Con la covid-19 estamos pasando por una época muy difícil para la sociedad; sabemos que va a tener impactos muy negativos en la economía global.

Pero la comunidad científica también está de acuerdo en que estamos enfrentando otra emergencia global, el cambio climático. En contraste con la pandemia, no tenemos que reaccionar en días, pero no es aconsejable esperar otra década, pues los impactos podrían ser terribles. Corremos un enorme riesgo de que el clima global cambie en un par de décadas de manera irreversible a uno mucho más caluroso, lo que tendría consecuencias muy negativas para la mayoría de los habitantes del planeta, incluso fatales. Probablemente habría lluvias torrenciales en algunas zonas del planeta y sequías semipermanentes en otras, lo que ocasionaría enormes migraciones.

Por fortuna, los expertos están de acuerdo en que podemos evitar estas desgracias si tomamos las medidas necesarias en los próximos años: tenemos que reducir drásticamente las emisiones de los gases de efecto invernadero ocasionadas por el uso de combustibles fósiles; además, tenemos que proteger a los bosques, que ayudan a mantener y a mejorar el clima. Y todo esto se puede hacer prácticamente sin sacrificios económicos o sociales, pues contamos con muchas de las tecnologías necesarias, como la energía sostenible a costos razonables. En fin, lo importante es que podemos enfrentar muy exitosamente esta emergencia climática. Para ello tenemos que colaborar globalmente. Por fortuna tenemos un ejemplo, el Protocolo de Montreal, con el que se pudo resolver el agotamiento de la capa de ozono.

En fin, lo importante es que sí podemos enfrentar muy exitosamente esta emergencia climática que tenemos hoy en día. Para ello tenemos que colaborar a nivel global. Por fortuna tenemos un ejemplo de un logro de este tipo, que es el Protocolo de Montreal, con el que se pudo resolver el problema global del agotamiento de la capa de ozono.