'Fricote', la revista de cocina para el joven moderno

Hay dos modelos básicos de revista sobre comida: el recetista, dirigido sobre todo a las amas de casa y a los muy cocinillas, y el gourmetista, dedicado a ensalzar a los chefs, la alta cocina y los productos exquisitos al alcance de muy pocos. 'Fricote' no encaja en ninguno de los dos. La publicación, recientemente aparecida en Francia, está claramente enfocada a un público urbano joven de espíritu, no exige ningún conocimiento culinario para su disfrute y trata la comida sin elitismos como una experiencia cotidiana y cercana.

Fricote es una revista bilingüe (francés e inglés) en la que encuentras recetas, pero también buenas historias sobre música, diseño, arte, moda, ilustración o fotografía relacionadas con los alimentos. Cabe lo mismo un artículo sobre los 'freeganos' como una entrevista con un rapero hablando de comida, una comparativa de chucherías o un reportaje sobre los éclairs de la mítica pastelería Fauchon. Y todo con un diseño que recuerda más a una revista de tendencias que al Especial Recetas de Lecturas.

"Creo que podemos interesar a los lectores habituales de revistas de cocina, pero también a los que no lo son", explica Julien Pham, redactor jefe de Fricote. "Esa gente no encontraba un medio que se dirigiera a ellos directamente. Buena parte de ellos son jóvenes, no especialmente duchos en la cocina aunque sí tienen un interés en cocinar, en las nuevas formas de consumo, el diseño y la cultura de la comida. Nuestro lector sabe si un plato sabe bien o no, pero no es un crítico".

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Aunque no hace ascos a hablar de algunos chefs, preferentemente jóvenes y no consagrados, Fricote pone su foco en la comida cotidiana y callejera. Es decir, la que consumimos habitualmente en nuestra vida normal. "Me gusta la alta cocina de vez en cuando, pero no voy a restaurantes caros todos los días, sino a puestos en la calle, bistrós o cafés. No creo ser distinto a nuestros lectores: al final quieren leer buenas historias sobre cosas que estén a su alcance: restaurantes asequibles, recetas factibles con ingredientes fáciles de conseguir, etcétera. Hacerles soñar con mesas caras no es nuestra tarea: dejamos que otras revistas hagan eso. Si la gente no está aburrida con esa clase de contenidos, yo sí lo estoy", sentencia Pham.

En la revista cabe casi todo, pero el enfoque de los artículos no suele ser convencional. "Cualquier cosa puede ser interesante siempre que pase por la licuadora de Fricote", dice su redactor jefe. El sentido del humor es otro factor diferenciador respecto a la mayoría de las publicaciones culinarias. "Fue todo un desafío, porque la cocina en Francia es sagrada. Pero desacralizarla era importante para hacerla más accesible".

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Los dueños de Fricote, que también editan el magazine de cultura urbana 'Shoes-up', aseguran que las dos publicaciones van muy bien, y dicen tener fe en el futuro de las revistas de cocina de calidad. Algo que tiene que ver con el creciente interés que despierta la gastronomía entre un nuevo público empapado de cultura pop. "Es de locos ver cómo el tema de la comida une a la gente y crea vínculos no sólo artísticos, sino también sociales", afirma Pham. "Muchas referencias pop provienen de la comida, y esas son las referencias que compartimos con tanta gente".

Fricote se puede encontrar en algunos quioscos de prensa extranjera en España, así como en librerías especializadas. Si la revista quisiera publicar un artículo sobre este país, ¿de qué sería? "¿Una tendencia emergente? ¿Comida callejera en España? Un tío me habló de un sitio en Madrid al que sólo puedes ir si te presenta alguien que lo conozca. Me gustan ese tipo de historias. Y me gusta el hecho de que lleguen a través de gente que ha hablado con gente que ha hablado con nosotros. Queremos que Fricote sea el boca a boca en forma de revista impresa".

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