Chappell Roan y sus dificultades para lidiar con su meteórico ascenso a la fama

Su estética camp —concepto del arte popular basado en el humor, la ironía y la exageración—, su discurso abiertamente queer y su reivindicación la cultura drag sobre el escenario han posicionado a Chappell Roan, alter ego pop de Kayleigh Rose Amstutz (26 años, Misuri), como una de las figuras más prominentes de la escena musical actual. Sin embargo, su ascenso a la fama, que solo puede calificarse de meteórico tras años de carrera en el anonimato, ha sido y es un camino de luces y sombras. Roan, que ha alcanzado los casi 45 millones de oyentes mensuales en Spotify y que este miércoles 11 de septiembre se coronó como mejor artista revelación en los MTV VMA, se dio a conocer gracias a sus actuaciones como telonera en la gira de este verano de Olivia Rodrigo, que posicionaron a su álbum debut, The Rise and Fall of a Midwest Princess (2023), en el top 10 de la lista de ventas estadounidense. Pero su reciente fama le ha acarreado problemas de seguridad y enfrentamientos con seguidores debido a la presión a la que está sometida debido a su nuevo estatus de estrella. “Tienen que verme como a una z***a cualquiera en la calle”, afirmó refiriéndose a sus fans en una reciente entrevista para Rolling Stone. “No puedes gritarle a una z***a cualquiera que está en la acera y que no conoces. Se considera acoso callejero o piropo”, sentenció.

Si bien en una entrevista para The Washington Post el pasado julio Roan afirmó que tener esa versión drag de sí misma es bueno porque le ayuda a separar lo público de lo privado; para sus fans los límites se difuminan debido a una sensación artificial de familiaridad creada a partir de internet. E incluso los límites se han sobrepasado: la joven artista ha estado lidiando, desde hace unas semanas, con un acosador activo que se presentó en la casa de sus padres e, incluso, la siguió hasta su hotel en Nueva York. “Ahora tengo que tener seguridad”, asegura en su entrevista para Rolling Stone. “Es muy lamentable”. Entre otros problemas a los que se ha enfrentado la cantante, ella destaca un beso sin consentimiento, la filtración del número personal de su padre y el acoso de un hombre en un aeropuerto por un autógrafo. “Llegué a casa y caí de rodillas. Ahora me cuesta llorar por los medicamentos, pero lloré y grité”, recuerda Roan sobre este último incidente.

Roan, firme en defender sus límites con sus fans, ha atestiguado que varias estrellas del pop se le han acercado para mostrarle apoyo: Elton John, Charli XCX, Troye Sivan, Katy Perry, Miley Cyrus o Lady Gaga, entre otros. La cantante también le dijo a la revista que se ha reunido con Sabrina Carpenter, quien se encuentra en una posición similar a la suya. El último álbum de Carpenter, Short n’ Sweet, debutó con el tercer mayor número de ventas del año hasta ahora, 362.000 unidades en su primera semana. “Ambas estamos pasando por algo muy difícil”, explica Roan, que intenta gestionar el éxito de sencillos como Good Luck Babe!, una canción que trata sobre estar enamorada de una chica que no está preparada para aceptar que le gustan las mujeres que debutó en abril de 2024 en el puesto número 77 de la Billboard Hot 100. “Ella [Carpenter] siente que todo está volando y apenas se sostiene. Fue bueno saber que alguien más se siente así”, cuenta Roan.

Su estrés por la vorágine de la fama se ha visto agravado por el trastorno bipolar que padece. “He estado en terapia intensiva de pacientes y en terapia individual durante cuatro días a la semana y definitivamente ha sido difícil equilibrar la promoción [de sus canciones] y ser constantemente activa en redes sociales”, dijo la cantante en mayo de 2022 cuando hizo pública su enfermedad a través de una publicación en Instagram. “Realmente no hablo mucho de esto, pero me afecta a diario y es una gran parte de mi música. Estoy en un lugar saludable, solo quería compartirlo porque creo que es importante hablar de salud mental”.

Los problemas a los que se está enfrentando Roan para mantenerse como artista en activo a un nivel tan masivo se hicieron patentes ya en junio de este año en medio de una presentación como cabeza de cartel en Raleigh (Carolina del Norte). En pleno concierto, la artista, entre lágrimas, se derrumbó. “Estaba tratando con todas mis fuerzas de hacer lo que hace una intérprete y simplemente decir: ‘¡Sigue adelante!, ¡Sé el personaje!”, explicó al público para demostrar la ansiedad que le genera lo rápido que avanza su carrera. “Tenía miedo de decepcionar a la gente después de que vieran estos vídeos de mí sirviendo. No estaba sirviendo ese día y tenía que ser honesta”.

En su última aparición pública, en los MTV VMA de este miércoles, la cantante de Hot To Go! volvió a hacer patentes las tensiones y los agobios que acarrean para ella su nuevo estatus de famosa. Mientras su ayudante acomodaba su vestido durante la alfombra roja previa a la gala, Roan reaccionó impulsivamente contra un fotógrafo presente, al que le gritó: “Cállate la p*** boca! ¡No a mí, perra!”. En el vídeo que muestra el incidente no se llega oír qué es lo que hizo o dijo el fotógrafo para enfadar a la artista. Tras el incidente, Roan explicó a Entertainment Tonight que su reacción se debió a la tensión del momento y a unas “malas” palabras. “Es bastante abrumador y aterrador, sobre todo para alguien que tiene mucha ansiedad, que alguien empiece a gritarte. La alfombra roja es terrible y le grité de vuelta porque no voy a consentir que me hablen así”, explicó sin aclarar qué le dijo el hombre.

A pesar de estas dificultades, la artista quiere seguir luchando y trabajando en la industria musical. “Solo soñaba con hacer el espectáculo de mis sueños”, dice Roan a Rolling Stone. La artista está ahora enfrascada en la grabación de su próximo álbum junto con el productor ganador del Grammy Dan Nigro. De momento, han reunido “cinco, tal vez seis, canciones con las que se sienten bastante bien”, confirmó la artista, entre las que se incluyen una canción country, “una que es realmente de los ochenta” y una acústica. Roan asegura que ha estado viendo a su terapeuta dos veces por semana y que está trabajando en un plan de composición que le permita llegar a diciembre: “Creo que tendré desde noviembre hasta mediados de mayo libre para escribir. ¿Cómo voy a escribir un disco sin aburrirme? Tengo que estar aburrida y no tener nada en mi cerebro para poder sacar algo”.