La intrahistoria del divorcio de Joe Jonas y Sophie Turner: un adiós “amigable”, meses de distancia y dos estilos de vida enfrentados
Tras cuatro años casados, el martes la pareja anunció su separación para sorpresa de pocos. Ahora han lanzado un comunicado sobre esta “decisión conjunta”, aunque los medios explican que la ha tomado el cantante, que busca la custodia de sus dos hijas
Pocos se sorprendieron cuando el martes 5 de septiembre se hacía pública la noticia de la separación del cantante Joe Jonas y la actriz Sophie Turner. La cuestión llevaba días, si no semanas, en el ambiente. El músico, de 34 años, había sido visto en varios de sus conciertos sin el anillo de casado. La mansión familiar de Miami se vendió en agosto tras algunas reformas y rebajas de precio. Él tanteó a algunos abogados matrimonialistas. Los med...
Pocos se sorprendieron cuando el martes 5 de septiembre se hacía pública la noticia de la separación del cantante Joe Jonas y la actriz Sophie Turner. La cuestión llevaba días, si no semanas, en el ambiente. El músico, de 34 años, había sido visto en varios de sus conciertos sin el anillo de casado. La mansión familiar de Miami se vendió en agosto tras algunas reformas y rebajas de precio. Él tanteó a algunos abogados matrimonialistas. Los medios llevaban tiempo apuntando a una crisis. Y los hechos han terminado de confirmarlo. Si el martes la prensa daba a conocer la demanda de divorcio, el miércoles la ya expareja salía al paso con un escueto comunicado. Pero los medios estadounidenses, que en ocasiones tienden a inflar las historias sobre ciertos personajes, han ido acertando casi minuto a minuto con el caso del matrimonio formado por el vocalista de los Jonas Brothers y la intérprete de Juego de Tronos. Y siguen desvelando cuestiones sobre sus dificultades.
En el escrito conjunto, publicado a través de sus perfiles de Instagram y en el que no se admiten comentarios, ambos hacen públicas las mismas palabras. “Comunicado por parte de los dos: Tras cuatro maravillosos años de matrimonio hemos decidido de forma mutua y amigable acabar nuestro matrimonio”, arrancan su escrito. “Hay muchas narrativas especulativas acerca de los porqués”, reconocen ambos, “pero de verdad que esta es una decisión consensuada y sinceramente esperamos que todo el mundo pueda respetar nuestros deseos de privacidad para nosotros y para nuestras hijas”.
Esas “narrativas especulativas” lo son, pero no tanto. Porque hay documentos y fuentes que explican cómo ha sido la caída de los Jonas-Turner y los motivos que los han llevado hasta este punto tras su romance fugaz, su largo compromiso, sus dos bodas en Las Vegas y en Francia, y sus dos hijas, de uno y tres años, en común. Cuenta People, siempre conocedora del entorno de los famosos, que la pareja lleva “meses viviendo separada” y que han pasado “todo el verano separados”, según fuentes cercanas a ellos. “No tienen relación desde hace bastante tiempo, pero esperan resolver esto de forma amigable”. La decisión se acaba de tomar y están a la espera de decidir la custodia; en cuanto a sus bienes, tienen un contrato prematrimonial por el que él se quedará con los beneficios por sus derechos de autor y ella, con lo que ha ganado en Juego de Tronos y sus otros trabajos. Asentados en Florida, las niñas han pasado los últimos meses con Joe mientras Sophie trabajaba en el Reino Unido, su país natal.
Según los documentos judiciales del divorcio, que se presentaron en Florida el martes y a los que ha tenido acceso TMZ, el cantante pretende que las pequeñas se queden en Miami “y en otras localizaciones de EE UU”; es decir, que no se marchen a Inglaterra con su madre, y también quiere establecer un plan que les permita a los dos “un contacto continuo y frecuente con las dos partes”, según fuentes cercanas. Él ha contratado a Thomas Sasser, un prestigioso abogado de West Palm Beach que gestionó el divorcio de Tiger Woods en 2010 y que también habría contratado Gisele Bündchen para su separación de Tom Brady.
Los distintos estilos de vida de la pareja no les han ayudado a gestionar la relación. Mientras que estos días hay fuentes cercanas a ellos que aseguran que Turner era muy social y aficionada a salir de fiesta por las noches, y Jonas más casero y reticente a esa vida nocturna, hay entrevistas de los dos en pandemia que afirman lo opuesto. En 2020, Turner contaba, medio en broma, medio en serio, que para ella vivir en cuarentena en casa no era difícil, porque era “introvertida, muy hogareña”: “Si pudiera pasarme el día en casa lo haría, así que esto es genial para mí”, contaba en una entrevista con Conan O’Brien, y que ese tiempo le favorecía porque su esposo era “una persona muy social”. “Me cuesta encerrarlo y que pase tiempo conmigo, es como una prisión para él, pero para mí es fantástico”, aseguraba, explicando que el músico montaba sets de DJ y retransmitía por Instagram sus sesiones pinchando música.
Por tanto, esa nueva versión de que Turner era la reina de la fiesta —hay unas fotos de ella tomando chupitos con unos amigos en Londres pocos días antes del divorcio, al parecer en la celebración del final de un rodaje— y él de su casa, no cuadra con sus propias declaraciones. Algo que ha hecho que algunos fans de la actriz acusen a Jonas de filtrar informaciones y narrativas para montar una “campaña de desprestigio” contra la madre de sus hijas. No hay que olvidar que ambos, debido a sus carreras, tienen legiones de admiradores: él, por formar parte de los Jonas Brothers, una banda que se convirtió en un fenómeno adolescente a mediados de los 2000 y que regresó con gran éxito; ella, por ser parte de dos sagas que acumulan una enorme comunidad de fans: la de Juego de Tronos (donde interpretaba a Sansa Stark) y la de X-Men (como la Fénix Oscura).
Lo que sí es cierto es que casi toda la información a la que tiene acceso la prensa estadounidense favorece la posición de Jonas. El último episodio que han filtrado es que él la vio a través de una cámara casera haciendo o diciendo algo que no le gustó, hasta tal punto que ahí vio que su matrimonio estaba irremediablemente acabado. Sin embargo, solo son fuentes de parte, y los protagonistas no han confirmado, ni probablemente confirmarán, nada al respecto. Los secretos quedarán sellados en las mansiones de Miami y ante duros abogados... al menos, hasta que alguien los filtre.