Erola Jons, la ‘tiktoker’ que busca el amor en la biblioteca: “Mis profes me decían que no iba a llegar a nada. Ahora me piden fotos para sus hijos”
La ‘influencer’ atesora más de cuatro millones de seguidores entre Instagram y TikTok, y algunos de sus vídeos acumulan más de 40 millones de visualizaciones: “Con esfuerzo, dedicación y constancia, sí que se puede vivir de esto”
“¿Estás lista?”, le pregunta el fotógrafo. “Nací lista”, responde Erola Jons (Sant Fruitós de Bages, Lleida, 27 años) mientras se dispone a trepar por una escalera de Pérgamo, la librería más antigua de Madrid. En persona tiene el mismo arrojo y desparpajo que en los vídeos que la han convertido en una de las tiktokers del momento. Hace menos de un año, Jons, graduada en Administración y Dirección de Empresas, empezó a publicar en sus redes sociales las bromas que gastaba con cá...
“¿Estás lista?”, le pregunta el fotógrafo. “Nací lista”, responde Erola Jons (Sant Fruitós de Bages, Lleida, 27 años) mientras se dispone a trepar por una escalera de Pérgamo, la librería más antigua de Madrid. En persona tiene el mismo arrojo y desparpajo que en los vídeos que la han convertido en una de las tiktokers del momento. Hace menos de un año, Jons, graduada en Administración y Dirección de Empresas, empezó a publicar en sus redes sociales las bromas que gastaba con cámara oculta a los chicos que estudiaban en la biblioteca de su universidad. Se acercaba a ellos, les decía un piropo o una frase ingeniosa y, sin más, les pedía una cita. Ahora se dedica a repetir esta performance por toda España y ante una audiencia descomunal. Tiene dos millones y medio de seguidores en TikTok, casi dos millones en Instagram y vídeos con más de 40 millones de visualizaciones. Dice que cuando nació, sus padres ya intuían que llegaría muy alto. “Mis padres me pusieron Erola por la virgen de l’Erola [una ermita en Viladrau, en Girona]. Mi nombre significa ‘prado en la cima de una montaña”, explica.
Pregunta. ¿Cómo tuvo la idea de hacer estos vídeos?
Respuesta. Siempre he sido así: divertida, bromista, extrovertida y sociable. Un día estaba en la universidad con unos amigos y me dijeron: “Erola, tienes que hacer este tipo de contenidos para las redes porque son muy tú y van a funcionar. A la gente le va a encantar”. Tenía mis dudas. Pero estaba en la universidad, pasaba mucho tiempo en la biblioteca y un día probé. Publiqué un vídeo y empecé a ver cómo subía el número de seguidores y visualizaciones: cientos, miles, millones. Esos primeros vídeos que hice en la uni ya tienen más de 40 millones de visualizaciones. Son como clásicos.
P. ¿Pensaba que iba a tener tanto éxito?
R. Qué va. Pensé: “Voy a tener un par de visitas y ya está”.
P. ¿Y terminó la universidad?
R. Sí, cuando terminé ADE, tenía que buscarme la vida. Así es como empecé con estos vídeos.
P. ¿Se puede vivir de las redes sociales?
R. Con esfuerzo, dedicación y constancia, sí que se puede vivir de esto. La gente se piensa que las redes sociales son algo fácil, que no hay trabajo detrás. Pero detrás hay muchísimo trabajo y esfuerzo. Está mal decirlo, pero a veces me estreso. Hay meses en los que tengo tanto trabajo y estrés que me sale acné.
P. ¿Alguna vez tuvo una cita de verdad después de una sus bromas?
R. No. Podría haberla tenido, pero no he querido.
P. Cada vez la conoce más gente. ¿Le cuesta más sorprender a sus “víctimas”?
R. Ahora me cuesta más. Entro en una biblioteca y la mitad de la gente se gira y ya se empiezan a reír.
P. ¿Y entonces cómo hace para seguir sorprendiendo?
R. Voy a sitios donde hay más chicos extranjeros.
P. Sus bromas empoderan a las mujeres. ¿Tenía esa intención?
R. No era consciente de esto hasta hace poco.
P. ¿Qué le dicen las mujeres?
R. Me piden que las ayude y les dé consejos. Me dicen que quieren ser como yo y que les enseñe a ligar con los chicos.
P. ¿A algún chico le ha costado entender que le estaba haciendo una broma?
R. El 99% lo entiende.
P. ¿Alguna vez un hombre le ha dicho por la calle algún “piropo” que la haya disgustado?
R. Nunca me ha pasado, gracias a Dios. Alguna vez me dicen algo, pero siempre con respeto.
P. Estudió ADE. ¿En un futuro quiere trabajar de eso?
R. Ya trabajo de lo mío. Todo lo que aprendí en la universidad lo aplico en lo que estoy haciendo. Ya tengo mi empresa, yo soy mi empresa.
P. Muchos jóvenes quieren ser influencers. ¿Los alentaría a intentarlo?
R. Claro que sí. Si yo hubiera escuchado a todos mis profesores del colegio y la uni, no habría hecho nada en la vida. No era muy buena alumna, no me gustaba estudiar. Hice ADE porque no sabía qué estudiar. Como dicen: “Quien vale, vale. Y quien no vale, va a ADE”. Mis profes me decían que no iba a llegar a nada en la vida. Nunca pusieron muchas expectativas en mí. Ahora me ven en las redes y me piden fotos para sus hijos.