Los paparazis caseros persiguen famosos durante la cuarentena
El actor Jaime Lorente, de 'La casa de papel’, ha denunciado que una vecina vende fotografías suyas mientras está confinado en su domicilio
Con el estado de alarma, los ciudadanos se mantienen confinados en sus hogares. Los famosos también y han convertido las redes sociales en su única herramienta para seguir dando de qué hablar. Pero a pesar de estar encerrados en sus casas, con la única posibilidad de salir a la calle para temas muy concretos (hacer la compra, pasear al perro, tirar la basura...), no están exentos de ser perseguidos por los paparazis ahora, domésticos.
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Con el estado de alarma, los ciudadanos se mantienen confinados en sus hogares. Los famosos también y han convertido las redes sociales en su única herramienta para seguir dando de qué hablar. Pero a pesar de estar encerrados en sus casas, con la única posibilidad de salir a la calle para temas muy concretos (hacer la compra, pasear al perro, tirar la basura...), no están exentos de ser perseguidos por los paparazis ahora, domésticos.
Jaime Lorente, actor de La casa de papel y Élite, ha denunciado a través de una historia de Instagram —vídeos, fotografías o mensajes que permanecen públicos durante 24 horas— el acoso que está sufriendo por parte de una vecina que vive en el piso de enfrente. “Esta es la caridad que nace en momentos difíciles”, ha comenzado a relatar con cierta ironía. "Aquí vive una vecina generosa que se dedica a hacerme fotos en mi casa y enviarlas a las revistas del corazón. Yo empiezo hoy mi reportaje: 21 días con una hija de puta”, ha escrito junto a una instantánea del balcón de esta mujer, que no aparece en la imagen.
Tomar fotografías de personas, sean notoriamente conocidas o no, cuando se encuentran en propiedades privadas es considerada una práctica ilegal como su posterior difusión o comercialización. Esta actividad ilícita choca con el derecho al honor y a la intimidad, recogidos en la Constitución, reservándose esta posibilidad para espacios públicos.
El intérprete, de 28 años, convive estos días junto a su novia, María Pedraza, de 24, con la que ha coincidido en ambas producciones de Netflix. La pareja no tiene ningún reparo en exponer su relación, compartiendo imágenes y vídeos en las redes sociales. Pero otra cosa bien distinta es cuando estas fotografías son realizadas sin su consentimiento y encontrándose en una propiedad privada.
También Instagram stories le ha servido a Paula Echevarría para protestar sobre la persecución de los paparazis que soporta incluso en plena crisis del coronavirus. La actriz fue fotografiada a mediados de marzo saliendo de un supermercado con bolsas de naranjas y criticada posteriormente por no llevar guantes ni mascarilla, cuando su uso no es obligatorio, solo recomendable. Pero recientemente ha perdido la paciencia tras percatarse de que la seguía un vehículo y ha decidido publicar un vídeo en el que ha mencionado a la Policía Nacional y Policía Municipal. “¿Veis ese coche? Pues me está siguiendo mientras salgo a hacer mis recados. Entonces yo me pregunto si aquí el confinamiento es solo para algunos o para todos. Porque yo creo que cotillear la vida de los demás no es de primera necesidad. Es lo que creo. Así que un poquito de respeto. Espero que por lo menos no se baje del coche y no se me acerque”, ha contado.
Echevarría vive el confinamiento junto a su actual pareja, el exfutbolista Miguel Torres, y su hija Daniella, de 11 años, fruto de su anterior matrimonio con el cantante David Bustamante. La intérprete es muy dada a compartir su vida en las redes sociales y la cuarentena no ha frenado su faceta de influencer, por lo que publica sus rutinas de entrenamiento o sus estilismos.
El aplauso diario de las 20.00 dedicado a los trabajadores sanitarios les está sirviendo a los paparazis para ver qué celebridades salen a sus balcones a mostrar su apoyo: Joaquín Sabina, su prometida Jimena Coronado, la infanta Elena, Mar Torres (primera pareja conocida de Felipe Juan Froilán de Marichalar)... También Chenoa, que el pasado 16 de marzo publicó en su perfil de Twiiter un vídeo en el que denunciaba que una periodista se encontraba frente a su domicilio para comprobar si se sumaba al apoyo colectivo. “Esto no es ni medio normal. Una periodista graba en mi balcón para ver si salgo a aplaudir, cosa que hago desde hace tres días para animar a todos los que están dejándose la piel. Pero esto toca techo”, escribió la cantante y presentadora junto a unas imágenes en las que se aprecia que le apunta un foco.
La cantante ha mostrado desde antes del estado de alarma su preocupación ante la pandemia, muy concienciada de la situación al estar prometida con médico, el urólogo Miguel Sánchez Encinas. A principios de marzo, la artista tuvo un leve enfrentamiento con una periodista de la agencia de noticias Europa Press en la estación de Atocha, en Madrid, tras regresar de una grabación en Barcelona del programa Tu cara me suena, donde participa como jurado. “No me vais a poner eso en la boca [en referencia al micrófono]. Te lo digo en serio. A un metro”, pidió la cantante. La reportera le dijo para tranquilizarla: “Estamos un poco asustados”. Un comentario que no sentó bien a la extriunfita que contestó: “Si escupes saliva en la gomaespuma, ¿qué hago yo?”. Unos segundos después la situación se calmó y Chenoa respondió amablemente las preguntas hasta que se marchó en un taxi.
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