Sophie et Voilà no hará el vestido de novia de Tamara Falcó a dos meses de su boda por las “exigencias” de la marquesa

Quedan dos meses para una de las bodas más esperadas y polémicas de los últimos meses. En enero, Tamara Falcó e Íñigo Onieva ponían, por fin, fecha a su enlace: el próximo 8 de julio. Todo ello después de una pedida, una ruptura del compromiso muy mediática, exclusivas, disculpas públicas y una reconciliación en fin de año. Tras un aplazamiento (de junio a julio) y cuando parecía que todo iba bien y no iba a haber ningún contratiempo extra en la celebración, todo se ha ...

Quedan dos meses para una de las bodas más esperadas y polémicas de los últimos meses. En enero, Tamara Falcó e Íñigo Onieva ponían, por fin, fecha a su enlace: el próximo 8 de julio. Todo ello después de una pedida, una ruptura del compromiso muy mediática, exclusivas, disculpas públicas y una reconciliación en fin de año. Tras un aplazamiento (de junio a julio) y cuando parecía que todo iba bien y no iba a haber ningún contratiempo extra en la celebración, todo se ha complicado: Falcó y Sophie et Voilà, firma bilbaína de moda encargada del diseño de su vestido de novia, han roto su contrato, tal y como han informado este martes en un comunicado.

“Lamentablemente, el acuerdo entre Sophie et Voilà y la señora Falcó para la confección de su vestido de novia ha tenido que ser resuelto como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó”, comienza la nota, en tono contundente, de la marca. Sofía Arribas y Saioa Goitia, dueñas de la firma, no especifican cuál es, exactamente, el motivo de esta decisión a dos meses de la boda, aunque dejan entrever las razones que les han llevado a romper uno de sus encargos más importantes hasta la fecha: “Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño”, explican en el comunicado. Lo que dejan entrever es, por tanto, que pretendían crear un concepto desde cero, pero al no llegar a un acuerdo entre las partes y al no sentirse cómodas las diseñadoras han preferido paralizar el acuerdo: “Por eso, y por el respeto que nos merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura, no podemos cumplir con determinadas exigencias de la señora Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma”.

En una entrevista con El Confidencial publicada el pasado mes de marzo, las diseñadoras afirmaban que la marquesa de Griñón estaba “preciosa, contenta, superanimada y pletórica” en la primera prueba del vestido. Desde entonces, y tal como explica el comunicado, ha exigido unos cambios que Sophie et Voilà no ha aceptado. “Desde el principio hemos puesto todo nuestro empeño para que se sienta la novia más guapa del año, cuidando cada detalle y escuchando sus ideas. Entendemos la importancia de capturar la esencia sobre los conceptos e inspiraciones de nuestras novias y, como es normal, en la mayoría de casos partimos de una inspiración en otros diseños que combinamos con el estilo de Sophie et Voilà y el savoir faire de las profesionales de primer nivel de esta compañía”.

Según ha podido saber EL PAÍS, la firma vasca tenía preparados varios diseños para la hija de Isabel Preysler, que finalmente quedarán en nada, y ha tratado de ofrecer soluciones alternativas para reconducir la situación: “Infinitas opciones”, aseguran quienes las conocen. En los últimos días, tras numerosos desencuentros, la situación se ha “complicado”, aseguran a este periódico fuentes conocedoras del asunto, hasta volverse “insostenible”. La marca afirma haber invertido tiempo, dinero, esfuerzo y creatividad en algo que, finalmente, no verá la luz.

EL PAÍS ha hablado con el equipo de comunicación de Tamara Falcó, que se ha mostrado “tremendamente sorprendido” por la noticia, de la que han tenido conocimiento a través de este periódico. “No sabíamos nada de nada. Había diferencias, sí, pero hasta ese punto...”, aseguran sorprendidos y molestos: “Hay muchas maneras de hacer las cosas”. La novia, explican, se encuentra “triste” y para ella lo prioritario es “recolocarse”. En menos de dos horas tras saberse esta ruptura ya se habían postulado 18 marcas para vestir a la marquesa de Griñón. Ella, además, ha hablado en exclusiva con su revista de cabecera, ¡Hola! “No tenía ni idea y nunca pensé que llegaríamos a este punto. De hecho, estábamos trabajando, al menos por nuestra parte, en un entendimiento”, ha afirmado en la entrevista. También explica que ella no ha pedido en ningún caso una copia de otro traje: “Yo soy la primera que me dedico a la moda. Tengo un respeto máximo a los diseñadores y a todos los trabajos relacionados con la profesión [...] Un proceso creativo bebe de muchas fuentes de inspiración y lo que yo les trasladé fueron mis inspiraciones sin intención de que copiaran un diseño”.

A dos meses de su boda con Íñigo Onieva, Falcó se enfrenta a uno de los contratiempos más difíciles de su casamiento: encontrar en tiempo récord un vestido de boda que se adapte a su gusto. No tardará en lograrlo, dadas las opciones, aunque ha perdido los últimos tres meses, puesto que llevaba trabajando con las diseñadoras desde inicios de este año. “Queremos agradecerle a la señora Falcó y a todo su equipo la confianza depositada en Sophie et Voilà durante estos intensos días y trasladarle nuestros mejores deseos para el día de su boda”, finaliza el comunicado la firma.

Hace 10 semanas, es decir, dos meses y medio, la marquesa de Griñón publicaba a través de su cuenta de Instagram —en la que deja plasmado cada paso de su próximo enlace— una serie de imágenes y vídeos de ella con los posibles vestidos de novia. En el proceso, la ha estado acompañando el diseñador y amigo Juan Avellaneda. La propia Falcó, en sus declaraciones a ¡Hola!, agradece las intenciones de la marca vasca, pero también reconoce que ha habido problemas en el proceso y deja entrever su enfado: “Me da mucha pena porque lo que tenía que ser un momento superespecial e ilusionante de elegir el vestido y probármelo se había convertido en un conflicto lleno de momentos de tensión. Se había desvirtuado totalmente el proceso… pero, aun así, no pensé que fuéramos a llegar hasta aquí. Así que doy las gracias a Sophie et Voilà por todos sus buenos deseos que me traslada en su comunicado, pero me han dejado lo que se dice compuesta y sin vestido”.