Jennifer Lopez pide al tribunal recuperar su apellido de soltera en la petición de divorcio
Cuando la cantante se casó con Ben Affleck, en 2022, cambió legalmente su apellido de soltera por el de su marido. Según indicó entonces, lo hizo porque estaba orgullosa de ser su esposa y le pareció una decisión “romántica”
Jennifer Lopez, de 55 años, ha pedido recuperar su apellido de soltera en su solicitud de divorcio del actor Ben Affleck, de 51. Una solicitud de divorcio presentada esta semana tras meses de rumores, y en la que la artista alegaba las clásicas “diferencias irreconciliables”, según consta en el documento que presentó ella misma al Tribunal Superior del condado de Los Ángeles (California, EE UU) tras dos años de matrimonio. La cantante y actriz pidió al tribunal que quiere recuperar su nombre de Jennifer Lynn Lopez, porque no quiere legalmente llevar el apellido Affleck, según informa la revista People, que ha tenido acceso al documento.
Cuando la pareja se casó el 17 de julio de 2022 en Las Vegas, Lopez cambió legalmente su apellido de soltera por el de Affleck y, según indicó entonces ella en una entrevista con People ese año, lo hizo porque estaba orgullosa de ser su esposa y le pareció una decisión “romántica”. Tal y como explicó en una entrevista con la edición estadounidense de Vogue: “La gente me va a seguir llamando Jennifer Lopez. Pero mi nombre legal será señora Affleck porque estamos unidos. Somos marido y mujer. Estoy orgullosa de ello. No creo que sea un problema”. La artista siempre remarcó el lado romántico y de carácter íntimo de esta decisión. Para el mundo entero, qué duda cabe, seguiría siendo Jennifer Lopez.
Aún así, aquella fue una decisión muy comentada. Que una mujer tan conocida como Jennifer Lopez adoptase el apellido de su marido, aunque también fuera muy conocido, copó columnas de opinión a ambos lados del Atlántico. The New York Times publicó un artículo de opinión en el que recriminaba a la cantante, actriz y empresaria ese gesto, casi tildándolo de antifeminista: “En este momento tenso para el feminismo en Estados Unidos, que una mujer como la anteriormente conocida como Jennifer Lopez decida cambiar su apellido resulta especialmente desalentador”, escribía la novelista Jennifer Weiner.
La propia Lopez respondió a este tipo de acusaciones en la mencionada entrevista en Vogue. Ante la pregunta de “¿Quieres decir que no hay una parte de ti a la que le gustaría que Ben sea el señor Lopez?”, la cantante exclamó: “¡No! No sería tradicional ni romántico. Sería más como un movimiento de poder. Yo controlo mi propia vida y mi destino y me siento empoderada como mujer y como persona. Puedo entender que algunas personas tengan sus sentimientos al respecto, y me parece bien, también. Pero si quieres saber lo que me parece a mí, simplemente creo que es algo romántico. Todavía me transmite tradición y romance, y quizá soy ese tipo de chica”. Ahora, y ante los tribunales, la artista toma otra nada romántica decisión: recuperar su apellido original también en la intimidad tan solo dos años después de cambiárselo.
Tras meses en los que no había rastro de sus habituales muestras de afecto en público y de rumores constantes en los medios de todo el mundo sobre el posible divorcio de la famosa pareja conocida como Bennifer, Lopez dio un paso al frente y presentó los papeles de divorcio el 20 de agosto en los tribunales de Los Ángeles. Aunque parece que la separación se formalizó el 26 de abril, según consta en los documentos, la fecha en la que la artista presentó los papeles coincidía con la de la segunda boda de la pareja, celebrada hace dos años en la finca de Ben Affleck en Georgia. Un gesto que no pasó desapercibido ante los medios de comunicación.
Lopez indicó también en su petición de divorcio al tribunal que ninguno de los dos desea manutención conyugal y que el tema de los bienes, de quién se queda con qué, está aún por definirse. Los tabloides estadounidenses sabían que el actor, director, guionista y productor ha pasado semanas durmiendo en otra casa, y no en la que se compró junto a Lopez hace apenas un año, de 4.300 metros cuadrados, 12 habitaciones y 24 baños, por más de 60 millones de dólares, en una de las zonas más exclusivas de California. De hecho, desde principios de junio esa mansión está a la venta por 68 millones de dólares, y Affleck ya se ha comprado una casa nueva. A finales del mes de junio, Lopez se fue de vacaciones a Italia sin su marido; él aprovechó para sacar sus cosas de la casa del matrimonio y llevárselas a su nuevo hogar. A mediados de julio, él no apareció en los festejos por el cumpleaños de la artista en los Hamptons (Nueva York); estuvieron Emme y Max, sus hijos junto a Marc Anthony, y varios amigos, pero no el actor. De hecho, fue ese fin de semana cuando cerró la transacción desde Los Ángeles por una mansión de 20 millones, algo que a ella, según algunos medios, le dolió especialmente. Según apuntan medios como People, Lopez estaría especialmente devastada por el fin de este matrimonio: “Ella intentó que las cosas funcionaran y ahora tiene roto el corazón”, declaró una fuente cercana.