Qué hacer si tu perro tiene miedo a los petardos en la noche de San Juan
La pirotecnia y los truenos son los clásicos estruendos que más suelen estresar a perros y gatos. Aislarles de los ruidos en la medida de lo posible o someterles a esos estímulos desde que son cachorros puede ayudarles
Temblores, ladridos, nerviosismo y ansiedad son algunas de las consecuencias que perros y gatos sufren cuando tienen pánico al ruido. Uno de los clásicos son los sonidos de los petardos y fuegos artificiales que desquician no solo a los animales, sino también a sus dueños, que se sienten impotentes al ver cómo su mascota sufre la situación, sobre todo en días señalados como puede ser la noche de San Juan. El 50% de los perros reacciona con miedo a ruidos como la pirotecnia y los truenos. Los ...
Temblores, ladridos, nerviosismo y ansiedad son algunas de las consecuencias que perros y gatos sufren cuando tienen pánico al ruido. Uno de los clásicos son los sonidos de los petardos y fuegos artificiales que desquician no solo a los animales, sino también a sus dueños, que se sienten impotentes al ver cómo su mascota sufre la situación, sobre todo en días señalados como puede ser la noche de San Juan. El 50% de los perros reacciona con miedo a ruidos como la pirotecnia y los truenos. Los felinos están menos afectados por este pánico, debido a que no suelen salir al exterior de la vivienda.
“En los gatos, el miedo, el estrés y la ansiedad suelen pasar más desapercibidos, porque es una especie que tiende a ocultarlo para camuflar sus vulnerabilidades y preservar su supervivencia frente a otros depredadores”, explica Jaume Fatjó, veterinario especialista en medicina del comportamiento de Vetpartners Ethogroup, en Madrid. “Los gatos esconden su miedo, mientras que los perros tienden a ladrar y nos damos cuenta de que están asustados”, matiza Helena Bat, psicóloga especialista en etología y bienestar animal. Pero, ¿cuál es la razón del pánico de algunos animales a determinados ruidos? Se trata de un compendio de varias causas y desencadenantes. “La interacción entre los factores genéticos y el ambiente en el que ha vivido y vive el animal, así como la experiencia que haya tenido con el ruido, como en el caso de que durante los seis primeros meses de vida se haya habituado o no a estos estímulos sonoros”, comenta Fatjó.
El sobresalto ante algún estímulo que se considera peligroso, como un ruido potente y estridente, es natural. “Si vamos por la calle y escuchamos un estruendo, nos asustamos. Para los animales, que tienen mayor capacidad auditiva que los humanos, los sonidos son más potentes y esto se traduce en que el impacto, además de emocional, también es físico, porque los oídos duelen”, explica Bat.
¿Cómo reacciona el perro con fobia al ruido?
Según los datos recopilados en la encuesta, todavía vigente, realizada por Ethometrix, Ethogroup y el Royal Veterinary College sobre una población de alrededor de 11.000 canes, hay comportamientos comunes en estos animales cuando están sometidos al estrés sonoro: “Los temblores, la agitación, los intentos de huir o esconderse. También cabe destacar la tendencia a anticipar la llegada de los petardos o de los truenos, como en el caso de un 17% de los perros del estudio, que se muestran nerviosos los días de lluvia”, destaca Fatjó. Él es el director de esta investigación e incide en el hecho de que un 30% de los animales se muestran intranquilos tras haber cesado el ruido que les inquietaba, como los truenos o la pirotecnia.
¿Cómo ayudar a un animal estresado por el ruido?
Cuando está presente el sonido que provoca miedo al perro o gato, conviene aislar lo más posible al animal de ese ruido: “Proporcionar una zona segura de descanso, lo más protegida posible del estímulo sonoro, donde se sienta a salvo, bajando las persianas y cerrando puertas”, aconseja Fatjó. También existe medicación y otras sustancias para reducir la ansiedad del animal: “Las feromonas de olor sintéticas, los nutracéuticos (suplemento para la dieta) y la medicación ansiolítica, que se pueden utilizar siempre con prescripción veterinaria”, recomienda el experto.
El hecho de afrontar el miedo a determinados ruidos de forma progresiva resulta clave para que el animal se muestre menos reactivo frente a ese estímulo. “En estos casos, se requiere tiempo. Por ejemplo, si nos preparamos para la noche de pirotecnia de San Juan, habrá que empezar a trabajar en enero con grabaciones de ese ruido de forma paulatina y siempre que el animal esté relajado”, recomienda Helena Bat.
Una de las formas de prevenir el estrés de los animales frente al ruido es someterles a diferentes estímulos desde cachorros. “Trabajar con ellos en distintas situaciones y entornos, haciendo que se sientan seguros y sin amenazas. Por ejemplo, un perro con estrés en su casa puede empezar a sentir miedo en la calle ante coches, motos o personas”, advierte la etóloga, que asegura que el vínculo del animal con su familia es fundamental. “Necesitan personas que les proporcionen calma, a las que puedan acudir si se asustan; que sean tranquilas y les ayuden a relajarse”.
La calidad de vida de los animales afectados por el pánico a ruidos como la pirotecnia se resiente durante los días que persiste ese sonido. “Los perros con mucho miedo no van a querer salir a la calle esos días; no harán sus necesidades, no van a comer ni beber, pueden reaccionar contra otros animales y los hay que corren aterrorizados y se pierden e incluso son atropellados”, explica la experta. Así que esa prevención del estrés se convierte en clave para mejorar su calidad de vida.