Ivanka Trump, tiempo de lectura y relax al sol de Miami
La hija y asesora del expresidente Donald Trump ha cambiado la vida del frío Washington por Florida, donde vive en uno de los edificios más exclusivos de la ciudad
La mañana de un lunes de febrero en Washington, además de al frío helador, Ivanka Trump se habría enfrentado a reuniones, papeles, gestiones y un trabajo casi desconocido para el gran público pero, por lo que han tratado de demostrar ella y su marido durante los últimos años, de alto nivel. Dentro de la Casa Blanca gobernada por su padre, Trump y Jared Kushner tuvieron una buena cuota de poder...
La mañana de un lunes de febrero en Washington, además de al frío helador, Ivanka Trump se habría enfrentado a reuniones, papeles, gestiones y un trabajo casi desconocido para el gran público pero, por lo que han tratado de demostrar ella y su marido durante los últimos años, de alto nivel. Dentro de la Casa Blanca gobernada por su padre, Trump y Jared Kushner tuvieron una buena cuota de poder, especialmente durante la primera mitad del mandato. Pero el pasado enero, con la salida de Donald Trump del poder, también hicieron las maletas su hija y su yerno. Y, al igual que él, se han marchado al calor de Florida.
La temperatura mínima en Miami estos días es de 22 grados; en Washington D. C., de -1º. Un cambio de escenario que ha propiciado otro de actitud en Ivanka. Lejos parecen quedar sus jornadas frenéticas, sus peinados perfectos y aquellos estilismos que la convertían en una de las mujeres más observadas (y a menudo aplaudidas) de la capital. Ahora Trump, de 39 años, se toma la vida de forma distinta.
Este pasado lunes se la pudo ver desayunando en la terraza de su apartamento de forma distendida junto a uno de sus hijos. Ivanka Trump, descalza, llevaba un vestido playero de algodón, gafas de sol y el pelo recogido en un moñete. Recostada en una tumbona, contesta llamadas con el móvil mientras lee un libro, y a ratos se sienta en la mesa mientras su hijo, Joseph, de siete años, vestido con el uniforme del colegio, desayuna.
Los Kushner-Trump han cambiado la capital del país por la cálida Miami, donde han alquilado un apartamento a un paso del mar. En la ciudad se les ha descubierto desde hace semanas disfrutando de unas horas en la playa o de ir a comprar helados. También se ha visto a Ivanka salir de su apartamento con sus hijos o a correr con su perro, Winter, y algún miembro de su equipo de seguridad.
Su bloque de pisos se llama Arte Surfside y es uno de los más exclusivos de la ciudad. Cuenta con 16 apartamentos de interiores diáfanos y luminosos y de grandes terrazas acristaladas, tiene varias piscinas cubiertas y al aire libre (una de ellas en la terraza del edificio), así como pistas de tenis. Según publicó el diario Wall Street Journal, el Arte Surfside es uno de los edificios más caros de la ciudad. Se calcula que pagan unos 47.000 dólares, casi 39.000 euros, mensuales de alquiler. De hecho, hace un par de meses se vendió un ático triplex en el mismo por más de 27 millones.
Cuando vivían en Washington, en el exclusivo barrio de Kalorama, los Kushner-Trump alquilaban una casa al millonario chileno Andrónico Luksic por la que pagaban 15.000 euros al mes y donde vivían con sus tres hijos y dos niñeras. Se calcula que el matrimonio ganó unos 200 millones en 2017, y unos 120 en 2020.
La familia tiene intención de instalarse en Florida, y para ello además de dejar Washington han vendido su apartamento de Nueva York por 33 millones de dólares (algo más de 27,3 millones de euros). Además, hace un par de meses se supo que han comprado un terreno en la lujosa zona de Indian Creek por 32 millones (26,4 millones de euros). Con solo 34 viviendas, esta es una de las zonas más exclusivas del mundo, unida a la ciudad por un único puente y donde tienen casas Gisele Bündchen y Tom Brady o la también modelo Adriana Lima.
Esa parcela, en la que están construyendo una casa, era propiedad de Julio Iglesias, que la sacó a la venta en 2017. El terreno tiene 7.200 metros cuadrados, 244 metros de playa privada y muelle directo al mar. Además, esta isla privada está a poco más de una hora del club de golf y de la mansión de Mar-a-Lago, donde planea vivir gran parte del año el expresidente Trump.