El juez prohíbe a un paparazi acercarse a Clara Chía a menos de 400 metros
El auto, que establece que la medida durará tres meses, relata el “sufrimiento” causado por el “comportamiento agresivo” del fotógrafo y subraya que la joven es conocida “solo por ser la pareja sentimental de Piqué”
El paparazi Jordi Martín no podrá acercarse a menos de 400 metros de Clara Chía, pareja del exfutbolista del Barça Gerard Piqué. Un juez de Barcelona ha acordado este viernes 9 de junio la orden de alejamiento solicitada por Chía contra el fotoperiodista en el marco de una investigación por un presunto delito de acoso. En una decisión con escasos precedentes, el magistrado prohíbe a Martín situarse “a menos de 400 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro en...
El paparazi Jordi Martín no podrá acercarse a menos de 400 metros de Clara Chía, pareja del exfutbolista del Barça Gerard Piqué. Un juez de Barcelona ha acordado este viernes 9 de junio la orden de alejamiento solicitada por Chía contra el fotoperiodista en el marco de una investigación por un presunto delito de acoso. En una decisión con escasos precedentes, el magistrado prohíbe a Martín situarse “a menos de 400 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro en que se encuentre” durante un periodo de tres meses. Tampoco podrá ponerse en contacto con ella. Con una excepción: los actos “sociales” a los que acuda Chía; en ese caso, deberá mantener una distancia con ella de al menos 20 metros.
El pasado 10 de mayo, Piqué y Chía presentaron una denuncia por un delito de acoso contra Martín ante los Mossos d’Esquadra, que este miércoles ratificaron ante el juez. Ambos explicaron que, unos días antes, el paparazzi les siguió hasta un aparcamiento privado situado en la calle Beethoven de Barcelona, cerca de la sede de la empresa Kosmos, de la que es dueño y presidente el exdefensa azulgrana. Explicaron que no era un hecho puntual, sino que llevan “meses” sufriendo esa persecución. Martín les siguió a la boda de un amigo de Piqué, se presentó en casa de los padres de Chía e incluso les persiguió “en coche a gran velocidad” y “se interpuso en su camino para impedir el paso y captar una foto” de la pareja, según relata el auto dictado por el titular del juzgado de instrucción número 6 de Barcelona, Miguel Ángel Tabares.
La resolución concluye que Martín ha “seguido y vigilado de forma insistente y reiterada” a la pareja y acuerda la orden de alejamiento para Chía, de 24 años, pese a la oposición de la Fiscalía. Piqué, de 36 años, había solicitado inicialmente ser beneficiario también de esa orden, aunque el miércoles, en su comparecencia en la Ciudad de la Justicia de la capital catalana, retiró la petición. Martín, por su parte, aseguró en su declaración como investigado que se limita a hacer su trabajo como paparazzi. El juez argumenta con el auto conocido este viernes que, a diferencia del exfutbolista y empresario (”una persona muy conocida por el público en general”), Chía es “conocida a nivel general, tan solo, por ser la pareja sentimental de Piqué”.
Uno de los elementos centrales de la discusión es determinar si a Martín se le puede considerar o no periodista, admite la resolución. Si es el caso, su trabajo está amparado por el derecho fundamental a la libertad de información. El juez, sin embargo, pone en duda —en línea con lo que aseguran Piqué y Chía— de que sea así. Erróneamente, el magistrado considera que un paparazzi debe estar forzosamente “colegiado en el correspondiente colegio de periodistas” y que, en caso de no estarlo, “resulta dudoso que su actividad pueda considerarse en sentido estricto periodística” y esté, en consecuencia, “acompañada y protegida” por el derecho a la información. Según ha podido saber EL PAÍS, Martín tiene previsto recurrir el auto.
Chía, en una “situación límite”
El juez señala que el término “paparazzo” (para el singular) proviene del italiano “mosquito”. “Lo característico [de estos animales] es que su actividad suele resultar molesta e incluso, a veces, dolorosa, dolor ciertamente pequeño o moderado, tolerable”. La resolución contrasta esas molestias con los perjuicios, mucho más graves, que ha padecido Chía. La joven detalló ante el magistrado, con “palabras y gestos sugestivos de una intensa angustia”, su “sufrimiento”, que atribuyó “al comportamiento agresivo, agobiante, intrusivo y provocativo” de Martín. La novia de Piqué afirmó que ha llegado a considerar “salidas extremas” y que se encuentra en una “situación límite”.
Chía explicó no solo la incomodidad que le produce una exposición pública no deseada, sino también el conjunto de privaciones a las que se ha visto sometida: no puede, relata el auto con detalle, “salir a comer al mediodía con sus compañeros de trabajo”, ha perdido “el contacto con sus amigas de antes”, tiene “dificultades para encontrarse con su familia o hacer deporte”. En su declaración como testigos, el pasado miércoles, la pareja denunció la agresividad del comportamiento del paparazzi, con una “constante invasión del espacio personal” que les impide incluso deambular con tranquilidad. También detallaron su comportamiento “provocador”, con el que intenta, siempre según su versión, “generar una respuesta violenta con fines publicitarios y lucrativos”.
Martín, por su parte, admitió que conoce el padecimiento de Chía por su reciente notoriedad. Pero negó cualquier animadversión hacia la pareja y conjeturó que la denuncia tiene que ver con el hecho de que fue el primer periodista que captó una fotografía de ambos juntos. El fotógrafo argumentó que Piqué está molesto con él porque mantiene “cierta amistad” con Shakira, de la que anunció su separación en junio de 2022 tras 12 años de relación. Y añadió que se ha limitado a hacer su trabajo. En su resolución, el juez asegura que la medida cautelar acordada no afecta a su desempeño profesional, ya que, como él mismo ha admitido, puede tomar fotografías a gran distancia (hasta 800 metros) y el interés de la relación Piqué-Chía ha ido descendiendo. El magistrado cree que esos tres meses de alejamiento pueden servir para que Chía “se recupere” y “quizá, para que pierda definitivamente el interés mediático”.