Amaia Montero vuelve dispuesta a centrarse en la música y alejarse de las polémicas
La exvocalista de La Oreja de Van Gogh prepara su quinto disco en solitario, renovada físicamente y dispuesta a que las críticas en las redes sociales no empañen su regreso
Es de sobra conocido que las redes sociales tienen su lado bueno y su lado malo. Para los famosos es una ventana que los acerca a sus fans. Pero también es una puerta de entrada a constantes críticas que minan su confianza. Amaia Montero sabe bien qué es eso y hace unos meses decidió terminar con su presencia en estas plataformas digitales. Debía darse un respiro. “Lo último que necesito es más presión. Sé que me queréis y que levantáis los brazos siempre por mí, lo tengo clarísimo, al igual que yo por vosotros y espero que...
Es de sobra conocido que las redes sociales tienen su lado bueno y su lado malo. Para los famosos es una ventana que los acerca a sus fans. Pero también es una puerta de entrada a constantes críticas que minan su confianza. Amaia Montero sabe bien qué es eso y hace unos meses decidió terminar con su presencia en estas plataformas digitales. Debía darse un respiro. “Lo último que necesito es más presión. Sé que me queréis y que levantáis los brazos siempre por mí, lo tengo clarísimo, al igual que yo por vosotros y espero que lo tengáis clarísimo. Ahora solo necesito curarme y componer con tranquilidad y sin presiones mi nuevo disco”, escribió la cantante el pasado mes de abril con lo que parecía una despedida de sus redes sociales.
Sin embargo, no dejó de publicar, simplemente bajó el ritmo. Y sobre todo estos meses, en los que también ha estado el confinamiento de por medio, la artista se ha centrado en su pasión: la música, porque “la música salva”. Una de sus últimas esporádicas publicaciones ha sido precisamente en un estudio de grabación, de lo que se deduce que la irundarra ya prepara su próximo trabajo. Publicó su último álbum en 2018, Nacidos para creer, el cuarto desde que comenzó su carrera en solitario alejada de La Oreja de Van Gogh, el grupo que la catapultó a la fama. Un disco que para muchos fue un desnudo emocional de la cantante, que llegó incluso a número uno en las listas de ventas de España, pero que no brilló tanto como las polémicas que rodearon a la artista. Cambios físicos, actuaciones fallidas, discusiones y mensajes extraños en su cuenta de Twitter ensombrecieron su faceta profesional.
Ahora, con un nuevo proyecto discográfico en camino, quiere ser más precavida. Publica algún que otro recuerdo, reflexión o agradecimiento a sus fans. También ha tenido tiempo para dedicar unas palabras a personas cercanas a ella que se han ido. “Me han contado que mi mejor amiga del colegio se había muerto. Así, de un segundo a otro. Me he quedado en shock y todavía no lo puedo creer. Éramos como Zipi y Zape”, reveló a mediados de junio. Unas semanas antes se despidió de Pau Donés, como hicieron muchos otros artistas, y recientemente recordó a una persona clave en la trayectoria de La Oreja de Van Gogh: Txabi Sarra, un ingeniero de luz y sonido que acompañó a la banda desde su primera gira, en 1999. “Como profesional eras excepcional pero como persona único. Es muy difícil encontrarse en la vida a gente tan buena con un corazón y unos valores como los tuyos”, comentó Montero.
A pesar del distanciamiento en las redes sociales, la cantante ha querido concienciar a sus seguidores, más de 203.000 en Instagram, de la importancia de usar mascarilla ante la covid-19 porque le da “mucho más miedo las personas carentes de sentido común, solidaridad y empatía que el propio bicho”. “Yo no olvido a a los muertos ni a sus familias”, escribió junto a un retrato en el que posa con una máscara antigás para potenciar su mensaje: “Todo es poco”. La crisis del coronavirus ha impedido que Montero celebre este año el Día de la madre con la suya, pero lamenta más la muerte de todas las que han fallecido por el virus y los hijos “que sufren ese dolor en unas circunstancias tan crueles sin poder decir un ‘te quiero', sin una despedida, sin darles las gracias”.
Tras superar el peor periodo de la pandemia, la cantante se ha tomado unos días de descanso y ha pasado un fin de semana en Biarritz (Francia). Su breve viaje ha querido inmortalizarlo en las redes sociales con una instantánea donde se ve que una vez más ha experimentado un notable cambio físico. Más morena y con menos peso, Montero posa sonriente, acorde con los mensajes de felicidad y optimismo que intenta transmitir. Un gesto aplaudido por sus fans más incondicionales, pero con el que no ha podido evitar ser juzgada de nuevo. Algunos haters han vuelto a la carga y llevan semanas criticándola por haberse sometido a retoques estéticos o usado un programa de edición fotográfica. Pero lo que ha provocado la intervención del gabinete jurídico de la artista ha sido la publicación en medios de comunicación de la opinión de expertos sobre el empleo del bisturí. “Esas conclusiones son erróneas, como la propia Amaia Montero no ha dudado en significar a través de sus redes sociales con la ironía derivada del hartazgo causado por los insistentes comentarios de esa índole”, se leía en el comunicado de sus representantes legales. “La propia artista, que se ha caracterizado siempre por su honestidad, sinceridad y claridad a la hora de hablar, ha reconocido públicamente que con el paso de los años ha sufrido notables cambios físicos debidos a sus oscilaciones de peso, dejando claro que no se ha sometido a ningún retoque ni cirugía de ningún tipo en su rostro, siendo este un aspecto que en cualquier caso formaría parte de su esfera más privada”, zanjan.
Montero pretende que todo se centre en su trabajo, dejando atrás los titulares sobre su aspecto físico o su comportamiento porque está cansada de dar explicaciones. “Me gustaría tener la libertad de colgar las fotos que me dé la gana, sean antiguas o actuales y si no te gustan... ya sabes... Y esto va también para algunas personas que me dicen cosas parecidas. Os aseguro que todo tiene un porqué”, contestó el pasado abril a una seguidora que le reclamaba fotografías nuevas.
Hace dos años Montero vivió uno de sus momentos más polémicos en las redes, que incluso la llevó a un enfrentamiento con su compañera de profesión Malú, a quien acusó de llamarla gorda cuando esta trataba de defenderla de las críticas sobre su peso. La donostiarra contestó: “Ni protagonismo ni hostias, me ha llamado gorda y punto”. “Lo que más pena me da es que yo me entrego mucho a mi trabajo, y desde que nació el disco ha sido polémica tras polémica pero, sobre todo, sin hablar de lo que es el disco. Eso es lo que más me dolía”, dijo entonces la cantante, que ahora desea enmendar lo sucedido y evitar episodios similares.