Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa se reencuentran en la boda de su nieta en Lima: “Les gusta pasar tiempo juntos en familia”

El Nobel y su exesposa coinciden en Perú para celebrar el enlace de Josefina Vargas Llosa. “Tienen muy buena relación”, asegura su entorno familiar a EL PAÍS

Mario Vargas Llosa (izquierda) y Patricia Llosa (primera por la derecha), en uno de los actos por la boda de su nieta Josefina.Familia Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 86 años) y Patricia Llosa (Cochabamba, Bolivia, 78 años) se han vuelto a encontrar. Esta vez, el escritor hispanoperuano y su exesposa se han reunido en Lima para celebrar la boda de su nieta, Josefina Vargas Llosa, con el ingeniero mexicano Emiliano Camarena. Según ha explicado el entorno familiar a EL PAÍS, ...

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Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 86 años) y Patricia Llosa (Cochabamba, Bolivia, 78 años) se han vuelto a encontrar. Esta vez, el escritor hispanoperuano y su exesposa se han reunido en Lima para celebrar la boda de su nieta, Josefina Vargas Llosa, con el ingeniero mexicano Emiliano Camarena. Según ha explicado el entorno familiar a EL PAÍS, el premio Nobel de Literatura y su prima “tienen muy buena relación y es evidente que les gusta pasar tiempo juntos en familia”. Otras fuentes aclaran que, de momento, esto no significa que hayan reanudado la convivencia. De hecho, Vargas Llosa no se ha hospedado en el piso de su exmujer, en el bohemio e intelectual barrio limeño de Barranco, sino en un hotel muy cerca de allí.

Vargas Llosa aterrizó el jueves en la capital peruana y compartió un almuerzo con su exmujer y sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo. Por la noche, la familia asistió a un cóctel en el restaurante Huaca Pucllana, en el barrio de Miraflores, en el que Josefina Vargas Llosa, una de las dos hijas de Gonzalo Vargas y de la chilena Josefina Said, y su prometido han dado inicio a tres días de celebraciones.

El enlace de la nieta del autor de libros como La fiesta del Chivo y La ciudad y los perros es uno de los acontecimientos sociales de la temporada en Lima. Más de 300 invitados de todo el mundo se encuentran en la ciudad para los festejos. Tres días de eventos que comenzaron el jueves y que este viernes continúan con un almuerzo campestre en la finca Criadero Cuarto Creciente, en el distrito de Cieneguilla. El sábado será la ceremonia religiosa en la basílica y convento de San Pedro de Lima, uno de los complejos religiosos más importantes de la capital. Esa misma noche habrá una gran cena de gala en el Museo de Arte de Lima, un palacio neorrenacentista que expone 3.000 años de arte peruano.

El compromiso oficial de Josefina Vargas Llosa tuvo lugar en marzo de 2022, en Guadalajara, México, la ciudad natal de Emiliano Camarena. La nieta de Vargas Llosa estudió en el famoso internado suizo Le Rosey, cursó Ciencias Políticas en la Universidad de Nueva York y un máster en Pensamiento Global en la Universidad de Columbia. Estos últimos años ha vivido en Nueva York, donde ha trabajado como analista estratégica en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), siguiendo la estela de su padre, que es representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ante la UE. Tras la boda, la joven se mudará a México con su marido.

La reunión de Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa en Lima ha llegado casi un mes después de su primer reencuentro en París. Se separaron en 2015, cuando se hizo pública la relación del escritor con Isabel Preysler. Un año después firmaron el divorcio, poniendo fin a 50 años de matrimonio. En septiembre del año pasado, retomaron el contacto tras casi ocho años de distanciamiento. Poco después, el Nobel y la llamada “reina de corazones”, rompieron. Según el entorno de los Vargas Llosa, esto ha facilitado que Mario y Patricia retomen el trato y la comunicación con normalidad y cotidianidad. “Hasta hace un par de meses, veían a sus hijos y a sus nietos por separado. Ahora la situación ha cambiado y pueden hacer cosas juntos como salir a comer en Madrid, asistir a la ceremonia de la Academia Francesa o ir a la boda de su nieta”, explican. “Es decir, pueden compartir y disfrutar reuniones familiares juntos. Y eso es muy importante para los dos”.

“No me arrepiento de nada, absolutamente”, decía Vargas Llosa hace solo unas semanas a El País Semanal en referencia a su mediático noviazgo con Preysler. “La experiencia se vivió y ya está, vuelvo a estar en mi casa, rodeado de mis libros”, concluía. Ahora, los suyos añaden: “Y rodeado de su familia”.

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