Dos ladrones enmascarados irrumpen en los terrenos del castillo de Windsor y roban dos vehículos

Dos hombres enmascarados irrumpieron el pasado mes de octubre en la finca real del castillo de Windsor y robaron dos vehículos de una granja, según se ha conocido este lunes 18 de noviembre por una información publicada por el periódico británico The Sun. El rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, no se encontraban en la finca en el momento del incidente porque estaban de viaje en el extranjero ―y su residencia oficial es el palacio de Buckingham―, pero el príncipe Guillermo y su familia, incluida su mujer, Kate Middleton, y sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis (de 11, 9 y 6 años, respectivamente), se encontraban en el momento del incidente durmiendo en Adelaide Cottage, la coqueta vivienda en la que viven y que forma parte de la finca del castillo de Windsor, según recoge el diario británico.

Su información revela que los hombres utilizaron un camión robado para romper una puerta de seguridad por la noche y luego escalaron una valla de dos metros de altura para entrar en los terrenos de Windsor que pertenecen a la familia real británica. La policía local ha confirmado que los agentes recibieron una llamada para denunciar un robo en terrenos de la finca de la Corona en Windsor, al oeste de Londres, poco antes de la medianoche del 13 de octubre. “Los delincuentes entraron en la granja Shaw Farm y se llevaron una camioneta Isuzu negra y un quad rojo. Después huyeron hacia la zona de Old Windsor/Datchet”, ha aclarado la policía de Thames Valley en un comunicado enviado a la prensa británica por correo electrónico. “No se han realizado detenciones por el momento y la investigación está en curso”, aclara. El palacio de Buckingham ha declinado por el momento hacer comentarios al respecto.

La casona Adelaide Cottage, donde los príncipes de Gales viven con sus tres hijos desde el verano 2022, está a cinco minutos de distancia de la granja en la que se produjeron los hechos. De hecho, la familia utiliza normalmente la puerta que los ladrones destrozaron al darse a la fuga, ya que es la salida más cercana a su residencia. “Hay alarmas en el castillo de Windsor, pero la primera vez que alguien se enteró de que había un robo fue cuando atravesaron la barrera de seguridad en la salida de Shaw Farm Gate”, ha explicado una fuente a The Sun. “Era una noche de domingo en una semana escolar, por lo que los príncipes y sus hijos estarían durmiendo en Adelaide Cottage, a la vuelta de la esquina, pero aún en el terreno”, asegura esa misma fuente. El rey estaba en Escocia y Camila en la India en el momento del robo.

Ubicada en el corazón del terreno privado de Crown Estate, Adelaide Cottage fue construida en 1831 como un refugio para la esposa de Guillermo IV, la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen. También era conocida por ser la casa favorita de la reina Victoria, a quien frecuentemente le gustaba desayunar allí. Aun así, uno de sus residentes más populares fue el examante de la difunta princesa Margarita, el capitán Peter Townsend, cuyo romance con la hermana de la reina Isabel II provocó un escándalo nacional. La casa fue sometida a importantes renovaciones en 2015, así que Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton no necesitaron hacer demasiadas reformas cuando decidieron mudarse a ella siete años después. En su interior aún conserva características originales, incluida una chimenea greco-egipcia de mármol y un dormitorio principal, con un techo abovedado con delfines dorados y adornos de cuerda reutilizados del yate real Royal George.

El castillo de Windsor ya se enfrentó a un susto relacionado con la seguridad en la Navidad de 2021, cuando las autoridades detuvieron a un hombre con una ballesta en los terrenos del castillo que dijo que tenía intención de matar a la reina Isabel. El arrestado, Jaswant Singh Chail, de 23 años, fue condenado a nueve años de prisión por traición. En octubre de 2013, otro hombre trató de colarse, esa vez en el palacio de Buckingham, en Londres, con un cuchillo, y rápidamente fue detenido; en 2003 lo intentó otro, disfrazado de Osama Bin Laden, en la fiesta del 21º cumpleaños del príncipe Guillermo. El incidente más famoso tuvo lugar en junio de 1982, cuando Michael Fagan se coló en Buckingham, llegó hasta los aposentos de Isabel II y charló 10 minutos con la reina. Tras ser juzgado, quedó absuelto.