Las primeras fotos de Rosario Fitz-James Stuart Palazuelo, la futura duquesa de Alba
La hija de los duques de Huéscar y nieta del actual jefe de la casa nació en Madrid el pasado 8 de septiembre y está llamada a heredar un patrimonio de 3.000 millones de euros
La casa de Alba engrosa sus filas con una nueva incorporación. El pasado 8 de septiembre nacía en Madrid María del Rosario Fitz-James Stuart Palazuelo, la primera hija de Fernando Fitz-James Stuart y de Sofía Palazuelo. Ambos son duques de Huéscar, título que ostenta al ser el primogénito del duque de Alba y por tanto heredero de uno de los ducados más importantes de España. Por ahora la pequeña no tiene ningún título, aunque su abuelo bien podría otorgarle uno próximame...
La casa de Alba engrosa sus filas con una nueva incorporación. El pasado 8 de septiembre nacía en Madrid María del Rosario Fitz-James Stuart Palazuelo, la primera hija de Fernando Fitz-James Stuart y de Sofía Palazuelo. Ambos son duques de Huéscar, título que ostenta al ser el primogénito del duque de Alba y por tanto heredero de uno de los ducados más importantes de España. Por ahora la pequeña no tiene ningún título, aunque su abuelo bien podría otorgarle uno próximamente, puesto que es tres veces duque, una conde duque, 16 veces marqués, 15 conde y una vizconde.
Los jóvenes duques de Huéscar, de 30 y 28 años, han sido padres de la que un día será duquesa de Alba, y que después de dos hombres (su abuelo y su padre) retomará el legado de quien fue su bisabuela, la célebre Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, que falleció en noviembre de 2014.
La niña lleva los primeros nombres de aquella célebre duquesa, también llamada María del Rosario. Sus padres han querido mostrarla al mundo a su salida del hospital madrileño donde ha nacido, llamado precisamente Virgen del Rosario. Los jóvenes posaron el domingo ante los medios para enseñar a la pequeña.
Con el paso del tiempo, la pequeña María del Rosario está llamada a comandar una casa histórica que, si bien ha perdido el poder político que tuvo siglos atrás, sigue teniendo una gran presencia social y una tremenda fuerza económica. Su patrimonio está valorado en más de 3.000 millones de euros. Sin embargo, durante décadas ese patrimonio no ha generado rendimientos, sacando escasos beneficios a las tierras y con cantidad de colecciones de arte guardadas y palacios cerrados que provocaban más gastos que ingresos. De ahí que se viera obligado a tomar decisiones, como la de vender cuadros (el caso de una obra de Fra Angelico, La Virgen de Granada, al Museo del Prado por 16 millones de euros), la de abrir el palacio de Liria de forma constante al público o la de apostar por las energías verdes.
La llegada de Carlos, primogénito de la duquesa, como jefe de la casa, ha dado un giro al completo al tratamiento de ese patrimonio. “Creo que en cuatro años y medio he hecho muchísimas cosas aunque no me corresponde a mi decirlas", decía en una entrevista con la revista ¡Hola! hace un año. "He mejorado notablemente la situación económica de la Casa. He ordenado el patrimonio artístico y he abierto mis tres casas: primero Dueñas, luego Monterrey y ahora Liria; y llevo restaurados más de 50 cuadros”.
En una entrevista con El País Semanal en septiembre de 2019, el duque afirmaba: “Es muy importante transmitir a los hijos el sentido de la Casa, el amor por ella. Hay una frase de Cicerón en latín que está ahí, en el friso de la escalera, que a mi abuelo le gustó mucho y la adoptó, y que dice: ‘A los dioses inmortales que me han concedido esta mansión no solamente para mí sino para mis descendientes’. Es importante tener clara esa filosofía de que la Casa continúa”. Ahora la descendencia ya está aquí y tendrá, con el paso de los años, que asumir los beneficios y los cargos de ser la heredera de la casa aristocrática más famosa de España.