UBS Arena de Elmont el 7 de septiembre, Tate McRae continuará centrada en su gira Miss Possessive Tour, que comenzó en agosto, con la firme intención continuar grabando su nombre en el plimpo del pop.