Maisie Williams habla sobre su traumática infancia y del antes y el después que supuso ‘Juego de tronos’
La actriz británica revela en un ‘podcast’ los abusos que sufrió hasta los ocho años: “Estaba adoctrinada, entendí que estaba como en una secta infantil”. Descubrir la interpretación le cambió la vida, aunque no echa de menos la fama de la exitosa serie de HBO
“¿Sabes cuando los niños pequeños están jugando, y por supuesto hay peleas y trifulcas, pero en general hay carreras, gritos y alegría? Recuerdo que en esos momentos yo me quedaba parada y tenía una sensación que me decía: ‘Algo malo va a pasar’, y entonces... era incapaz de continuar”, cuenta Maisie Williams (25 años, Bristol, Inglaterra) en el podcast The Diary Of A CEO, conducido por el empresario Steven Barle...
“¿Sabes cuando los niños pequeños están jugando, y por supuesto hay peleas y trifulcas, pero en general hay carreras, gritos y alegría? Recuerdo que en esos momentos yo me quedaba parada y tenía una sensación que me decía: ‘Algo malo va a pasar’, y entonces... era incapaz de continuar”, cuenta Maisie Williams (25 años, Bristol, Inglaterra) en el podcast The Diary Of A CEO, conducido por el empresario Steven Barlett, justo antes de romper a llorar. Ya sabemos que la ficción nada tiene que ver con la realidad, y que Maisie Williams, la mujer, nada tiene que ver con el personaje que la llevó a la fama, Arya Stark, la niña (al menos en las primeras temporadas) de Juego de tronos. Aun así, los espectadores no están acostumbrados a ver llorar a Arya, y resulta emotivo descubrir las lágrimas de la joven Williams.
La infancia de Williams no fue fácil, tal y como ha revelado ahora en el podcast: “De pequeña tenía una relación traumática con mi padre. No quiero entrar en detalles porque afecta a mis hermanos y a mi familia entera”, apuntaba al principio de la conversación. Y añadía: “Desde que tengo memoria, he tenido problemas para dormir, y creo que no era consciente de que muchas de las cosas traumáticas que me pasaban estaban mal”. Williams vivía con su padre y sus hermanos y, desde pequeños, vivieron situaciones abusivas y de maltrato. Fue a los ocho años cuando una de sus profesoras percibió ciertas señales y se sentó con Williams: “Me preguntaba cosas del tipo: ‘¿Tienes hambre? ¿Has desayunado?’. Yo le respondía que no. Y ella: ‘¿Por qué?’. Y yo decía: ‘No tenemos nada para desayunar’. Y ella decía: ‘¿Normalmente desayunas?”. Williams reconoce ahora que esa profesora “estaba haciendo las preguntas correctas”, y, de nuevo, interrumpía sus palabras por la emoción de revivir lo sucedido. La actriz marca los ocho años como el principio del fin de aquel periodo: la profesora llamó entonces a su madre y, por primera vez, vio la posibilidad de poner sobre la mesa todo lo que estaba sucediendo en casa.
“Fue muy duro porque yo aún quería luchar y decir: ‘¡No, estas cosas no son malas, estás intentando alejarme de mi padre y eso está mal!’, porque estaba adoctrinada”, confiesa Williams. “Creo que por eso me obsesionan tanto las sectas”, bromea la actriz, “porque yo entendí que estaba como en una secta infantil”. Ahora, con 25 años, ha conseguido ganar perspectiva y dejar de culpabilizarse por lo sucedido: “He hecho mucho trabajo para no tomarme las cosas como algo personal; si yo no hubiese estado ahí, habría sido otra persona, no tenía nada que ver conmigo ni con que yo hiciera algo mal”, reconoce la actriz.
El impaco de Juego de tronos
Desde muy pequeña, tuvo que empezar a buscar momentos y situaciones que le provocasen felicidad. Fue así como descubrió la actuación, tal y como ella misma relata, la interpretación le hacía sentir libre. Y entonces llevó Juego de tronos: cuando Maisie Williams se convirtió en el rostro de Arya Stark, tenía 12 años, al estrenarse la serie, la actriz cumplió 14. El cambio que dio su vida fue abismal: “Es curioso, porque con mi madre vivíamos en casas de protección oficial, y mi madre hacía malabares para que tuviéramos siempre comida sobre la mesa... y, de pronto, con 12 años toda tu vida está resuelta”. Reconoce que ahora se siente muy privilegiada, porque sabe que muchos de los problemas a los que se enfrentan las personas tienen que ver con lo económico: “Nunca sabré lo que es luchar por conseguir un trabajo o por no pagar un alquiler, pero también sé que aunque el dinero puede ayudarte a hacer desaparecer muchos problemas no es suficiente para quitarte el sufrimiento”, cuenta la actriz.
“Más que preguntarme: ‘¿Quién soy ahora?’, me decía todo el rato: ‘Qué emocionante, ¿quién voy a ser ahora?”, comenta cuando valora lo que supuso el fin de la exitosa serie de HBO. Durante los años que interpretó a Arya Stark, confiesa que lo que más le costaba era el hecho de que le pidieran opinión, sobre todo, siendo tan solo una niña, o el tener que posicionarse en determinados temas porque debía constituir un buen modelo a seguir para niñas y adolescentes. Despedirse de Arya, reconoce, no fue traumático, pero sí sintió vértigo ante el vacío que se abría ante ella. A sus 25 años, la actriz es plenamente consciente de que Juego de tronos solo sucede una vez en la vida, y sabe que no volverá a alcanzar la fama y el éxito que le concedió la serie. En ese aspecto, aprecia los aspectos positivos del retorno a cierta normalidad, puesto que, siendo una persona insegura, no se sentía bien con el escrutinio constante de los medios.
Después de Juego de tronos, los proyectos profesionales de Maisie Williams no han alcanzado el nivel de éxito que tuvo la popular serie. Esta fue un fenómeno mundial, a cuyo final, en 2019, asistieron casi 20 millones de personas. Suele sucederles a muchos intérpretes que han sido vistos y reconocidos en la piel de un mismo personaje durante años que les cuesta deshacerse de ese papel. Ella no parece preocupada, aspira a seguir viviendo y disfrutando con la interpretación, sea mediante grandes o pequeños papeles. Este año se convirtió en Jordan, la modelo y actriz que se convirtió en icono de la subcultura del punk londinense en la miniserie Pistol, dirigida por Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionaire), sobre los orígenes de la banda Sex Pistols basada en las memorias de Steve Jones. El próximo año, se meterá en el papel de Catherine Dior, hermana del diseñador Christian Dior, en la serie The New Look. Poco queda de la niña que se aventuraba por Poniente con la única compañía de su espada Aguja. Maisie Williams ya no es Arya Stark.