La escuela de Kanye West, en el foco de la polémica: medicamentos caducados, veto a Adidas y el Holocausto omitido del programa
Dos exprofesoras del colegio cristiano propiedad del rapero han demandado al también diseñador, al centro educativo y a la dirección por discriminación racial y despido improcedente, y han revelado numerosos detalles sobre el funcionamiento de una institución que hacía firmar acuerdos de confidencialidad
Donda Academy, el colegio cristiano fundado por el rapero Kanye West (45 años, Atlanta, EE UU) y que se inauguró en septiembre, a comienzos del ciclo escolar 2022-2023, afronta una demanda por discriminación racial por parte de dos exprofesoras afroamericanas que aseguran haber sido despedidas injustamente, según informaron ...
Donda Academy, el colegio cristiano fundado por el rapero Kanye West (45 años, Atlanta, EE UU) y que se inauguró en septiembre, a comienzos del ciclo escolar 2022-2023, afronta una demanda por discriminación racial por parte de dos exprofesoras afroamericanas que aseguran haber sido despedidas injustamente, según informaron el jueves varios medios estadounidenses. Las demandantes, Cecilia Hailey y Chekarey Byers, sostienen que fueron expulsadas en marzo tras haberse quejado ante la dirección de que la escuela, llamada así en homenaje a la madre del rapero, y ubicada en Simi Vallery (California), incumplía normativas estatales sobre salud, educación y seguridad.
Hailey, que comenzó a trabajar en el colegio en noviembre de 2022, y Byers, que se incorporó a la escuela en enero, eran las únicas maestras afroamericanas del centro escolar. Según la demanda, interpuesta contra el propio West, el colegio y tres de sus directores, las maestras tenían sueldos considerablemente inferiores a lo que habían pactado cuando fueron contratadas.
Las dos exmaestras también han revelado numerosos detalles sobre el funcionamiento interno de la escuela, de la que existe muy poca información debido a los acuerdos de confidencialidad que los padres están obligados a firmar al matricular a sus hijos, según informó la revista Rolling Stone. Ambas afirman que Donda Academy alberga serios problemas de acoso escolar y de agresiones físicas entre los alumnos y hacia los profesores por la falta de protocolos. La institución tampoco cuenta, según estas profesionales, con servicios de limpieza, conserje ni enfermería, además de tener almacenados medicamentos caducados. También aseguran que el único alimento permitido en la escuela es el sushi, todos los días, y que los estudiantes comían de bandejas, sentados en el suelo. Aseguran a su vez que están prohibidas las hojas para colorear y los crucigramas. Según las dos exempleadas, las aulas no cuentan con sillas, y se obliga a los estudiantes a sentarse en cojines en el suelo, mientras que los maestros permanecen de pie o se sientan en taburetes. Como norma, los alumnos deben vestir de negro y tienen prohibido utilizar ropa de Nike y de Adidas. Esta última marca rompió su colaboración con el rapero tras sus comentarios antisemitas y racistas en octubre.
Fue poco después de aquella polémica cuando Hailey comenzó a trabajar en la escuela. La profesora ha revelado que los estudiantes no son expuestos a contenido directamente antisemita, pero que el programa escolar cuenta con una serie de restricciones y omisiones controvertidas: “Querían suprimir muchísima información histórica”, ha declarado Hailey, “no querían que los estudiantes conocieran partes de la historia negra o asiática en nuestro país. El Holocausto también estaba omitido en el programa escolar”.
Hailey asegura que expresó sus preocupaciones a la directora, identificada en la denuncia como Moira Love. Lo hizo en al menos tres ocasiones, informándole de que la escuela no cumplía con las normas educativas o de salud y seguridad. También intentó hablar sobre sus preocupaciones con West, pero la “amenazaron” por tratar de acercarse a él. Byers también se quejó en varias ocasiones a la directora del centro, según relata, obteniendo el mismo resultado que su compañera. En la denuncia también se asegura que en el centro educativo no se requiere que los maestros tengan el certificado de primeros auxilios o la capacitación obligatoria para identificar el abuso infantil, y no se siguen las regulaciones estatales con respecto a los servicios educativos y los planes de aprendizaje individualizados. Además, ambas cuentan en su demanda que en marzo se les informó de su despido en el estacionamiento del centro, cuando llegaron para cumplir con su jornada laboral.
Es la primera vez que se conocen tantos detalles del nuevo negocio de West. Ya en septiembre, la revista Rolling Stone le dedicó un reportaje a la escuela, calificando Donda Academy de “misteriosa” por su opacidad. En la web se describe al colegio como un lugar donde “preparar a los estudiantes para convertirse en la próxima generación de líderes” a través de “una ética de integridad y cuidado”. Además del horario escolar, su página web detalla en sus actividades un “culto escolar completo; clases básicas de artes del lenguaje, matemáticas y ciencias; almuerzo y recreo; cursos de enriquecimiento que incluyen Idiomas del Mundo, Artes Visuales, Cine, Coro y Parkour”. Además, dos fuentes revelaron a Rolling Stone que las familias deben firmar acuerdos de confidencialidad.
Según el reportaje, a pocos días de su inauguración, la escuela no contaba con las acreditaciones necesarias: “Ha sido difícil de precisar con exactitud quién trabaja en la escuela”, afirmaba el artículo, “la persona que aparece a cargo de la dirección del centro en la página web es Brianne Campbell, quien también dirige el programa de coro del colegio. Pero, según nuestras informaciones, Campbell nunca ocupó un puesto formal en el sistema educativo. Según su currículum, lo más cerca que ha estado Campbell a tener un puesto de profesorado ha sido su propio negocio de clases de piano, guitarra y canto en su apartamento”. Y sentenciaba: “La falta de transparencia sobre el funcionamiento interno de la escuela plantea preguntas sobre lo que realmente sucede detrás”.
La demanda vuelve a sumergir en la polémica al rapero que ha hecho saltar en los últimos meses todas las alarmas por una retahíla de comentarios racistas y antisemitas. Sus declaraciones han hecho que el artista pierda millones de dólares en contratos con marcas, que han cancelado los acuerdos que tenían con él y lo han eliminado de la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo.