Muere Marta Chávarri, quien fuera marquesa de Cubas, a los 62 años

La que fuera una de las ‘socialités’ más famosas del país por sus matrimonios con Fernando Falcó y Alberto Cortina llevaba desde hacía años una vida alejada de los focos. Ha sido encontrada en su piso en Madrid

Marta Chavarri en las calles de Madrid, el 27 de marzo de 2014.Europa Press (Europa Press via Getty Images)

Marta Chávarri Figueroa, quien ocupó todas las portadas del corazón en los años ochenta y noventa, ha muerto a los 62 años en su domicilio en la ciudad de Madrid, por causas que todavía se desconocen.

La inesperada noticia llega tan solo un mes más tarde de que Chávarri se hubiese convertido en abuela, después de que su hijo, Álvaro Falcó, fruto de su relación con Fernando Falcó, marqués de Cubas, y su esposa, Isabelle Junot, hija de Phil...

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Marta Chávarri Figueroa, quien ocupó todas las portadas del corazón en los años ochenta y noventa, ha muerto a los 62 años en su domicilio en la ciudad de Madrid, por causas que todavía se desconocen.

La inesperada noticia llega tan solo un mes más tarde de que Chávarri se hubiese convertido en abuela, después de que su hijo, Álvaro Falcó, fruto de su relación con Fernando Falcó, marqués de Cubas, y su esposa, Isabelle Junot, hija de Philippe Junot, quien fue a su vez el primer marido de la princesa Carolina de Mónaco, dieran la bienvenida a su primera hija. Precisamente en la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot, Marta Chávarri fue una de las invitadas más buscadas por los fotógrafos ya que, la que fuera el nuevo rostro de la aristocracia madrileña hace unas décadas, mantuvo en sus últimos años una vida alejada del foco mediático.

“Dejé de acudir a fiestas y me aparté de los focos porque no podía soportar la fama ni a la prensa. Fue insoportable. No me compensa la popularidad, no quiero protagonismo ninguno. Ya lo tuve y acabé harta, por eso me retiré”, dijo en 2011 en la que fue su última gran declaración. Un silencio que solo rompió en octubre de 2020, tras el fallecimiento del que fuera su esposo, Fernando Falcó, marqués de Cubas a los 81 años de edad, solo siete meses después de que lo hiciera su hermano Carlos, el marqués de Griñón.: “Estoy triste por lo de Fernando, pero estoy bien”. Con Falcó tuvo a su único hijo Álvaro, el actual marqués de Cubas.

Marta Chavarri junto a su primer esposo, Fernando Falcó, en una fotografía de archivo.Aurora Fierro (Cover/Getty Images)

En sus años de juventud, Marta Chávarri, representaba un aire nuevo en la aristocracia española, esa que se dejaba ver en fiestas de la alta sociedad y aparecía de manera habitual en las revistas del corazón. Fue probablemente la primera it girl pero sin olvidar su parentesco con el conde de Romanones. Su matrimonio con Fernando Falcó, en 1982, la coronó definitivamente: “Aquel verano se casaban en la Catedral de Plasencia Marta Chávarri, bisnieta del conde de Romanones e hija de diplomático, con uno de los solteros del oro del momento, Fernando Falcó y Fernández de Córdoba, marqués de Cubas. La novia llevaba un vestido con mangas voluminosas de volantes hijas de su década. Aquel 2 de junio aún no se podía intuir, pero en esas mangas gigantes iban a caber los años 80 españoles. Dentro de ellas había espacio para los escándalos financieros, una nueva clase social que unía negocios y aristocracia, y una España atolondrada y con ganas de empezar de cero. Eran unas mangas imprevisibles para una veinteañera de clase alta española. A partir de esa fecha, casi todo en la vida de Marta Chávarri lo fue”, explicaba sobre aquella boda, y aquella gran presentación en sociedad, la periodista Anabel Vázquez en una radiografía sobre Chávarri para SModa.

