Pasta fresca con calabacín y panceta crujiente

Más ligero que la lasaña. / EL COMIDISTA

Alegría: aunque todavía sea un poco pronto –supongo que es porque últimamente está asomando el sol– empieza la temporada de las verduras y furtas hermosas, esa en la que da gusto ir a la frutería y ver el festival que nos espera allí. Y aunque todavía no apetece alimentarse solo de ensaladas porque el cuerpo nos pide algo más contundente y reconfortante, sí que apetece integrar este verdurismo en nuestra dieta diaria.

De la mezcla de esta necesidad y las ganas de reproducir una técnica de Jamie Oliver de hace un par de siglos, en la que cortaba placas de lasaña frescas para hacer una pasta irregular y con una pinta muy apetitosa, nace esta sencillísima receta. Le hemos añadido panceta crujiente para darle un punto de lujuria extra, pero si eres vegetariano o no te apetece, puedes prescindir de ella. Si no encuentras placas de pasta fresca, tira de secas. Y si la cambias por unos fusilli o penne y añades unos tomates y unas aceitunas negras, puedes convertirlo en una ensalada apta para llevar en táper.

Dificultad

Para personas que no tienen ni idea de quién es Jamie Oliver.

Ingredientes

Para 4-6 personas

  • 400 g de placas de pasta fresca para lasaña
  • 3 calabacines no muy grandes
  • 2 dientes de ajo
  • 75 g de parmesano
  • 100 g de panceta (con o sin pimienta)
  • 1 cucharada generosa de albahaca fresca picada
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta

Preparación

1. Cortar los calabacines con una mandolina o un pelador de verduras, ponerles un poco de sal y dejar reposar sobre un colador.

Tiempo aproximado: 30 minutos.

2. Poner la panceta en una sartén a fuego lento hasta que suelte toda la grasa y quede crujiente. Reservar.

3. Cortar la pasta en trozos irregulares al gusto –se pueden hacer papardelle gruesos e irregulares, triángulos o cualquier corte que le de un aspceto casero– y cocer en agua abundante hirviendo con sal el tiempo que indique el fabricante.

4. Cortar el ajo en láminas. Dorarlo en una sartén con un chorro de aceite a fuego medio. Retirarlo si se quiere.

5. Subir un poco el fuego y saltear los calabacines rápidamente (no tienen que quedar muy hechos). Corregir de sal.

6. Añadir la pasta escurrida y la panceta troceada, saltear durante un minuto y servir con el queso y la albahaca por encima, más pimienta si se quiere.

Producción: Mònica Escudero

Sobre la firma