Ideas para que las plantas sobrevivan en tus vacaciones
El truco de regar con un cordón o una botella de plástico agujereada, el ‘mulching’, juntarlas en lugares amigables del hogar y otros consejos jardineros para que las plantas te esperen vivitas y coleando tras el descanso veraniego
Llevamos unos años encadenando récords de veranos abrasadores. El de 2022 fue el más cálido de la historia de Europa desde que hay registros y el de 2023 fue el tercero del ranking en España. Lo que llevamos de estío este 2024 no parece que vaya a romper la tendencia, así que cada vez más personas empiezan a mirar hacia los destinos más frescos para sus vacaciones. Y mientras esas mismas personas incluyen en la maleta, con gran regocijo, un par de sudaderas porque saben que donde van por la noche refresca, se dan cuenta de que sus plantas no solo no catarán ni una pizca de esa brisa húmeda, sino que se quedan en casa soportando la canícula sin escapatoria alguna. Así que aquí van algunas ideas y consejos para conseguir que las plantas sobrelleven la separación en un ambiente agradable y sin sufrir en exceso.
Empecemos por lo primero: el riego. Si uno no es de esos afortunados que puede contar con alguien que acuda a su casa a regar o tiene todas sus plantas con macetas de autorriego, hay que poner en marcha la inventiva para asegurarse de que las plantas no se secan durante su ausencia. Comencemos por los métodos más experimentales, entre los que se encuentran el truco del cordón y la botella de plástico agujereada.
El primero es un sistema de riego por capilaridad; se llena un recipiente con agua y se coloca el extremo de un cordón en el agua, evitando que flote, y el otro un poco enterrado en el sustrato. De esta forma, el agua llega a través del cordón a las plantas y tiene la ventaja de que se puede usar para varias plantas con varios cordones y, claro está, adecuando el tamaño del recipiente al número de macetas a las que debe abastecer. Otro truco artesanal es la botella de agua en cuyo tapón se hacen pequeños agujeros y se entierra boca abajo en el sustrato. Es un tipo de riego por goteo cuyo inconveniente es que es bastante difícil medir la cantidad de agua, que dependerá del tamaño del agujero, y que puede que dure una semana o un par de horas si no se calibra bien.
La evolución de este segundo método son los conos de terracota. “Gracias a la capilaridad de la terracota microporosa el agua traspasa progresivamente regando la planta de manera regular, sin excesos ni faltas de riego”, explica Quentin Brouhon, fundador de Pur Plant, tienda online que ofrece este sistema en distintos tamaños. “Con ellos se ahorra hasta un 70% más de agua que con el riego convencional, el agua en ellos puede durar entre 7 y 10 días y son aptos para todo tipo de plantas”, señala.
A medio camino están los llamados hidrogeles o geles de riego, que se pueden comprar en la mayoría de grandes superficies. “Estas bolas de gel se deshacen lentamente, aportando agua al sustrato de manera gradual”, explica Jesús David Navarro, de Viveros Murcia. Esta especie de agua gelificada se presenta, principalmente, en una versión seca, que hay que hidratar antes, o también existen las que ya vienen listas para incorporar al sustrato. Hay que tener en cuenta que, si las plantas están en el exterior, se evaporará mucho más rápido.
Y por último, el sistema más eficaz especialmente en balcones o terrazas y, como suele pasar, el más caro: el riego por goteo. “Un sistema en el que el agua circula a baja presión hasta que llega a los goteros —los encargados de emitir el agua sobre cada planta—, donde se descarga el agua gota a gota sobre las plantas”, explican desde Leroy Merlín, que cuentan con kits de autorriego, especialmente pensados para novatos ya que incluyen los elementos necesarios como goteros, tuberías, enlaces o reductores de presión. “Se monta como un mecano y no es necesario ningún tipo de conocimiento ni usar pegamentos o cinta de unión: las uniones se realizan mediante enlaces o emisores que se colocan a presión”, aseguran.
Aunque, dispuestos a invertir en un sistema de goteo, una recomendación es contar con un programador que permite un uso más eficiente del agua, optimizando también los horarios de riego —en verano, siempre mejor a primera hora de la mañana o última de la tarde, para evitar la rápida evaporación— y que servirá también para el resto del año.
Trucos para facilitar la vida a las plantas en verano
Más allá de los sistemas de riego, existen también algunos métodos que permitirán que las plantas se encuentren un poco mejor y aumente su tasa de supervivencia. Uno de ellos es el mulching, que viene a ser cubrir la tierra para que esta conserve la humedad, reduciendo la evaporación del agua. Se pueden emplear materiales como cortezas de pino, virutas de madera o piedras decorativas.
Otro truco es agruparlas para que la transpiración de unas ayude a las otras. “Ellas generan un microclima en el que aumentan la humedad y, por consiguiente, se favorecen mutuamente”, explica Brouhon. Y obviamente es importante no dejarlas a pleno sol porque se acabarían quemando. “Es aconsejable ponerlas todas juntas cerca de una ventana con cortina o luz filtrada en medida de lo posible”, añade el fundador de Pur Plant.
Y ¿qué hacer si ya es demasiado tarde? ¿Si a nuestro regreso las plantas han sucumbido por el calor y la falta de riego? Pues aquí una de las frases más utilizadas por cualquiera que entienda un poco de jardinería: es más fácil recuperar una planta de sequía que de exceso de agua. Así que hay esperanza. Brouhon recomienda un buen riego por inmersión, es decir, meter el cepellón o la maceta en un recipiente con abundante agua —al menos hasta la mitad del tiesto— y dejar que vaya absorbiendo la que necesite, por ejemplo durante la noche. Navarro, por su parte, aconseja utilizar un fortalecedor de raíz y un abono universal para ayudar a la planta a recuperarse más rápidamente.