Marta Chávarri y Fernando Falcó estuvieron casados siete años hasta que llegó la separación en 1989, después de que saliera a la luz la relación extramarital de Chávarri con Alberto Cortina, un escándalo que conmocionó a toda la sociedad española de la época que vio el affaire a través de la revista Diez Minutos, donde se publicaron unas fotografías de ella con Alberto Cortina saliendo del hotel Palais Schwarzenberg de Viena. El interés por Chávarri estaba a la altura del que despertaba otra gran dama de las portadas españolas, Isabel Preysler, que curiosamente estaba casada con el otro Falcó, el marqués de Griñón.

Marta Chávarri, en el interior de su tienda Doméstica Sede, de accesorios y todo tipo de objetos de cocina, en 1988.Anel Fernandez

Con el escándalo no solo llegó el divorcio, sino también la pérdida de la custodia de su hijo Álvaro, que entonces quedó en manos del marqués de Cubas. Fue durante este periodo convulso cuando se publicaron unas fotografías de Marta Chávarri, en la que aparecía sentada en una discoteca y sin ropa interior, que dieron la vuelta al mundo. Aparecieron, primero, en Interviú, del Grupo Zeta, que publicó un 14 de febrero de 1989, el día de San Valentín, pero la prensa internacional se hizo eco y creció el interés por su figura. Un tabloide británico la bautizó como The knickerless marchioness” (La marquesa sin bragas). La propia Chávarri habló después de la vergüenza que pasó.

Años más tarde, el diario El Mundo publicó la sucia realidad detrás de este capítulo de la historia rosa de nuestro país: las imágenes se publicaron tras la negativa del empresario Alberto Cortina a pagar el precio que le pedían para que no salieran a la luz. El precio consistía en que Alberto Cortina y Alberto Alcocer, maridos entonces de las hermanas Koplowitz, y en trámites de separación, abandonasen la operación de asalto a la fusión del Banesto y del Banco Central. Quien pedía este “favor” era Antonio Asensio, entonces presidente del Grupo Z. Cortina y Chávarri fueron víctimas de un chantaje. Chávarri demandó a Interviú y la publicación tuvo que pagarle 34 millones de pesetas (204.000 euros) por violar su intimidad.

Durante su relación con Cortina, la pareja estuvo siempre en el foco mediático, lo que les llevó a vivir difíciles episodios y varios encontronazos con la prensa. En noviembre de 1989, Chávarri demandó a la revista Época tras la publicación de diálogos íntimos entre ella y Cortina. En 2002, el Tribunal Constitucional sentenció que la revista había “dañado la imagen social y afectado negativamente a la reputación y el buen nombre” de la aristócrata. Un año después, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo condenó a la revista Diez Minutos a pagarles 30.050 euros (cinco millones de pesetas) al matrimonio por publicar en 1993 unas declaraciones de un exempleado de la pareja en las que comparaba a Chávarri con Alicia Koplowitz, la primera esposa del financiero, y decía que la primera se levantaba más tarde y procedía “de clase más baja”.

Tras el divorcio de Alberto Cortina de Alicia Koplowitz y de Marta Chávarri de Fernando Falcó, la nueva pareja oficializó su relación. Estuvieron casados de 1991 a 1995. Y, para sorpresa de muchos, se produjo un curioso baile familiar (y social): el marqués de Cubas se casó con Esther Koplowitz.

Toda la atención recibida durante las primeras décadas de su vida llevaron a Chávarri a alejarse paulatinamente de la vida pública. Llevó una vida más tranquila, abriendo su propia tienda de decoración en Madrid, y fue distanciando sus apariciones ante las cámaras. “Ahora se dedica a pintar, a hacer collages, a viajar y a su familia. Su hijo Álvaro es su prioridad”, escribía la periodista Mábel Galaz en una pieza sobre la vida casi anónima de Chávarri en los últimos tiempos, publicada en este mismo medio.

En 2 de abril de 2022, Álvaro Falcó contrajo matrimonio con Isabelle Junot en el Palacio de Mirabel (Plasencia) ante más de 250 invitados. Marta Ortega, Eugenia Silva, Cari Lapique y Carlos Goyanes o Alonso Aznar, hijo del expresidente José María Aznar, fueron algunas de las caras conocidas que los fotógrafos capturaron a la entrada del evento. No pudieron fotografiar a Marta Chávarri.


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