Leonor de Borbón, una princesa quinceañera
La heredera se ha convertido en el nuevo gran activo de la Corona en tiempos convulsos. Su papel institucional se afianza mientras se diseña su formación
Leonor de Borbón se ha hecho mayor. Hay claras señales que lo evidencian. Su físico ha cambiado y sus rasgos de niña han dado paso a un rostro más definido. Su estilo en el vestir también ha evolucionado: se ha subido a sus primeros tacones y sus trajes son ya los de una jovencita. Ella asume el cambio con naturalidad y lo recuerda. “Tengo casi 15 años”, dijo en su discurso en Oviedo en los premios que llevan su no...
Leonor de Borbón se ha hecho mayor. Hay claras señales que lo evidencian. Su físico ha cambiado y sus rasgos de niña han dado paso a un rostro más definido. Su estilo en el vestir también ha evolucionado: se ha subido a sus primeros tacones y sus trajes son ya los de una jovencita. Ella asume el cambio con naturalidad y lo recuerda. “Tengo casi 15 años”, dijo en su discurso en Oviedo en los premios que llevan su nombre para a continuación dar algunos datos que, extraídos del texto que leyó, hablan de responsabilidad y conocimiento de su papel. La heredera cumple 15 años el próximo día 31. Convertida en toda una quinceañera es el nuevo gran activo de la Corona en tiempos convulsos. Su posición institucional se afianza poco a poco mientras se diseña su formación académica y militar.
Los Reyes han contado en alguna ocasión que en su residencia del palacio de La Zarzuela se habla habitualmente del trabajo que realizan. Una de sus hijas les preguntó a qué se dedicaban y ellos les respondieron que a servir a España. Eran muy pequeñas cuando el asunto se planteó. Ahora Leonor y su hermana Sofía son plenamente conscientes del papel que ejercen sus padres y del que les corresponde a ellas. Don Felipe y doña Letizia también han explicado que en su casa se habla habitualmente de la actualidad. Temas a veces complejos que intentan abordar con simplicidad. Es una tarea en la que se emplean por igual los Reyes. Don Felipe se muestra especialmente atento con la princesa de Asturias, conocedor de primera mano de lo que es enfrentarse siendo adolescente a una tarea tan importante y a la exposición pública que conlleva. Por eso, siempre justificó la escasa presencia de sus hijas en actos oficiales. “Ya tendrán tiempo”, argumentaba. Quería para ellas la máxima privacidad antes de dar el paso a una vida instalada de manera permanente en el foco mediático. Pero esa etapa ha pasado. Leonor y, a su lado, su hermana, están ya inmersas en la vida pública. Tienen la edad para hacerlo y la situación por la que pasa la Corona, que vive tiempos convulsos, aconseja promover el cambio. Las hijas de los Reyes se han convertido en uno de los principales activos de la institución.
En las monarquías, los gestos sustituyen muchas veces a las palabras, a las explicaciones, a los cambios. Por eso nada es casual cuando una familia real se muestra en público. De un tiempo a esta parte en la española se han producido modificaciones sustanciales. Leonor ocupa en los actos oficiales un lugar a la derecha de su padre abandonando la posición habitual junto a su madre y hermana.
Doña Letizia está detrás del cambio de imagen de Leonor y también de cómo se diseñan sus apariciones públicas. Ella quiso, por ejemplo, que sus hijas aparecieran en plena pandemia para enviar un mensaje a los más jóvenes, de ahí que grabaran un vídeo la misma jornada en que ambas leían unas líneas de El Quijote en el Día del Libro. La Reina es quien supervisa los ensayos de estas lecturas y quien ha enseñado a la heredera a hacer pausas, mirar al frente o dirigirse a alguien en concreto cuando pronuncia un discurso. En solo un año, su voz ha ganado en fuerza y seguridad. Se muestra tranquila aunque no lo está tanto como parece. Leonor es una adolescente tímida, curiosa y responsable. Imita a su madre en su estilo de vestir pero su padre es su modelo a seguir.
En Zarzuela no son dados a los grandes cambios. En el caso de la formación de la princesa de Asturias tampoco, así que se sigue el mismo patrón que se diseñó para su padre. Desde el mismo colegio, Nuestra Señora de los Rosales, a una formación escolar de Ciencias con clases privadas en las que abundan los idiomas y las humanidades. Leonor habla inglés a la perfección y catalán con soltura como demostró en los premios Princesa de Girona. También está familiarizándose con otras lenguas del Estado español. Le gusta el cine y la lectura como a su madre, quien se ha ocupado de su biblioteca desde niña. No es tan deportista como su hermana Sofía pero sabe esquiar, montar a caballo y recibe clases de ballet.
Cuando alcance la mayoría de edad, Leonor recibirá formación militar. También como se hizo con su padre serán unos cursos específicos diseñados para ella que le permitirán pasar tiempo en los tres ejércitos. Pero de manera oficial Zarzuela no habla aún de esta segunda fase de la preparación de la heredera. Ni tan siquiera a pocos días de su cumpleaños confirman si habrá alguna foto oficial de su 15º aniversario como es habitual en las casas reales europeas. En estos tiempos complicados con la pandemia marcando la vida del mundo, con don Juan Carlos lejos de España desde el mes de agosto y con la institución más cuestionada que nunca en las últimas cuatro décadas, los pasos a seguir se miden con más cautela si cabe. Todo para que Leonor sea algún día reina.